Guía Angelical para eliminar el Karma
Los ángeles nos ayudan a eliminar nuestro karma cada vez que se lo pedimos. Ellos nos indican el camino más adecuado, más fácil y más conveniente para nuestra evolución espiritual. A pesar de su tarea amorosa e incondicional, ellos también nos indican que hay muchas cosas simples que podemos hacer diariamente para ir eliminando la cadena ancestral del karma. He aquí lo que nos sugieren los ángeles para que empecemos a actuar ahora mismo:
Alimentar el cuerpo con productos naturales que faciliten la producción de energía.
Comemos para obtener energía de los alimentos; por ello, es importante darle al cuerpo lo mejor para obtener así su mejor rendimiento.
Compartir más tiempo con las personas mayores de nuestra familia. Ser tolerantes y pacientes con ellos, sabiendo que así como tratamos a nuestros mayores, seremos tratados en el futuro.
Jugar más con los niños que están en nuestra vida. Aprender de ellos a recuperar la espontaneidad, el amor incondicional y la capacidad de divertirnos.
Llamar hoy mismo a un amigo que hace tiempo no ves y decirle lo importante que es su amistad.
Hablar con la gente que nos rodea y decirles lo importante que es su compañía en nuestro proceso por la vida.
Hacer un regalo espontáneo a alguien. No importa la razón.
Orar por alguien, afirmando todo lo bueno para esa persona.
Meditar, rezar, orar, conectarse con el Único Poder Divino que nos acompaña y nos guía en cada momento.
Dar gracias al Universo por todo lo que ya recibimos.
Dar gracias a otras personas por los favores que nos han hecho.
Perdonar, perdonar, perdonar. Cada día hay algo que perdonar. Sabiendo que hay una Justicia Divina más efectiva y correcta que la que quiere imponer mi ego.
Perdonarnos a nosotros mismos por cualquier error que hayamos cometido últimamente.
Hacer algo positivo y estimulante por uno mismo hoy.
Acariciar a los animales; decirles palabras de amor.
Acariciar a las plantas; decirles palabras de amor.
Bendecir mentalmente a las personas con las que me encuentro hoy y desearles todo lo mejor.
Hacer una donación de dinero, no importa a quién ni la suma, pero sí deberá ser hecha con mucho amor.
Desprendernos de artículos viejos, como por ejemplo: ropa, libros, revistas, muebles, etc. Donarlos, venderlos, regalarlos, etc. De esta manera, le damos lugar a lo nuevo en nuestra vida.
Repetir afirmaciones que aumenten la autoestima.
Aliviar la tarea de nuestros compañeros de trabajo, si ello es posible.
Compartir con padres, hermanos, hijos, nietos, u otros parientes, momentos placenteros, recordando que con ellos nos toca vivir una experiencia ineludible por los lazos sanguíneos.
Fomentar pensamientos y diálogos de paz, amor y armonía. Evitar criticar, quejarse o decretar cosas negativas.
Practicar alguna actividad física que ayude a relajar las tensiones y a mantener la tonicidad muscular.
Ofrecer ayuda desinteresada a alguien que la necesite.
Colaborar con las personas más cercanas. A veces es más fácil hacer el bien a personas desconocidas que a otras que están cerca.
Decir palabras de amor y expresar cariño abiertamente.
Abrazar fuertemente a nuestros seres queridos y decirles: "te amo", "te quiero", "te necesito", o lo más lindo que se le ocurra.
Reírse y hacer reír a los demás.
Saludar con cariño y respeto a cada persona que encontramos en nuestro camino.
Perder el miedo a los extraños y aprender a reconocer a mis "hermanos" en los demás.
Leer libros de autoayuda, curación, espiritualidad, o cualquier material estimulante que ayude a vivir mejor.
Asistir a cursos, charlas, conferencias o grupos positivos.
Colaborar con mi barrio, municipio o ciudad, para hacer que mi lugar de residencia sea cada día más hermoso, pacífico y amistoso.
Expresar tu protesta hacia el desarrollo nuclear o actividades que sigan contaminando o destruyendo el planeta.
Colaborar con entidades que apoyan la vida.
Felicitar a los demás por sus éxitos y alentarlos a seguir creciendo.
Reconocer las virtudes ajenas y estimular a las personas para que las expresen.
Reconocer las virtudes propias y estimularse a expresarlas.
Escribir cartas con noticias positivas y mensajes de cariño a aquellas personas que hace tiempo no escribimos.
Conservar limpio nuestro lugar de trabajo, nuestra casa, nuestro patio. Ayudar a mejorar el entorno en todo lo que sea posible. Evitar producir más basura.
Plantar árboles y plantas.
Favorecer la Naturaleza y su crecimiento en aquello que esté a nuestro alcance.
Amar y bendecir al planeta, con todos sus habitantes. Decretar pensamientos de
Paz Universal.
Relajarse y meditar. Preguntar a tu Ángel de la Guarda qué es lo mejor que puedes hacer hoy por ti mismo y por los demás.
Los ángeles están aquí para ayudarnos. Lee y escucha con atención en tu interior su mensaje. Luego, sigue su dictado. Es tu función actuar en el plano físico, solamente tú puedes hacerlo
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