Frases de Thich Nhat Hanh
Con tu sonrisa, haces el mundo más bello. La respiración es el puente que conecta la vida con la conciencia, que une el cuerpo con sus ideas.
A veces tu alegría causa tu sonrisa, pero también hay veces en las que tu sonrisa puede causarte alegría.
Al meditar no nos alejamos de la sociedad, no nos escapamos de ella, sino muy por el contrario, nos preparamos para reinsertarnos adecuadamente en ella.
El Buda y los monjes y monjas de su tiempo tan sólo poseían tres hábitos y un cuenco, pero eran felices porque tenían algo sumamente precioso: la libertad. Cuando se abre la puerta de la comunicación, todo es posible. De manera que debemos practicar el abrirnos a los demás para restablecer la comunicación con ellos. El milagro no es caminar sobre el agua. El milagro es caminar sobre la tierra verde en el presente, para apreciar la belleza y la paz de la que se dispone ahora.
Sonreír es muy importante. Si no somos capaces de sonreír, entonces el mundo no tendrá paz. No es mediante manifestaciones en contra de las bombas atómicas que podemos lograr la paz. Es con nuestra capacidad de sonreír, respirar, y la paz que podemos lograr con esa actitud. Sin comprensión no puede haber amor. La personalidad de cada persona está constituida por condiciones físicas, emocionales y sociales.
Con la comprensión no se puede odiar a nadie, ni siquiera a las personas crueles, pero sí se les puede ayudar a transformar sus condiciones físicas, emocionales y sociales.
Cuando hay un dialogo verdadero, ambos lados están dispuestos a cambiar. Si al cabo de varios meses la práctica que estamos realizando no ha producido ninguna transformación ni curación, hemos de reconsiderar la situación. Hemos de cambiar nuestro enfoque y aprender más hasta encontrar la práctica correcta que pueda transformar nuestra vida y la de las personas a las que amamos. El camino que he hallado permite vivir cada hora del día con plena conciencia, con la mente y el cuerpo en el momento presente. Lo contrario es vivir en la distracción. Si vivimos en la distracción, no sabemos que estamos vivos; no experimentamos plenamente la vida porque nuestra mente y nuestro cuerpo no están en el aquí y ahora. Si eres poeta, verás claramente que hay una nube circundando esta hoja de papel. Claro, pues sin una nube no habría agua y sin agua los árboles no pueden crecer y sin árboles no podemos hacer papel de esta manera, la nube esta aquí, en esta página, entonces comprendemos que la existencia de esta página depende de una nube. Papel y nube están unidos, íntegramente relacionados. Vivimos en una época en la que hay muchos medios de comunicación sumamente eficaces. La información viaja a la otra punta del planeta con gran rapidez. Pero es precisamente en esta época cuando la comunicación entre la gente, entre padre e hijo, marido y mujer, o madre e hija, se ha vuelto más difícil. Si no podemos restablecer la comunicación entre nosotros, nunca podremos ser felices. Al margen de lo que la otra persona pueda hacer, tú debes realizar todo lo que te sea posible, has de darte al cien por cien. Todo lo que puedas hacer por ti, lo haces también por ella. No lo dejes para más tarde, no pongas condiciones diciendo: "Si no te esfuerzas por reconciliarte, yo tampoco lo haré", ya que entonces no funcionará. La paz, la reconciliación y la felicidad empiezan, en ti. Usted es el milagro y todo lo que toca puede convertirlo en milagro. El ver significa ver algo, el oír es oír algo, estar airado es estar airado por algo, el esperar es esperar por algo, el pensar es pensar en algo, etc. Cuando el objeto del Conocimiento (el algo), no está presente, no puede haber sujeto que reciba el conocimiento. El practicante medita sobre la Mente, y al hacerlo, es capaz de ver la interdependencia que existe entre el objeto y el sujeto del conocimiento. Tenemos más posibilidades en cada momento de las que pensamos. La meditación en la interdependencia tiene que ser practicada constantemente. Debemos dedicarle tiempo durante nuestra meditación formal, pero esta interdependencia debe llegar a ser parte integral de nuestro entorno durante nuestras tareas diarias. Debemos ver a la persona que está frente a nosotros como a nosotros mismos y que nosotros somos esa misma persona. Debemos poder ver el proceso del inter-origen y la interdependencia de todos los acontecimientos, tanto de los que están sucediendo como de los que sucederán. Si nuestro amor es sólo un hacer para poseer, no es amor. La esperanza es muy importante porque puede hacer el momento presente más fácil de soportar. Si creemos que el mañana será mejor, podemos sobrellevar la vida actual. El problema está en ver la realidad tal cual es. Las personas le dan mucha importancia a las cosas negativas, lo que está mal... ¿Por qué no tratar de ver las cosas positivas, para llegar a realizar lo que se quiere hacer? Si en nuestra vida cotidiana podemos sonreír, si podemos ser pacíficos y felices, no sólo nosotros, sino todo el mundo se beneficiará con ello. Esta es la forma más básica de trabajar para la paz. En nuestra vida cotidiana estamos corriendo continuamente. No tenemos la capacidad ni la oportunidad de detenernos y observar profundamente la vida que llevamos, pero hemos de hacerlo, para poder comprenderla. El verdadero amor se compone de entendimiento. Es maravilloso estar vivo y gozar de la tierra. Cuando nos acordamos de hablar palabras que son verdaderas, amables y constructivas, estamos alimentando una flor maravillosa en nuestros corazones y ofreciendo su dulce fragancia a todo el mundo. THAY - EL AGUA Y LA OLA Cuando observamos el océano vemos que cada ola tiene un principio y un final. Aunque lleve la existencia de una ola, vive también la vida del agua. Si queremos que la ola sea libre y feliz debemos ayudarla a desprenderse de los conceptos del yo, la persona, el ser vivo y la duración de la vida. Una ola puede reconocerse por los signos: alta o baja, naciendo o desapareciendo, bella o fea. En el mundo de la verdad relativa, la ola se siente feliz al crecer y se siente triste al caer. Necesitamos del mundo relativo de la ola, pero para gozar de una verdadera paz y alegría, necesitamos también sentir el agua, la base de nuestro ser. Una ola no tiene que morir para convertirse en agua. Las olas no existen separadas del agua. -Thich Nhat Hanh. "El deseo de liberación puede ser muy noble pero sigue siendo un deseo, un impulso del ego. Es el ego que desea destruirse para ser más grande. Es el ego que desea humillarse para ser ensalzado. Es el ego que desea acabar con el ego para demostrar la austeridad de su persona y la disciplina de su práctica y todo lo que ha logrado. 'Cuando muera, no quiero que construyan una estupa
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