UN CURSO DE MILAGROS - FRASES DEL DÍA
MAYO
1 DE
MAYO
III. Cómo
invertir en la realidad
1. Te pedí una
vez que vendieses todo cuanto tuvieses, que se lo dieses a los pobres y que me
siguieras. 2Esto es lo que quise decir: si no inviertes tu atención
en ninguna de las cosas de este mundo, puedes enseñarle a los pobres dónde está
su tesoro. 3Los pobres son sencillamente los que han invertido mal,
¡y vaya que son pobres! 4Puesto que están necesitados, se te ha
encomendado que los ayudes, pues te cuentas entre ellos. 5Observa lo
bien que aprenderías tu lección si te negases a compartir su pobreza, 6pues la pobreza no es otra cosa que insuficiencia, y sólo hay una
insuficiencia, ya que sólo hay una necesidad.
2. Suponte que
un hermano insiste en que hagas algo que tú crees que no quieres hacer. 2Su misma insistencia debería indicarte que él cree que su salvación
depende de que tú hagas lo que te pide. 3Si insistes en que no puedes
satisfacer su deseo y experimentas de inmediato una reacción de oposición, es
que crees que tu salvación depende de no hacerlo. 4Estás,
por lo tanto, cometiendo el mismo error que él, y haciendo que su error sea real
para ambos. 5Insistir significa invertir, y aquello en lo que
inviertes está siempre relacionado con tu idea de lo que es la salvación. 6La pregunta se compone de dos partes: primera, qué es lo que
hay que salvar? 7y segunda, cómo se puede
salvar?
3. Cada vez
que te enfadas con un hermano, por la razón que sea, crees que tienes que
proteger al ego, y que tienes que protegerlo atacando. 2Si es tu
hermano el que ataca, estás de acuerdo con esta creencia; si eres tú el que
ataca, no haces sino reforzarla. 3Recuerda que los que atacan son
pobres. 4Su pobreza pide regalos, no mayor empobrecimiento. 5Tú que podrías ayudarles estás ciertamente actuando en forma
destructiva si aceptas su pobreza como propia. 6Si no hubieses
invertido de la manera en que ellos lo hicieron, jamás se te hubiese ocurrido
pasar por alto su necesidad.
4. Reconoce
lo que no importa, y si tus hermanos te piden algo "descabellado",
hazlo precisamente porque no importa. 2Niégate, y
tu oposición demuestra que sí te importa. 3Eres únicamente tú, por lo
tanto, el que determina si la petición es descabellada o no, y toda petición de
un hermano es tu propia petición. 4 Por qué te empeñas en negarle lo
que pide? 5Pues negárselo es negártelo a ti mismo, y empobrecerte a
ti y a él. 6Él está pidiendo la salvación, al igual que tú. 7La pobreza es siempre cosa del ego y nunca de Dios. 8Ninguna petición es "descabellada" para el que reconoce lo que es
valioso y no acepta nada más.
5. La
salvación es para la mente, y se alcanza por medio de la paz. 2La
mente es lo único que se puede salvar, y sólo se puede salvar a
través de la paz. 3Cualquier otra respuesta que no sea amor, surge
como resultado de una confusión con respecto a "qué" es la salvación y a
"cómo" se alcanza, y el amor es la única respuesta. 4Nunca te olvides
de esto, y nunca te permitas creer, ni por un solo instante, que existe otra
respuesta, 5pues de otro modo te contarás forzosamente entre los
pobres, quienes no han entendido que moran en la abundancia y que la salvación
ha llegado.
6.
Identificarte con el ego es atacarte a ti mismo y empobrecerte. 2Por eso es por lo que todo aquel que se identifica con el ego se
siente desposeído. 3Lo que experimenta entonces es depresión o ira,
ya que lo que hizo fue intercambiar su amor hacia Sí Mismo por odio hacia sí
mismo, y, como consecuencia de ello, tiene miedo de sí mismo. 4Él no
se da cuenta de esto. 5Aun si es plenamente consciente de que está
sintiendo ansiedad, no percibe que el origen de ésta reside en su propia
identificación con el ego, y siempre trata de lidiar con ella haciendo
algún "trato" demente con el mundo. 6Siempre percibe este mundo como
algo externo a él, pues esto es crucial para su propia adaptación. No se da
cuenta de que él es el autor de este mundo, pues fuera de sí mismo no existe
ningún mundo.
