¿Qué es el Tantra? Preguntas comunes sobre el Tantra. Son muchas las preguntas respecto al tantra, que se ha confundido con el kamasutra. El tantra es una forma de vida mística que abarca el comportamiento humano en todos sus ámbitos, incluido el sexual. La palabra tantra, de origen sánscrito, se puede traducir como "la acción continua de entretejer". El tantra dice que el individuo puede reintegrarse con su fuente creadora, poniendo en práctica una serie de principios que activan su energía, permitiéndole conectarse con el todo, el universo, la vida. Sexualidad y tantra En el tantra, el sexo ocupa un lugar destacado, tiene una connotación sagrada y se desarrollan prácticas y ejercicios para potenciar la energía sexual en el individuo y en la pareja. Osho señalaba que “El hombre tiene siete centros, y cuando los centros de una mujer están en sintonía con los de un hombre, sienten una unión absoluta, una unidad”. La sexualidad, fuente de vida, es una herramienta que le permite al ser humano integrarse con el todo, es una fuerza poderosa y divina, que bien encaminada puede ser utilizada para alcanzar la iluminación y llegar a elevados estados de conciencia. No se trata de tener sexo por diversión; el cuerpo es el templo del espíritu y con la sexualidad se expresa la energía creativa, para transformarla en progreso espiritual. La sexualidad como meditación Swami Arhat, un seguidor de Osho, dice: “Si vas a hacer el amor, es importante que vivas el momento, te entregues, estés presente y respires profundamente. El tantra busca activar tus puntos energéticos con ejercicios de meditación que te permiten sensibilizar el cuerpo, calmar la mente, aquietar las emociones y entrar en contacto con lo divino, un elevado estado de conciencia. Es preciso que si eres mujer contactes con tu lado masculino para conocer a tu pareja, darle placer y conectar con él”. “Puedes meditar cuando haces cualquier actividad, pero la sexualidad con todo su poder se vuelve uno de los caminos más directos a la iluminación y a distintos y profundos estados de conciencia. Pero todo depende de la forma en que se practica. El compromiso, la dedicación y la seriedad con que se lleve a cabo la sexualidad hará más o menos efectiva su práctica”, asegura Arhat. El control de la eyaculación Dentro del neotantra hay muchos seguidores que practican el control de la eyaculación para mejorar la relación sexual y potenciar la energía masculina. Se trata de retener la excitación sexual a través del control de la respiración y valiéndose de técnicas de control muscular. Asimismo, el control eyaculatorio tiende a una mayor relajación y al disfrute más prolongado de la actividad sexual. En una relación sexual común y corriente, el final del acto es el clímax, el orgasmo. Pero sin llegar al orgasmo, la pareja puede tomarse más tiempo y explorar otras partes de sus cuerpos. En el tantra no hay un fin, sino un aquí y ahora, que te permite centrarte en el momento en que vives. Fuente: http://www.esmas.com/
Para saber más sobre: los Chakras, haga click aquí Para saber más sobre: Yoga, haga click aquí Significados del Tantra En Occidente, se hizo una interpretación literal de algunos textos, especialmente del tantrismo hindú y se dio paso a la idea masiva de que los ritos del tantra incluyen diversas prácticas sexuales a través de ejercicios que buscan despertar la energía kundalini mediante el coito sagrado o maithuná (término sánscrito que significa ‘acto sexual’) Esta interpretación literal del tantra se conoce como neotantra. Una concepción frecuente sobre el neotantra es verlo como el «tantra occidental», desarrollado a partir del siglo XX y relacionado en parte con la Nueva Era y el que se dio a llamar como «el yoga del sexo» o «yoga sexual». El tantra (en sánscrito: तन्त्र ‘tejido’, en el sentido de la continuidad) o tantrismo es cualquiera de las variadas tradiciones esotéricas basadas en las religiones de la India. Existe en variantes hindúes, budistas, jainas y bönpo. El tantra en sus variadas formas, existe en países como Birmania, Bután, Camboya, Corea, China, India, Indonesia, Japón, Mongolia Nepal, Pakistán, Sri Lanka y Tibet.
Según algunas fuentes, esta doctrina se basa en un conjunto de escritos llamados Tantra que —según la tradición— aparecieron aproximadamente en el siglo VI aec de la mano de Siddharta Gautama (el Buda histórico). Pero se cree que antes de los Vedas y posiblemente relacionado con las semillas del taoísmo que apareció en China), conoce la existencia de una religión y un shamanismo tántrico. El tantra es una de las tres escuelas más importantes del hinduismo contemporáneo (las otras dos son el shivaísmo y el vaishnavismo) y la principal dentro del Budismo Tibetano. De acuerdo con sus textos, que deben interpretarse a modo de metáfora, la fuerza creadora se expresa en el ser humano a través de la sexualidad y la integración de las actitudes masculinas y femeninas en cada persona. También existen técnicas de meditación y ritualización a través del acto sexual. Es también conocido como «la vía rápida» o «el vehículo del resultado», dado que un practicante de tantra aprende a hablar, sentir y conducirse ahora como si ya fuera un Buda que alcanzó la iluminación. Este enfoque es radicalmente diferente al resto de los caminos del yoga. Los textos que recogen las enseñanzas del tantra (llamados Tantras) están escritos en clave simbólica, en forma de poemas, lo que dificulta su comprensión sin la ayuda adecuada. Suelen estar redactados como un diálogo en el que el dios Shivá responde a las preguntas de su esposa Devī en los papeles de maestro y discípula. Habitualmente están estructurados en cuatro apartados: * gñana (‘conocimiento’) Uno de los grandes divulgadores en Occidente fue el juez inglés Sir John Woodroffe, quien a principios del siglo XX escribió numerosos libros sobre el tema, muchos de los cuales aún hoy se utilizan como referencia bibliográfica. También son reconocidos el maestro tántrico tibetano lama Thubten Yeshe y