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Silvia
Freire
es argentina y vive en Buenos
Aires, Capital Federal.Escritora,
conferencista conductora de TV, columnista de radio,y guía de
un nutrido grupo de personas a las que acompaña en el camino hacia
la plenitud.
Estas actividades son distintos aspectos de su única
función, que es la de llegar a la gente con un mensaje de cambio
personal, autoeducación y crecimiento
espiritual.
Su
mensaje está orientado hacia el trabajo personal y el cambio a
partir de la auto-observación. Se basa en distintas herramientas de
auto-conocimiento y superación, y el Curso de Milagros como medio
fundamental para el cambio
interior.
Ha escrito varios libros y dado múltiples conferencias
en distintos puntos del país. |
REFLEXIONES DE
SILVIA
FREIRE:
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Lecciones 199 a 205 - Un Curso de Milagros
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Lección 199 (18 de julio) : "No soy un cuerpo. Soy libre."
No podés ser libre mientras te percibas como un cuerpo, porque el cuerpo es un límite. La mente puede ser libre cuando deja de verse como que está dentro de un cuerpo, atada a él; si esto fuera así, la mente sería vulnerable. Es esencial para tu progreso que aceptes la idea de hoy y la tengas en gran estima. No te preocupes si al ego le parece descabellada; el ego tiene en gran estima al cuerpo poque vive en él, y no puede vivir sino unido al hogar que construyó. Es parte de la ilusión que ayudó a mantener oculto el hecho de que el ego también es ilusorio. Ahí (en el cuerpo) se esconde. Declará tu inocencia y te liberás.
Poné en práctica esta idea hoy y cada día. Hacé que forme parte de cada sesión de práctica, porque no hay pensamiento cuyo poder de ayudar no aumente con esta idea.
El Espíritu Santo es el hogar de las mentes que buscan la libertad. El propósito del cuerpo deja de ser ambiguo; es un instrumento para la mente y el Espíritu Santo y al no poder esclavizar, se vuelve un digno servidor de la libertad que persigue la mente que mora en el Espíritu Santo .
Sé libre hoy, y entregá el regalo de la libertad a todos los que creen estar esclavizados en el interior de un cuerpo. Permití que el amor reemplace sus miedos a través tuyo. Aceptá la salvación ahora, y entregale tu mente a Aquel que está esperándote, y quiere darte perfecta libertad, perfecta dicha, perfecta realización en Dios. Vos sos el Hijo de Dios, ¿no te gustaría retornar a él ahora? Practicá entonces este pensamiento que el Espíritu Santo te da para hoy. Dios extiende Su amor y felicidad cada vez que decís:
"No soy un cuerpo. Soy libre.Oigo la Voz que Dios me ha dado, y es sólo a esa voz que mi mente obedece"
Lección 200 (19 de julio) : "No hay más paz que la paz de Dios."
Dejá de buscar. No encontrarás otra paz que la paz de Dios. Aceptá este hecho y te ahorrarás sufrir más amargos desengaños, desesperación o duda. Dejá de buscar. Sólo podés hallar la paz de Dios, a menos que busques infelicidad y dolor.
A este punto tenés que llegar para dejar de lado la esperanza de hallar felicidad donde no la hay. Con facilidad podés pedir amor, felicidad y paz sin fin; pedí esto, y sólo podés ganar, porque estás pidiendo lo que ya tenés. Pedir lo que es falso te lleva al fracaso. Perdonate a vos mismo tus vanas imaginaciones, y dejá de buscar lo que no podés encontrar. Regresá a casa; jamás encontraste felicidad en otros lugares. No te corresponde estar en el mundo, aquí sos un extraño; pero tenés los medios a través de los cuales el mundo deja de ser una prisión: cambiar de parecer con respecto al propósito del mundo y verlo como un lugar bendito, liberando de tus errores a cada hermano y honrándolo como lo que es realmente. Vos no lo creaste, ni a él ni a vos mismo.