7. Si sólo los
pensamientos amorosos del Hijo de Dios constituyen la realidad del mundo, el
mundo real tiene que estar en su mente. 2Sus pensamientos
descabellados tienen que estar también en su mente, pero él no puede tolerar un
conflicto interno de tal magnitud. 3Una mente dividida está en
peligro, y el reconocimiento de que alberga dentro de sí pensamientos
diametralmente opuestos es intolerable. 4Proyecta, por consiguiente,
la división, no la realidad. 5Todo lo que percibes como el mundo
externo no es otra cosa que tu intento de mantener vigente tu identificación con
el ego, pues todo el mundo cree que esa identificación es su salvación. 6Observa, sin embargo, lo que ha sucedido, pues los pensamientos
tienen consecuencias para el que los piensa. 7Estás en conflicto con
el mundo tal como lo percibes porque crees que el mundo es antagónico á ti. 8Ésta es una consecuencia inevitable de lo que has hecho. 9Has proyectado afuera aquello que es antagónico a lo que está
adentro, y, así, no puedes por menos que percibirlo de esa forma. 10Por eso es por lo que debes darte cuenta de que tu odio se
encuentra en tu mente y no fuera de ella antes de que puedas liberarte de él, y
por lo que debes deshacerte de él antes de que puedas percibir el mundo tal como
realmente es.
8. He dicho
antes que Dios amó tanto al mundo, que se lo dio a Su Hijo unigénito. 2Dios ama ciertamente el mundo real y aquellos que perciben la
realidad de éste no pueden ver el mundo de la muerte, 3pues la muerte
no forma parte del mundo real, en el que todo es un reflejo de lo eterno. 4Dios te dio el mundo real a cambio del mundo que tú fabricaste como
resultado de la división de tu mente, el cual es el símbolo de la muerte. 5Pues si pudieses realmente separarte de la Mente de Dios,
perecerías.
9. El mundo
que percibes es un mundo de separación. 2Quizá estés dispuesto a
aceptar incluso la muerte con tal de negar a tu Padre. 3Sin embargo,
Él no dispuso que fuese así, y, por lo tanto, no es así. 4Tu voluntad
sigue siendo incapaz de oponerse a lo que la Suya dispone, y ésa es la razón de
que no tengas ningún control sobre el mundo que fabricaste. 5No
es éste un mundo que provenga de la voluntad, pues está regido por el deseo de
ser diferente de Dios, y ese deseo no tiene nada que ver con la voluntad. 6El mundo que has fabricado es, por lo tanto, completamente caótico,
y está regido por "leyes" arbitrarias que no tienen sentido ni significado
alguno. 7Se compone de lo que tú no deseas, lo cual has proyectado
desde tu mente porque tienes miedo de ello. 8Sin embargo, un mundo
así sólo se puede encontrar en la mente de su hacedor, junto con su verdadera
salvación. 9No creas que se encuentra fuera de ti, ya que únicamente
reconociendo dónde se encuentra es como podrás tener control sobre él. 10Ciertamente tienes control sobre tu mente, ya que la mente es el
mecanismo de decisión.