el Dalai Lama. La palabra tantra, de origen sánscrito, tiene varios significados: ‘telar, tejido, urdimbre, la parte esencial, el rasgo característico, armazón, doctrina, regla”, etc. Pero hay otra forma de traducirlo: tantra podría derivar de la raíz verbal tan (‘extender’). Así pues, tantra significaría ‘la doctrina a través de la cual se extienden o desarrollan algunos tipos de enseñanza’ o ‘la acción continua de entretejer’. El objetivo del tantra es la reintegración del individuo en la conciencia pura (que sería Śivá, la fuente original). Para alcanzar ese objetivo es necesario recorrer, en sentido inverso, el sendero de la manifestación. Y Śakti, la energía, es el vehículo mediante al cual la consciencia individual se une con la conciencia pura o divinidad. El final del camino de regreso es conocido como el despertar, un estado de «superconciencia». En Occidente, varias escuelas esotéricas enseñan y practican técnicas tántricas, aunque mezclados con nociones metafísicas, entre ellas el movimiento gnóstico del colombiano Samael Aun Weor, la escuela rosacruz de Arnold Krumm-Heller y algunos grupos de Osho. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Tantra
Breve historia del Tantra
Los Chakras: Cada chakra es una visión del mundo. Es un darshan. Es una perspectiva que organiza nuestros sentimientos, pensamientos y valores para relacionarnos con el mundo y actuar en él. La visión del segundo chakra está asociada con la imaginación, el deseo, la pasión, la dualidad y las polaridades, con el movimiento y el cambio, y, fundamentalmente, con la creatividad. El elemento asociado con el segundo chakra es el agua. Consideremos las cualidades del agua. El agua fluye y se mueve libremente, pero no corre hacia arriba de las colinas; por la fuerza de la gravedad, busca el punto más bajo, así como las sensaciones, bajo la presión del deseo, buscan una situación de empatía entre los opuestos, un nivel común en que los sentimientos similares pueden ser satisfechos. El agua no tiene forma determinada, como los sentimientos, que tampoco son permanentes. El agua es mucho más móvil que la tierra, pero, por medio de la repetición paciente y constante, el agua puede darle una nueva forma a la tierra. Los sentimientos pueden dar forma a los hábitos, pero el agua no es como el aire, así que hay un límite para la velocidad en que el agua puede moverse y la velocidad en que tú puedes moverte dentro del agua. Si alguna vez te has aventado desde un trampolín muy alto y te has caído de panza, el agua, que tiene naturaleza móvil, debió parecerte durante unos instantes un muro sólido. Las personas que funcionan fuertemente desde el segundo chakra y que se han abierto al mundo de los sentimientos, se mueven a la velocidad dictada por esos sentimientos. Si no se sienten listos para moverse, aun bajo la presión externa, no lo harán. Si consideran que ya están listos para moverse, aun cuando las condiciones externas no sean favorables, lo harán. Alguien dominado por la visión del segundo chakra ve el mundo en función de sus sensaciones, de sus deseos, sus impulsos, y busca satisfacer sus pasiones. La clave para caracterizar a alguien que vive desde el segundo chakra es que esa persona ve cualquier objeto que sea más largo que ancho como un objeto sexual. Ve todo como objeto sexual, porque el sexo, desde el segundo chakra, representa la búsqueda de una polaridad que la persona necesita para salir de sí misma, aunque en principio la desequilibre, y de la satisfacción que consiste en soltar la energía almacenada en esa polarización. A diferencia del primer chakra, cuya visión del mundo es singular, segura, aislada, el segundo chakra requiere de los otros. La sexualidad del segundo chakra no es la auto estimulación, sino la estimulación que se siente en relación con los otros. Cuando el segundo chakra está bien desarrollado, la persona tiene opiniones, sabe hacer distinciones, le gusta el rojo pero no el azul, prefiere el calor al frío; a su vida no le faltan los contrastes y contornos. Un segundo chakra que funciona bien pinta el mundo con pasión, motivación y opiniones. Prepara el camino para la compasión del cuarto chakra, porque a la persona le importan ciertas cosas y las quiere. El lenguaje del segundo chakra es sensual, colorido y tiene como objetivo la seducción del otro. Es flexible y fluido como el agua. Muchas personas entienden esto como tener habilidad para mentir o crear una historia para satisfacer la pasión. Es como el coqueteo: sin importar de qué estás hablando, en el coqueteo todo lo que se dice tiene connotación sexual. De hecho, el arte del coqueteo consiste en hablar sexualmente sin decir nada directamente sexual. Desde el punto de vista del yoga, las experiencias del segundo chakra dan una mínima muestra de lo que es la unión, el ir más allá del ser aislado y disolverse con, a través de y en el otro. El olvido momentáneo que ocurre en el éxtasis, en el punto culminante de la relación sexual, es prueba de un mayor estado de éxtasis, disponible cuando te sueltas y te sumerges en tu polaridad infinita, cuando tu parte finita e infinita tienen una relación cuyo resultado es un sentido creativo de conciencia. Esto se parece a lo que se dice en el Tantra, que usa la sexualidad como una forma de experimentar el espíritu. Sin embargo el Tantra Yoga que he asociado con el segundo chakra no es una entidad única. Yogui Bhajan ha dicho que hay tres tipos de tantra: el rojo, el negro y el blanco. El Tantra Rojo se relaciona directamente con la energía sexual, el coito y la estimulación sexual. Nosotros enseñamos estas técnicas en el contexto del matrimonio, cuando hay una relación comprometida, cuando dos personas se juntan en todo su ser. El Tantra Negro se refiere a la manipulación de las energías de la mente para desarrollar poderes sobre los otros. Es una satisfacción y magnificación de tus deseos que usa la capacidad de tu mente para aprovechar las polaridades, para proyectar y crear con intención de someter