de sus reflexiones, afable lector y lectora, hallarás gratas gemas de sabiduría y autoconocimiento que te resultarán deleitables y útiles.
Julio Andrés Pagano: Tengo 38 años, estoy casado y soy padre de dos hijos varones, de 6 y 17 años. Vivo en Olavarría, una ciudad de unos 140 mil habitantes situada en el centro de la provincia de Buenos Aires (Argentina), lugar donde nací.
Mi vida transcurrió en un ámbito ligado a las comunicaciones, ya que mi familia era accionista de un diario y de un canal de televisión por cable. Durante mi infancia, mi vida transcurrió –sin sobresaltos- en el seno de una familia tradicional, de clase media, con formación cristiana, donde fui educado con mucho amor junto a mis tres hermanos (dos varones y una mujer).
Licenciado en Marketing y terapeuta transpersonal dicen los títulos que recibí, aunque estudiar no estaba dentro de mis metas, ya que desde chico me molestaba ver que las personas respetaban a los demás por sus diplomas, en vez de por cómo eran como personas.
Los libros no dan sabiduría, sólo conocimiento. El verdadero aprendizaje, el que realmente transforma, es vivencial, de ahí que ingresara a la universidad los 28 años, sólo para que mi madre se quedara tranquila, ya que ella decía que lo único que nos podía dejar –sin que otros no lo sacaran- era un estudio. También lo hice como una forma de demostrarme que era capaz de terminar algo, ya que en mi avidez por conocer emprendía muchas cosas pero nunca las terminaba.
No puedo precisar fechas, pero creo que mis inquietudes espirituales están desde siempre, sólo que en su momento no las llamaba “espirituales”. Entendía que eso era lo normal por el simple hecho de ser espíritus viviendo una experiencia humana. Desde muy chico tuve en claro que la muerte formaba parte de la vida, y que sólo estaría de paso en la Tierra.
Carmelo Urso: Julio, en uno de tus textos, expresas: “El valor del mensaje está en su poder de transmutación, en su fuerza para impulsar los cambios. El mensajero es como la baranda de una escalera, cumple una función, constituye un medio para ayudar a elevarnos”. ¿De qué mensaje te sientes emisario? ¿Elegiste ser mensajero o el mensaje te eligió para elevar tu nivel de consciencia y el de tus lectores y lectoras?
Julio Andrés Pagano: La síntesis de lo que expreso es que llegó el tiempo de abrir el corazón para vibrar en el amor. Al no haber divisiones, elegí y fui elegido. Los mensajes surgieron como una forma de impulsar la vibración de la visión que recibí hace casi 8 años, la cual dio vida al proyecto del parque temático “Despertar”, que en esencia es una moderna unidad de consciencia que concentra lo mejor del hombre.
Juego a recordar gracias a que otros juegan a olvidar. Interpretamos papeles |