10. Si
reconocieses que cualquier ataque que percibes se encuentra en tu mente, y sólo
en tu mente, habrías por fin localizado su origen, y allí donde el ataque tiene
su origen, allí mismo tiene que terminar. 2Pues en ese mismo lugar
reside también la salvación. 3El altar de Dios donde Cristo mora
se encuentra ahí. 4Tú has profanado el altar, pero no has profanado
el mundo. 5Cristo, sin embargo, ha puesto la Expiación sobre el altar
para ti. 6Lleva todas tus percepciones del mundo ante ese altar, pues
es el altar a la verdad. 7Ahí verás tu visión transformarse y ahí
aprenderás a ver verdaderamente. 8Desde este lugar, en el que Dios y
Su Hijo moran en paz y en el que se te da la bienvenida, mirarás en paz hacia el
exterior, y verás el mundo correctamente. 9Mas para
encontrar ese lugar tienes que renunciar a tu inversión en el mundo tal como lo
proyectas, y permitir que el Espíritu Santo extienda el mundo real desde el
altar de Dios hasta ti.
LECCIÓN
122
El
perdón me ofrece todo lo que deseo.
Qué
podrías desear que el perdón no pudiese ofrecerte? 2 Deseas paz? 3El perdón te la ofrece. 4 Deseas ser feliz, tener una
mente serena, certeza de propósito y una sensación de belleza y de ser valioso
que transciende el mundo? 5 Deseas cuidados y seguridad, y disponer
siempre del calor de una protección segura? 6 Deseas una quietud que
no pueda ser perturbada, una mansedumbre eternamente invulnerable, una profunda
y permanente sensación de bienestar, así como un descanso tan perfecto que
nada jamás pueda interrumpirlo?
2. El
perdón te ofrece todo eso y más. 2El perdón pone un destello de luz en tus
ojos al despertar, y te infunde júbilo con el que hacer frente al día. 3Acaricia tu frente mientras duermes, y reposa sobre tus párpados
para que no tengas sueños de miedo o de maldad, de malicia o de ataque. 4Y cuando despiertas de
nuevo, te ofrece otro día de felicidad y de paz. 5El perdón te ofrece
todo esto y más.
3. El
perdón permite que se descorra el velo que oculta la faz de Cristo de aquellos
que contemplan el mundo sin piedad. 2Te permite reconocer al
Hijo de Dios, y borra de tu memoria todo pensamiento muerto, de manera que
el recuerdo de tu Padre pueda alzarse en el umbral de tu mente. 3 Qué
podrías desear que el perdón no pudiese darte? 4 Qué otros regalos
aparte de éstos merecen procurarse? 5 Qué imaginado valor, efecto
trivial o promesa pasajera que nunca se ha de cumplir puede ofrecerte más
esperanza que la que te brinda el perdón?
4. Por
qué habrías de buscar una respuesta distinta de la que lo contesta todo? 2He aquí la respuesta perfecta, la que se da a toda pregunta
imperfecta, a las súplicas sin sentido, a tu reticencia a escuchar, a tu poco
esmero y a la confianza parcial que tienes. 3¡He aquí la respuesta! 4Deja de buscar. 5No hallarás ninguna otra en su
lugar.
5. El
plan de Dios para tu salvación no puede cambiar ni fracasar. 2Siéntete agradecido de que siga siendo exactamente como Él lo
planeó. 3Su plan se alza inmutable ante ti como una puerta abierta,
llamándote desde adentro en cálida bienvenida, exhortándote a que entres y
a que te sientas como en tu casa, donde te corresponde
estar.
6. ¡He
aquí la respuesta! 2 Preferirías quedarte afuera cuando el Cielo en
su totalidad te espera adentro? 3Perdona y serás perdonado. 4Tal como des, así recibirás. 5No hay
más plan que éste para la salvación del Hijo de Dios. 6Regocijémonos
hoy de que así sea, pues la respuesta que aquí se nos da es clara y explícita, y
su sencillez hace que sea inmune al engaño. 7Todas las
complejidades que el mundo ha tejido de frágiles telarañas desaparecen ante
el poder y majestuosidad de esta simplísima afirmación de la
verdad.
7.
¡He aquí la respuesta! 2No le des la espalda para irte a vagar sin
rumbo otra vez. 3Acepta ahora la salvación. 4Es el regalo
que te hace Dios, no el mundo. 5El mundo no puede dar ningún regalo
de valor a la mente que ha aceptado como suyo lo que Dios le ha dado. 6Dios dispone que hoy se reciba la salvación y que los enredos
de tus sueños no sigan ocultándote su insustancialidad.