a otros a tu voluntad. El Tantra Blanco es el uso directo de la energía Kundalini. Está más allá del uso de la simple estimulación de los sentidos, más allá de la práctica de pranas simples. Es espiritual, viene desde el Infinito y se relaciona con el Infinito que hay en ti. La combinación de creatividad y pasión del segundo chakra es una de las razones por la cual los artistas suelen tener personalidades temperamentales y estar llenos de singularidades y caprichos. Un artista debe tener opiniones y pasión. Ve el mundo de una manera diferente. Desea algo y busca la manera de expresarlo, de darle nacimiento. Es un acto final del segundo chakra dar a luz, pasar por el canal intrauterino y finalmente llegar a la luz. En el segundo chakra están mezclados el deseo y el placer, el dolor y el esfuerzo, para finalmente dar a luz tu creación. Cuando todos los demás chakras están equilibrados en relación con el segundo, la sexualidad se vuelve divertida, variada, expresiva, y raras veces tiene las connotaciones de confusión, dificultad, dolor o perversión que parecen ir en aumento en nuestra cultura. La estimulación del segundo chakra es la forma más común de estimulación en nuestra sociedad. Se dice que todo se puede vender si le aumentas el sexo y por eso los comerciales presentan cuerpos sensuales recargados en autos lujosos, unas piernas y pies insinuantes que calzan cierta marca de zapatos, o una persona seductora que prueba algún bocadillo... Esto no significa que todos los autos, los zapatos o la comida te den buen sexo. Es que ver un objeto sexual te causa estimulación, te recuerda tus pasiones, tus sensaciones y se asocia con las pasiones más profundas de tu subconsciente. El símbolo clásico del segundo chakra tiene en su centro un animal que es un cocodrilo y una serpiente. Lo llaman Makra. Representa un tipo de monstruo o serpiente que viaja en las profundidades del océano, como los que trataban de evitar los marineros para que sus barcos no encallaran. Nuestra mente viaja en una pequeña barca sobre el océano inconsciente de nuestras sensaciones y emociones. Puede encallar en cualquier momento por el poder de una ola de emociones. Este símbolo nos advierte que, a pesar de todos nuestros pensamientos racionales e intelectuales, o nuestros planes sistemáticos, si no tenemos destreza y una buena relación con nuestras pasiones, nuestro barco puede voltearse. La investigación moderna ha descubierto que el pensamiento y las emociones van juntas, que nuestros recuerdos se almacenan en la mente tanto por la emoción que cargan, como por su significado o por otra forma de contenido. No es verdad que pensar es una función sin emoción. La división entre las emociones y pasiones expresada a través del segundo chakra, y los pensamientos y la capacidad de percibir que se reciben en el sexto chakra, están separadas. Se estimulan unas a otras. Los pensamientos e imaginación sobre diferentes cosas producen sensaciones y las sensaciones regulan el flujo, intensidad y credibilidad de los pensamientos. Si la marea sube, también sube el barco. Si una persona eleva su estado de ánimo y su capacidad de sentir, todas sus intenciones conscientes aumentan en claridad y contraste. Obtiene la habilidad de comprometerse de todo corazón en una acción, hacia una meta. El sistema sensorial conectado con el segundo chakra es el sabor. Sin pasión, la vida no tiene sabor. Y el sabor se obtiene por las mezclas acuosas de químicos que percibimos a través de nuestra lengua. Por ello es tan poderoso el arte de cocinar y combinar adecuadamente los diferentes sabores -dulce, salado, agrio, amargo, picante y astringente. Cada combinación de sabores puede provocar diferentes cualidades en las sensaciones y emociones. Un sabor te puede hacer sentir apasionado, otro anhelante, otro aletargado y listo para dormir. Cuando experimentas una gran pasión, los sabores en tu boca también cambian. En el yoga se dice que cuando te unes al infinito, tu cerebro produce amrit, un néctar dulce y el sabor de tu boca cambia. Una vez alguien me preguntó "¿Qué tiene esto que ver con los órganos sexuales, que se localizan más abajo en el cuerpo?" Para los tántricos, que entendían el uso de las polaridades para estimular la pasión, la lengua representa el órgano sexual masculino, y los labios de la boca, la entrada de los órganos sexuales femeninos. La vibración constante de esto al hablar es la producción de una semilla y esas semillas son la creatividad del mundo. Tú puedes crear en un nivel físico, directamente en el segundo chakra, con los órganos sexuales, o puedes crear a través de la palabra y la vibración. En ambos casos dominas el arte de mezclar las polaridades Cuando el segundo chakra está débil, el mundo parece plano. Hay poca pasión. Tú no tienes opiniones sobre las situaciones y tu cuerpo no presenta los efectos de la motivación, de amar los sentidos, del movimiento. Tu cuerpo tiende a estar constreñido, sin espíritu, insípido. Cuando el segundo chakra está sobreactivado no hay nada que no sea sexual. Todo se vuelve manía sexual. Las relaciones serán para satisfacer tus pasiones, sin importar lo que digas, como te justifiques, ni los sentimientos de la otra persona. A alguien con el segundo chakra sobreactivado le será difícil mantener una relación de negocios, constantemente cruzará los límites. No puede contenerse porque, diga lo que diga la otra persona, lo interpretará como estimulación sexual, como invitación a relacionarse de otra manera. Fuente: http://www.hispayoga.com/art10.htm
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La energía Kundalini En el marco del hinduismo, la kundalinī es una energía invisible e inmedible representada por una serpiente (o a veces como un dragón), que duerme enroscada en el mūlādhāra —el primero de los chakras (los siete círculos energéticos), ubicado en la zona del perineo—. Varias doctrinas utilizan este concepto de la kundalinī: el yoga, el tantra, el budismo, el taoísmo, el sijismo y el gnosticismo.