El perdón en verdad no tiene función en el Cielo, pero en la tierra ayuda al Hijo de Dios a escapar de los sueños de maldad que él cree reales.
La paz es el puente que todos tenemos que cruzar para dejar atrás este mundo; pero se empieza a tener paz cuando se lo empieza a percibir de otra manera, lo que nos conduce a las puertas del Cielo. No volvamos a perder el rumbo hoy; hacia allí nos dirigimos, y el camino es recto. Sólo Dios es seguro; y Él guía nuestros pasos. Ahora reina el silencio; dejá de buscar. Llegaste adonde el camino está despojado de falsos deseos, y ya ves el Cielo a tu alcance.La paz es unión, si procede de Dios. Ya abandonamos toda búsqueda, y estamos en nuestro hogar cada vez que repetimos:
"No hay más paz que la paz de Dios, y estoy contento de que así sea"
SEXTO REPASO:
Usaremos sólo una idea por día, y la repetiremos tan a menudo como podamos. Además de 15 minutos al despertar, y lo mismo por la noche, y de recordarla al inicio de cada hora, usá la idea tan frecuentemente como puedas, aplicándola a todo cuanto te suceda a lo largo del día.
Cada una de estas ideas puede salvarte, a vos y al mundo, de cualquier clase de cautiverio, e invitar de nuevo al recuerdo de Dios.
El tema central de este repaso, con el que empezamos y concluímos cada lección es: "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó".
Nos recuerda que tenemos una función que trasciende el mundo que vemos.
Tratá en este repaso de abandonar todo aquello que abarrota la mente y la hace sorda a estas ideas.Nos proponemos ir más allá de las palabras y de las distintas maneras de practicar. Sólo cerramos los ojos y nos olvidamos de lo que creímos saber y entender; así es como nos liberamos de ello.
La excepción a esta estructura es que no hay que dejar pasar ni un pensamiento trivial sin confrontarlo. Negá su dominio sobre vos, y decile a tu mente que no es eso lo que querés, reemplazándolo con la idea del día. Si la tentación te asalta, decite:
"No quiero este pensamiento. El que quiero es ....." y repetí la idea del día.
Le entregamos estos momentos de quietud al Maestro que nos enseña en silencio y nos habla de paz.
A Él le ofrezco este repaso por vos. Te pongo en Sus manos, y dejo que Él te enseñe qué hacer, qué decir y qué pensar cada vez que recurras a Él, que siempre está a tu disposición.
Lección 201 (20 de julio) : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"Confío en mis hermanos, que son uno conmigo."
No hay nadie que no sea mi hermano. Fui bendecido con la unidad de la que gozo con el Universo y con Dios, mi Padre, el único Creador de la totalidad que es mi Ser, el cual es eternamente uno conmigo.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
Lección 202 (21 de julio) : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"Permaneceré muy quedo por un instante e iré a mi hogar."
¿Por qué habría de elegir quedarme un sólo instante más donde no me corresponde estar, cuando Dios Mismo me ha dado Su Voz, la cual me exhorta a retornar a mi hogar?
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
Lección 203 (22 de julio) : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"Invoco el nombre de Dios y el mío propio."
El nombre de Dios es mi liberación de todo pensamiento de maldad y de pecado porque es mi nombre, así como el de Él.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
Lección 204 (23 de julio) : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"El nombre de Dios es mi herencia."
El nombre de Dios me recuerda que yo soy Su Hijo; que no soy esclavo del tiempo; que no estoy sujeto a las leyes que gobiernan el mundo de las ilusiones enfermizas, y que soy libre en Dios y eternamente uno con Él.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
Lección 205 (24 de julio) : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"Deseo la paz de Dios ."
La paz de Dios es lo único que quiero. La paz de Dios es mi única meta, la mira de todo mi vivir aquí, el fin que persigo, mi propósito, mi vida y mi función, mientras habite en un lugar que no es mi hogar.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
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