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Según el hinduismo y algunas culturas asiáticas, los chakrás son seis o siete centros de energía (invisible e inmensurable) situados en el cuerpo humano.Localización de los siete chakrás en el cuerpo humano.
Siete chakrás y cinco elementos del tantra.La palabra sánscrita chakrá significa ‘rueda’ o ‘círculo’.
Según el Sanskrit-English Dictionary del británico Monier Monier-Williams (1819-1899), los chakrás no son siete sino seis:
1.- Mula-adhará (‘sostén de la raíz’), la zona cerca del pubis.
2.- Sua adhishthana (‘su-propio lugar-de-estar’), la región umbilical.
3.- Maní-pura (‘joya-ciudad’), la punta del estómago o epigastrio.
4.- An-ajata (‘no-herido’ o ‘no-golpeado’), la raíz de la nariz. |
5.- Vi-shuddha (‘muy puro’), el hueco entre los senos frontales (dentro de la nariz).
6.- Agña-akhia (‘conocer por el entendimiento’), el bregma (unión de las suturas coronal y sagital, en el cráneo); en esos huecos se supone que existen varias facultades y divinidades.
Orígenes y desarrollo: En el Brahman upanishad y el Yoga tattua upanishad, dos antiguos Upanishad hinduistas (de los últimos siglos antes de la era vulgar) se menciona fugazmente a los chakrás. También en la creencia vashraiana del budismo tibetano (aproximadamente de la misma época) también se los menciona.
Hay otros varios modelos de chakrás en otras tradiciones, incluyendo la medicina china, la cábala judía y el sufismo islámico.
En Occidente: a fines del siglo XIX, la teosofía —en su acercamiento al hinduismo— mostró un creciente interés por los chakrás. Hay una extensa literatura acerca de estos temas, sin ningún fundamento científico.
En la creencia teosófica tántrica tiene importancia un libro muy detallado, escrito por Arthur Avalon (nombre artístico del británico John Woodroffe), titulado The Serpent Power (El poder de la serpiente, en español), que dice ser la traducción de dos textos hindúes, el Shat chakrá nirūpana (‘apariencia de los seis chakrás’)
A fines del siglo XIX, Woodroffe —pese a sus posturas preternaturalistas— suponía que los chakrás se correspondían en gran medida con los plexos nerviosos. Otros han supuesto una relación con algunas glándulas endocrinas, por lo que atribuyen a la ejercitación de los chakrás la generación de algunas hormonas.
Estas ideas fueron desarrolladas por el controvertido C. W. Leadbeater en su libro Los chakrás, que se refiere a su propia reflexión sobre el tema. Después, muchos escritores contemporáneos han escrito su opinión acerca de los chakrás con grandes detalles (que generan una impresión de verosimilitud), incluyendo la razón de su apariencia y sus variadas funciones.
Los chakrás se encuentran en los cuerpos sutiles del ser humano, llamados kāma rupa ('forma del deseo') o linga sharira (‘cuerpo simbólico’).
Su tarea sería la recepción, acumulación, transformación y distribución del prana (‘aire’ dentro del cuerpo, que en Occidente no se considera un gas sino una forma de energía invisible e inmensurable).
Los chakrás se describen alineados desde la base de la columna vertebral, o, más exactamente en un nadi central a lo largo del raquis y hasta la mollera o vértex, llamada abadhuti. En el chakrá muladhara (en el ano) yacería dormida la serpiente Kundalinī (invisible e inmensurable).
El propósito del yoga tántrico es elevar esta serpiente invisible a través del canal central pasando por los chakrás, hasta lograr que se una con Brahman (el dios abstracto) en el chakrá superior.
Los chakrás son parte de una «doctrina emanacionista», como aquella de la cábala en Occidente.
El séptimo chakrá: En las prácticas contemporáneas occidentales se considera que hay un séptimo chakrá, el Sajasra-ara (‘mil-rayos [de una rueda]’), con la forma de una flor de loto invertida, que se encuentra en la cabeza.
A cada chakrá se le asigna un color y son visualizados como flores de loto con distinta cantidad de pétalos en cada chakrá. Cada uno de estos centros se asemejaría a una flor abierta y poseería ciertos colores. |
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1: Sajasrara chakrá: El sajasra-ara es el chakrá del sentido, el chakrá maestro que controla a los demás. Simbolizado por un loto con mil pétalos, de color blanco o violeta, se localiza —completamente invisible— encima de la cabeza, fuera del cuerpo.
Su piedra es el cuarzo transparente. |
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2: Agñá chakrá: El agñá chakrá se relaciona con la glándula pineal. Agñá es el chakrá del tiempo, la percepción y luz. Simbolizado por un loto con dos pétalos, de color índigo. Algunos occidentales creen que está relacionado con la glándula pineal. |
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3: Vishuddha chakrá: El vishuddha chakrá se relaciona con la comunicación y el crecimiento; siendo el crecimiento una forma de expresión. Simbolizado por un lto con dieciséis pétalos, de color azul. Cuando el practicante (yogui) envía la energía kundalini a este chakrá, desarrolla siddhis (poderes extrasensoriales). Los occidentales creen que este chakrá está relacionado con la tiroides, una glándula en la garganta que produce distintas hormonas responsables del crecimiento y el desarrollo. |
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4: Anajata chakrá: El An-ajata chakrá se relaciona con la emoción, la compasión, el amor, el equilibrio y el bienestar. Simbolizado por un loto de doce pétalos, de color verde. |
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5: Manipura chakrá: El manipura chakrá se relaciona con la digestión. Simbolizado por un loto de diez pétalos, de color amarillo. |
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6: Suadhisthana chakrá: El suadhisthana chakrá se relaciona con la sexualidad y la creatividad. Simbolizado por un loto de seis pétalos, de color naranja. Se relacionaría con los testículos. Según los occidentales también se relacionaría con los ovarios de la mujer. |
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7: Muladhara chakrá: El muladhará chakrá (‘sostén de la raíz’), se representa con un loto de 4 petalos y se encuentra en la zona cerca del pubis. |
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