Representación simbólica Respecto a la representación simbólica de la kundalinī, anteriormente mencionada, cabría recordar que en muchas culturas la serpiente ha sido venerada como un animal sagrado. Así pues en la antigua civilización egipcia, la serpiente que los faraones llevaban en sus coronas, representaba su divinidad y alta iniciación (era símbolo de alta maestría). También en las culturas maya y azteca se veneraba a la serpiente emplumada (símbolo de la ascensión de la energía psíquica). En el Génesis de la Biblia la serpiente representa el conocimiento (como opuesto al dios Yahveh). También en los mismos mitos, está el ejemplo de la serpiente de los israelitas, que sanaba en el desierto. La serpiente aparece también representada en el conocido caduceo de Hermes, símbolo de la medicina. Doctrina La energía kundalinī subiría verticalmente por medio del fluido espinal, a través de la columna vertebral, atravesando todos los chakras y alimentaría el cerebro, modulando su actividad. Sería una energía evolutiva, y según el grado de activación en el individuo, condicionaría su estado de conciencia. La serpiente tiene su base en el mūlādhāra, enrollada tres veces y media alrededor de él, y allí se encuentra, normalmente, dormida. De modo que, tras obtener la apertura de los chakras, puede ser despertada con técnicas como el tantra y el kundalinī yoga. La finalidad del kundalinī yoga es, por tanto, despertar a la serpiente y desenroscarla, dirigiéndola hasta el Sahasrara (el chakra superior) para unir cuerpo y espíritu, en un intento de integrar los dos principios, habitualmente opuestos, de materialidad y espiritualidad, fusionando sus energías dentro de un cuerpo humano individual. En términos tántricos estos principios serían Shiva (el principio masculino o conciencia) y Śakti (principio femenino o energía). Para llegar a este estado, la serpiente kundalinī deberá atravesar 3 nudos principales: El primero es el nudo de Brahman, en el primer chakra. El segundo es el nudo de Vishnú, en el chakra del corazón. El tercero es el nudo de Shiva en el entrecejo. En cada uno de estos sitios, las tres corrientes de energía se juntan, se anudan y se enredan en un reino. En la medida en que la conciencia penetra el primer nudo, se empiezan a soltar los apegos a todas las sensaciones, los nombres y las formas de las cosas. Se establece una nueva relación con los sentidos y las sensaciones que se perciben a través de ellos. Antes de penetrar este nudo, cada sensación atrapa la mente, la cautiva, la distrae y para el practicante es difícil meditar o estar quieto. Todas las meditaciones que estimulan el punto del ombligo preparan el fuego que hace arder esa barrera y permite despertar más allá de su umbral. Finalmente, se llega a la tercera puerta, en el sexto chakra. Este nudo está más allá de los cinco elementos naturales. Es donde se entrelazan ida, pingala, shushumna y los demás nadis (ríos). Cuando se abre, la respiración se equilibra temporalmente en ambos orificios nasales y lleva más allá del sentido del tiempo y de la identidad terrenal. Entonces se dice que el trikuti, los tres ríos, te convierten en un tri kala jñā (el que conoce los tres tiempos [el pasado, el presente y el futuro]). El yogui ya no actúa sólo para este tiempo sino para todos los tiempos. Si el nudo sigue apretado, el practicante puede obtener poderes sobrenaturales, pero estará apegado a ellos. Según algunas religiones orientales, cuando un ser humano llegara al máximo desarrollo y activación de esta energía, conseguiría la iluminación, estado evolutivo en que se trascendería el ego y se desarrollaría la supraconciencia y el amor universal. El despertar de la kundalinī El gran objetivo de las prácticas yóguicas y tántricas es el desbloqueamiento de los nadis (‘ríos’) y el despertar de la energía kundalinī. No obstante, los instructores de yoga advierten sobre el peligro que acarrea un despertar prematuro de la serpiente. En este sentido, todos los grandes maestros espirituales, advierten a este respecto, la necesidad de no forzar nunca en absoluto esta energía. Tanto el tantra como el kundalinī yoga, son consideradas técnicas peligrosas. Por ejemplo, Swami Prabhavananda advierte acerca de los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración del kundalinī yoga: «A menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión adecuada pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar». Muchos yoguis advierten que la práctica del yoga puede poner en peligro la cordura de una persona. En algún libro sobre yoga se cuenta el caso de un practicante occidental de fines del siglo XX autodenominado Gopi Krishna que —sin guía— dijo haber despertado su kundalinī haciendo meditación en su chakra de la corona. Su vida después del despertar fue tan bendita por la dicha y la euforia como atormentada por la incomodidad física y mental. Con el tiempo su experiencia se estabilizó. Al describir el despertar de la kundalinī (el poder de la serpiente enroscada), Gopi Krishna registra su propia experiencia de la siguiente manera: «Fue variable durante muchos años, dolorosa, obsesiva... He pasado por casi todas las etapas de ... tipos de mente: mediúmnica, psicótica y otras; durante un tiempo estuve alternando entre la cordura y la locura». El flujo de la kundalinī Ida nadi El ida nadi es el lado izquierdo, el canal de la luna. Según los hindúes, da el poder de las emociones en su estado puro, proporcionando las cualidades de gozo profundo, amor puro, compasión y habilidades artísticas. Este lado es el más femenino de hombres y mujeres. Los problemas típicos del lado izquierdo son el apego emocional, la depresión, la baja autoestima, el sentimiento de culpa o el letargo. Pingala nadi El pingala nadi es el lado derecho, el canal del sol. Daría poder a la mente racional, que permite aprender y obtener la fuerza necesaria para superar los problemas mediante el esfuerzo. Es el lado más masculino de los hombres y mujeres. Los problemas típicos del lado derecho son el comportamiento egoísta o violento, la arrogancia y el orgullo. Shushumna nadi El shushumna nadi, el canal central; es el equilibrio de los otros dos canales. De esta manera se obtiene un enfriamiento del canal del Sol y un calentamiento del canal lunar, consiguiendo así un estado de equilibrio en el que la atención deja de pasar de un canal al otro, de la tristeza a la euforia, de la hiperactividad al letargo, y permanece siempre en el centro. Los chakras Según el hinduismo, el cuerpo humano tiene siete chakras principales, que se corresponderían con los plexos nerviosos del sistema autónomo, y que darían cualidades como la diplomacia, la compasión, la sabiduría y la creatividad. Inmediatamente después de la «realización espiritual», los chakras se activan y comienza el lento proceso de limpieza de toda la energía negativa acumulada durante años de actividades autodestructivas (como la drogadicción, el alcoholismo, la violencia, la ira o el fanatismo de cualquier tipo). Los beneficios son casi inmediatos; las pequeñas ansiedades se reducen y el gozo y la objetividad comienzan a manifestarse. En orden ascendente, los siete chakras son los siguientes: Chakra mūlādhāra (tierra) El primer chakra está situado debajo del hueso sacro, en el cual reside la kundalinī. Su aspecto principal es la inocencia, que es la cualidad que permite experimentar el gozo puro, sin las limitaciones de los prejuicios y los condicionamientos. La inocencia da dignidad, equilibrio y un fuerte sentido de lo correcto; una sabiduría intuitiva que está siempre presente en los niños, pero que poco a poco se pierde, debido a las condiciones de la vida moderna. Esta cualidad existe en todas las personas, y sólo está esperando el despertar de la kundalinī para manifestarse en toda su belleza y pureza. Chakra swadisthan (agua) El segundo chakra es el de la creatividad, el conocimiento y la atención puras. Es el que conecta con la fuente interna de inspiración y permite apreciar la belleza del mundo. El conocimiento puro que este chakra nos otorga no es mental, sino que es una percepción directa y absoluta de la realidad. En este centro se encuentra la capacidad de concentración y de atención. En el plano físico, cuida de la parte inferior del hígado, de los riñones y de la parte baja del abdomen. Chakra nabhi, o chakra manipura (fuego) El tercer chakra es el que da la cualidad de la generosidad y el sentido completo de satisfacción y felicidad. Cuando la kundalinī ilumina este chakra, proporciona rectitud y un sentido interno de moralidad, dando el equilibrio en las diferentes facetas de nuestra vida. Rodeando al segundo y al tercer chakras, se encuentra el Vacío, que establece el principio del maestro en nosotros. En muchas tradiciones espirituales se le denomina el «océano de la ilusión» (en la tradición india se llama Baba Sagara), que sólo se puede cruzar con la ayuda de una guía espiritual. Cuando la kundalinī despierta y pasa por el Vacío, el principio del maestro se establece en el yogui, que se convierte en su propio gurú (maestro o guía espiritual), con la capacidad de sentir sus problemas sutiles en la yema de los dedos, y de solucionarlos usando su propia kundalinī. Chakra anahata (aire) El cuarto chakra, el círculo del corazón, es el lugar donde reside el espíritu, el verdadero ser. Desde el corazón se manifiestan el amor y la compasión, y este chakra nos proporciona el sentido de la responsabilidad. En su parte central, a la altura del esternón, se manifiesta como completa seguridad y confianza en uno mismo. Todos nuestros miedos y temores se disipan cuando la kundalinī atraviesa el chakra del corazón. Chakra vishuddhi (éter) El quinto chakra es el de la diplomacia. Este chakra aporta la energía que se necesita para la comunicación con los demás. Su buen estado repercute en que las relaciones sean correctas y en que se puedan expresar las percepciones del corazón. Este chakra se obstruye con los sentimientos de culpa y cuando se culpa a otros con la propia arrogancia (es decir, cuando se falta a la dignidad propia o ajena). Chakra agnya (luz) El sexto chakra se encarga del perdón y la compasión, y permite trascender de la conciencia mental pensante a la conciencia espiritual nirvichara (en sánscrito, ‘sin pensamiento’). Cuando este chakra se abre, entendemos el verdadero significado del perdón, al igual que nos hacemos conscientes del mal que nos hace el odio y el rencor. Estos últimos son incompatibles con la paz y el amor a los que un ser humano aspira desde el interior noble de su espíritu. Chakra sahasrara El séptimo centro integra los seis anteriores con todas sus cualidades y aspectos. Representa el último escalón en la evolución de la conciencia humana. Igual que el chakra swadisthan, el chakra sahasrara da la percepción directa de la realidad, conseguida mediante la realización, a través del despertar espontáneo de la kundalinī. Una vez atravesado el tercer nudo, por fin, la serpiente se alza, se armonizan todos los chakras, y la luz del conocimiento desciende para unirse a la serpiente que se eleva hacia el sahasrara, hasta ser absorbida por él. En ese momento la conciencia individual se une a la conciencia universal y penetra en un estado de conocimiento, bienaventuranza y liberación final. Sólo el verdadero iluminado es capaz de despertarla cuando quiera y cuantas veces quiera. Y hay que decir que muy pocos yoguis logran grandes resultados, aunque muchos pasan toda su vida intentando conseguir al menos un instante de la kundalinī despierta. El método concreto y explícito del despertar de kundalinī no se enseña a cualquiera. Son prácticas que se transmiten a discípulos aventajados, y sólo debe ejercitarse bajo la dirección de un maestro experto, pues, así como la serpiente puede resultar enormemente gratificante, también es un arma poderosa y peligrosa si no se utiliza del modo adecuado. Despertar la kundalinī sin haber sanado los chakras sería muy arriesgado. Un dicho tántrico afirma: «Aquello que crees que libera, esclaviza, y aquello que crees que esclaviza, libera». Mantras del kundalinī yoga * oñ namo guru dev namo * aad gurey namah, jagaad gurey nameh, sat gure nameh, shri guru deve namah * sat nam Fuente: http://es.wikipedia.org/ Shakti, la energía femenina. En el marco del hinduismo, el término sánscrito śakti designa a la energía o potencia activa de un deva (dios masculino), personificada como su esposa. En su origen toda divinidad femenina del hinduismo ha sido llamada Devī y ha sido asociada con la fertilidad, luego cada devī y su potencia se ha entendido como śakti. De este modo cada śakti es entendida como un aspecto de la Gran Diosa (Durgā o Kali). Se supone entonces que cada śakti en cuanto devi (diosa), es complementaria a un deva (más aún, se supone que es la energía de cada deva). * energía El credo śakta El credo śakta es uno de los grupos religiosos del hinduismo. Se guía por los textos tántricos. Los śāktas adoran a Śakti en alguna de sus múltiples formas, y también como una vulva (tanto de manera simbólica como real). En el śivaísmo De acuerdo con el Vāyu Purāna (uno de los seis Purānas que alaban a Śiva), la naturaleza femenina de Rudra de dividió en dos mitades: una asita o blanca, de naturaleza dócil (como Lakshmī, Sáraswatī, Gaurī, Umā) y otra sita o negra, de naturaleza salvaje (Durgā, Kālī). En el tantra Según el tantra, el ātmā (el alma de cada individuo) es coalescente con una śakti, y la liberación (mukti o mokṣa) se produce mediante maithuna (coito) por el cual se re-une el ātma-śakti con el Dios masculino (Śiva u otros). En la psicología moderna Aparte de las explicaciones religiosas del hinduismo, el psicoanálisis freudiano-lacaniano y la psicología profunda de Jung explican de distintas maneras la noción de la śakti. En el yunguismo la śakti coincide en gran medida con la llamada Anima. Según la antropología estructuralista, el concepto de la śakti como energía femenina que da vida a todo, es expresión de una subestructura inconsciente que existe en todas las culturas. El sabio Śakti En la mitología hindú, el sabio Śakti era un muni, el mayor de los hijos del sabio Vaśishtha, aunque en algunos textos tiene el patronímico Jātukarna y Sāmkriti. Venció a Viśwa Mitra Muni en el sacrificio del rey Saudāsa. De acuerdo con el Vāyu Purāna, era padre de Parāśara Muni (el padre de Vyāsa, el mítico autor de los Vedas). Es considerado autor de los versos 7.32.26, 9.97.19 a 21, 9.97.108.3, 9.97.108.14 a 16. Se identifica a Śakti Muni con uno de los Vyāsas y también con Alokitéśwara. Fue devorado por el rey Kalmāsha Pāda, quien se había convertido en un monstruoso rākshasa (caníbal) debido a la maldición pronunciada por el ‘poderoso’ sabio. Fuente: http://es.wikipedia.org/
DISTINTAS NOCIONES DEL TANTRA Para el Tantra, la vida es un proceso continuo en el espacio y el tiempo, sin hiatos entre todas las formas de vida. El Universo en Conciencia y Energía asociadas. El Tantra considera que cada célula es un ser viviente, consciente por sí mismo, dotado de un psiquismo, de emociones, de memoria, es decir, de una conciencia lúcida. Así, la conciencia es una propiedad de todo el cuerpo, no sólo del cerebro, porque “todo lo que está aquí está en todas partes “. La Conciencia es una dimensión del Universo. Para el Tantra, el Universo es real y el tántrico se integra en él para percibir su realidad profunda, ya sea espiritualizando la sexualidad, concebida como pulsión creadora última, ya sea por otras vías, como la contemplación de la Madre cósmica o del mar de los orígenes. Con y en su cuerpo-universo el tántrico se unirá concretamente a esos principios cósmicos para sentir la divinidad de la carne consciente e inteligente. El cuerpo es la piedra angular del Tantra. El cuerpo real es un universo de una complejidad extraordinaria. El cuerpo vívido es una simple imagen, un esqueleto, una construcción mental, y es el único aspecto que el individuo conoce. El cuerpo es producido y animado por una Inteligencia creadora, la misma que suscita y preserva el Universo, desde la más ínfima partícula subatómica a las galaxias. El cuerpo guarda potencialidades insospechadas, energías extraordinarias que la práctica del Tantra despierta y desarrolla. Uno de los objetivos del Tantra es poner al yo empírico en contacto consciente y confiado con la Inteligencia superior del cuerpo. Es una clave secreta del Hatha Yoga. Enriqueciendo mi cuerpo vívido puedo acercarme más a la Sabiduría última del cuerpo real. Detrás de una aparente inmutabilidad relativa, encierra un proceso, un acontecimiento importante. Parte del cosmos en movimiento, cambia a cada instante. Su esencia es un dinamismo inteligente vinculado con el todo. El mundo de los objetos y de los seres no está hecho de unidades aisladas, sino más bien de procesos dinámicos en perpetuo cambio unitario. En este contexto, el acto sexual tántrico es vivido de manera muy diferente al ordinario, el profano. En el Tantra, no es el hombre el que “hace el amor” con la mujer sino que dos universos se unen. El hombre y la mujer están conectados entre sí, los intercambios se hacen en todos los planos. En lugar de estar centrado en su placer egoísta, cada uno se abre al universo corporal del otro como al suyo propio. El orgasmo no se rechaza, pero no tiene importancia real, ni para Shakti ni para Shiva. El coito tántrico, ritualizado, sacralizado, crea así una relación diferente del contacto profano, gracias a esta actitud contemplativa del otro y del acontecimiento que constituye la unión. El amor sexual se convierte en revelación. Mucho antes de que se produzca el orgasmo masculino, ambos, el hombre y la mujer, se funden verdaderamente uno dentro del otro. La relación contemplativa inmóvil prolonga los intercambios casi indefinidamente, frena el orgasmo masculino sin molestias ni obligar al hombre a apartar forzadamente su atención del acto. Además, una vez habituado a este enfoque, se podrá ser muy activo, durante mucho tiempo, gratificando así a la mujer con un máximo de estimulación. Durante ese contacto prolongado, la relación sexual evoluciona en tres planos: * En el momento último de la experiencia, el Tantra toma en sentido literal lo que sucede en el psiquismo, pues no percibe ninguna frontera entre el psiquismo humano y el psiquismo cósmico que engloba las estrellas. El ser no está limitado al presente: se inserta en un proceso eterno. Fuente: http://www.sexovida.com
EL RITUAL MAITHUNA Maithuna se traduce como coito, aunque designa el acto de unión con Ma (el Poder Primigenio). Maithuna es la unión de Shiva y Shakti. Así, el acto sexual amoroso es usado como meditación para proyectarse a niveles más sutiles y crecer en conciencia. Es la cópula cósmica de Shiva y Shakti realizada en el interior de la yoguini y el yogui. El sexo, aquí, deja de ser biológico para ser místico, iniciático. Si bien este ritual puede variar, los tantrik seleccionan un lugar limpio, agradable y con buena ventilación, sumido en la semipenumbra y, preferiblemente, con una luz violácea que se proyecte sobre el cuerpo de la mujer. Previamente se han preparado los elementos que intervienen en el ritual: la carne, pescado, cereales, vino. Se preparan porciones reducidas. El quinto elemento es el éter, es la mujer. Como ya explicamos, estas sustancias servirán para que los practicantes se puedan identificar con los elementos de la naturaleza y, en unión con el cosmos, penetrar en regiones más allá de su experiencia cotidiana. En la habitación, debe haber también una cantidad adecuada de flores o plantas, velas y varitas de sándalo o almizcle que perfuman el ambiente. Los participantes deben bañarse, higienizando cuidadosamente su cuerpo, especialmente la zona genital, así, con una piel limpia, las energías pueden fluir libremente. La mujer se suelta el cabello, se perfuma el cuerpo y se viste con cómodas prendas de tono rojizo o rosáceo. El hombre también se viste con ropa cómoda que, al igual que la de ella, debe ser de tejidos naturales. Se adopta una actitud meditativa, por unos minutos, se controla la respiración, se silencia la mente, se repite el mantra, potencia su aspiración, se concentra en el chakra de la base de la columna (el que rige la libido), visualiza a su Shakti interior en el abrazo con su Shiva interior. Purificados el cuerpo, la mente y la motivación, todo está ya dispuesto para el comienzo del rito. Hombre y mujer se sientan uno al lado del otro. Si el hombre desea hacerlo, pronuncia algunos mantras. Vierte el vino en las copas y ambos beben al mismo tiempo. El tantrik repite algunos mantras. Se saborean los alimentos. Luego de que la pareja ingirió los alimentos, se desnudan y llega la opción de qué posición adoptar para hacer el amor. Las posturas de Maithuna son: * Purushayita, en que la mujer está encima del hombre, estando éste con sus piernas estiradas; Cabe señalar que se desaconseja la postura que parece ser la más habitual en occidente – hombre sobre mujer (posición del misionero)- porque no facilita el control seminal. Tras ello, se inicia el intercambio entre hombre y mujer que se visualizan mutuamente como su Shiva y su Shakti respectivos. Se acarician, se recorren los cuerpos, emitiendo sus mejores energías y realizan así, un intercambio energético muy poderoso que el tantrik puede condensar en la base de su columna y experimentar ascendiendo a lo largo de la espina dorsal, abriendo los chakras. Continúa el intercambio hasta que, en un determinado momento, el sadhaka penetra a la shakti (usando una de las posturas ya mencionadas). En la posición adoptada permanecen tranquilos, plenamente comunicados. El hombre, siempre cercano al orgasmo, lo demora con gran control. En ningún momento debe perder el control de la respiración. La mujer puede tener cuantos orgasmos desee y el hombre, cuando así lo determine conscientemente, desencadenará el suyo propio. En ese momento, debe suspender su respiración, abrir al máximo la conciencia, sentir que penetra y se absorbe en la Shakti misma, dejar su mente en silencio, expandirse hacia el espacio sideral, despersonalizarse y usar el éxtasis amoroso como vehículo hacia el Ser. Además, es preciso saber que el tantrik que realiza la ceremonia del maithuna debe dominar su mente a la perfección, su respiración y su semen porque junto con la respiración y mente son facetas de la misma energía. El control sobre una de estas funciones implica el control de las otras. El sadhaka mira a la mujer en todo momento como la portadora del poder cósmico; si éste falla en alguna prescripción ritual, debe ser suspendido el rito. El sadhaka busca la inmovilidad shivaica (inmovilidad de mente, respiración y semen). Al momento del orgasmo, el practicante lleva la lengua hacia atrás, tanto como puede y suspende la respiración, deteniendo los pranas y, mediante la retención del semen, potencia la ambrosia energética del éxtasis. Hay maestros tántricos que sostienen que, si la eyaculación acompaña al orgasmo, pero la relación sexual ha sido plenamente shaktica, con absoluta comunión entre los participantes y con implicancias mucho más elevadas que las meramente fisiológicas, se rescata la luz del semen (quintaesencia seminal) que va hacia lo alto y favorece la ascensión de la energía y un estado mental de intuición del ser. Es mediante las prácticas del Hatha Yoga que es posible controlar la musculatura que permite acceder al orgasmo, sin eyacular. Los mudras, los bandhas o técnicas de control muscular, son los medios para lograr esto. Sin embargo, tal retención carece de valor si antes no se ha conseguido la contención del pensamiento. Otra práctica habitual de los tantrik es la expulsión del semen seguida de una poderosa reabsorción tanto del semen como de los humores femeninos; esto, gracias a la práctica de la técnica yogui de vajroli-mudra, que permite adiestrar los músculos de tal modo que pueda originarse un vacío interior capaz de succionar cualquier líquido por su uretra. Por último, la preparación previa a la relación tántrica puede adquirir características muy rigurosas dependiendo de las escuelas: la Sahajiya recomienda que el hombre duerma en la misma alcoba con la mujer durante 4 meses en camas separadas; otros 4 meses en la misma cama sin mantener ningún tipo de contacto y finalmente la celebración del rito. Hay escuelas que agregan otra fase, la de tener contactos de ternura física, excluyendo el contacto genital hasta que, finalmente, se pueda llegar a la relación completa. Durante el rito, pueden asimismo efectuarse visualizaciones tántrico-iniciáticas muy diversas. El hombre puede llegar, a través de diversas visualizaciones, a vivir su propia estancia en el vientre materno y su propio nacimiento. LOS RITUALES Y LAS POSTURAS DE MAITHUNA La Yonipuja es la adoración por excelencia. Las mujeres aptas para este rito son las lascivas, hasta las libertinas (pramada), y deben haber superado todo falso pudor. Con frecuencia, oficia la shakti del gurú o la compañera del adepto. Al comienzo de la adoración, Shakti, se coloca en el centro del mandala, en general un triángulo, símbolo del yoni (genitales femeninos) cósmico, incluido en un círculo. Luego, el sadhaka, le ofrece una bebida afrodisíaca, llamada vijaya (se supone que es una bebida mezcla a base de cáñamo). La intención explícita es erotizar a Shakti al máximo, exacerbando su energía sexual. Después de haber cumplido el ritual preparatorio, compuesto de mantras y de vocales sin contenido conceptual, empieza la primera parte de la Yonipuja. La yoguini se sienta sobre el muslo izquierdo del adepto, que comienza a adorar su yoni sakuntala, es decir, no afeitado. El adepto, entonces, unta el yoni con un pasta de sándalo de perfume delicado, así el yoni asemeja a una flor encantadora. Luego, el adorador le ofrece una nueva copa de vijaya y le pinta el ardhachandra (la media luna) con bermellón en medio de la frente. A medida que el adepto traza la media luna, la pareja toma conciencia de las fuerzas lunares presentes en shakti. Luego Shiva pone las manos sobre los pechos de Shakti, e impregnándose del aspecto maternal de la Shakti cósmica, pronuncia 108 veces la bhagabija (el sonido- raíz de la vulva), que, en general, es hrim. Al fin, el adorador hace todos los gestos y contactos que puedan excitar a Shakti al máximo: le acaricia largamente los pechos, las nalgas, luego el yoni. En la Yonipuja, la excitación de Shakti, que se propaga a Shiva, provoca una abundante secreción del fluido, la “esencia sublime“, es decir, las secreciones vaginales y despierta las energías sutiles, “pránicas“, que ejercen una función esencial en el desarrollo de la puja. Aquí se sitúa la parte central de la puja. A su vez, Shakti unta el lingam (falo, pene) con la pasta de sándalo, de perfume afrodisíaco y de color azafrán. El gurú, siempre presente, cuida la correcta celebración del ritual. Sólo entonces, el lingam es insertado en la yoni. En este rito, la parte esencial depende de la absorción recíproca de la “esencia sublime”. Añadiendo sus propias secreciones lubricantes a los líquidos originales, el lingam contribuye a mojar abundantemente el yoni. Los dos fluidos se mezclan y los tántricos creen que la yoguini y el yogui los absorben: Shakti por ósmosis a través de la mucosa vaginal. Shiva, gracias a vajroli. Durante el Maithuna, la pareja medita sobre la potencia creadora así despertada en el vientre de la mujer y en el hombre y adoran a la Energía Cósmica. La duración de la unión yoni-lingam no es apurada. Después de la unión ritual, Shiva rinde homenaje respetuoso al yoni, que la yoguini, acostada de espaldas, ofrece a su vista y a su adoración. El discípulo pone con el dedo un poco de líquido vaginal y hace con él un tilaka, el punto que las mujeres indias llevan en la frente, a su compañera de rito, aún sumida en el éxtasis, así como en su propia frente. El acharya (oficiante) hace lo mismo; luego la pareja hace una reverencia y lo adora porque su presencia les ha ayudado a controlarse durante todo el ritual y a preservar su carácter sagrado. Antes de la realización del Maithuna, el adepto traza donde la unión tendrá lugar, un triángulo rojo y, en su centro, el punto-simiente, el bindu. Después, medita sobre el simbolismo del triángulo invertido y del bindu. Luego, repitiendo su mantra, proyecta mentalmente la imagen de Shakti en el triángulo, hasta sentir que la mujer concreta, su compañera en el rito, encarna verdaderamente a Shakti, la energía cósmica femenina. Después, visualiza su yoni y se absorbe en su significación cósmica en tanto puerta de entrada de toda vida. Se conecta con el potencial sexual de Shakti y luego visualiza el triángulo blanco, con la punta hacia arriba, y lo superpone imaginariamente al triángulo femenino rojo. El bindu, punto central del triángulo de Shakti superpuesto al triángulo masculino, simboliza la fusión íntima de los principios cósmicos de Shakti y Shiva. El adepto percibe así lo sagrado de la unión de los sexos, mientras repite el mantra que le ha dado el gurú. *Nota del Dr. Sapetti: se ha tomado como base una recopilación de material bibliográfico relativo al tema, con sus textos incluidos, de Lía Rodríguez de la Vega, a quien se le agradece el rico material, que se irá publicando en partes, debido a su extensión. Si desea conocer más acerca de este tema, puede consultar la siguiente bibliografía: - Van Lysebeth, André; Tantra, el culto de lo Femenino, Editorial Urano, Barcelona, 1990. - Calle, Ramiro A.; Tantra. La vía secreta del amor y la erótica mística, Editorial Sirio, Málaga, 1986. - Varenne, Jean; El Tantrismo o la sexualidad sagrada, Editorial Kairós, Barcelona, 1985. Fuente: http://www.sexovida.com/
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