8. Abre hoy los ojos y contempla un mundo feliz,
donde reinan la paz y la seguridad. 2El perdón es el medio por el que este mundo feliz
viene a ocupar el lugar del infierno. 3Dicho mundo se alza en la
quietud para salir al encuentro de tus ojos abiertos y llenar tu corazón de una
profunda tranquilidad, según afloran en tu conciencia verdades ancestrales
en eterno renacimiento. 4Lo que entonces recordarás jamás podrá
describirse. 5Sin embargo, tu perdón te lo
ofrece.
9. Teniendo
presente los regalos que el perdón concede, emprenderemos nuestra práctica
de hoy con la esperanza y la fe de que éste será el día en que alcanzaremos la
salvación. 2Hoy la buscaremos gustosamente y con ahínco,
sabiendo que tenemos la llave en nuestras manos; y aceptaremos la respuesta que
el Cielo ha dado al infierno que
nosotros mismos nos hemos labrado, pero en el que ya no queremos permanecer por
más tiempo.
10. Dedicaremos gustosamente un cuarto de hora por la
mañana y por la noche a la búsqueda que garantiza que al infierno le
llegará su fin. 2Comienza lleno de esperanza, pues hemos llegado
al punto donde el camino se vuelve mucho más fácil. 3Y ahora el
trecho que todavía nos queda por recorrer es corto. 4Estamos en
verdad muy cerca del momento que se ha señalado como el final de
sueño.
11. Sumérgete en una
sensación de felicidad al comienzo de estas sesiones de práctica, pues en ellas
hallarás la segura recompensa de preguntas que ya han sido contestadas, así como
lo que tu aceptación de esas respuestas te brinda. 2Hoy se te
concederá experimentar la paz que ofrece el perdón y la dicha que te
proporciona el descorrimiento del velo.
12. Ante
la luz que hoy has de recibir, el mundo se desvanecerá hasta desaparecer por
completo, y verás surgir otro mundo para describir al cual no tienes palabras. 2Ahora nos encaminamos directamente hacia la luz, y recibimos los
regalos que han sido salvaguardados para nosotros desde los orígenes del tiempo,
los cuales han estado aguardando el día de hoy.
13. El
perdón te ofrece todo lo que quieres. 2Hoy se
te conceden todas las cosas que deseas. 3No pierdas de vista tus
regalos a lo largo del día, cuando regreses nuevamente a enfrentarte a un mundo
de constantes cambios y sombrías apariencias. 4Mantén tus regalos
claramente en tu conciencia, según ves lo inmutable en medio del cambio y la luz
de la verdad tras toda apariencia.
14. No
caigas en la tentación de dejar que tus regalos queden sepultados en el olvido,
por el contrario, manténlos firmes en tu mente tratando de pensar en ellos por
lo menos un minuto cada cuarto de hora. 2Recuerda cuán preciados son
con el siguiente recordatorio, el cual tiene el poder de mantenerlos en tu
conciencia a lo largo del día:
3El
perdón me ofrece todo lo que quiero.
4Hoy
he aceptado que esto es verdad.
5Hoy he
recibido los regalos de Dios.
2 DE
MAYO
IV. Buscar y
hallar
1. El ego está
seguro de que el amor es peligroso, y ésta es siempre su enseñanza
principal. 2Nunca lo expresa de este modo. aAl contrario,
todo el que cree que el ego es la salvación parece estar profundamente inmerso
en la búsqueda del amor. 3El ego, sin embargo, aunque alienta con
gran insistencia la búsqueda del amor, pone una condición: que no se encuentre. 4Sus dictados, por lo tanto, pueden resumirse simplemente de esta
manera: "Busca, pero no halles". 5Esta es la única promesa que el ego
te hace y la única que cumplirá. 6Pues el ego persigue su objetivo
con fanática insistencia, y su juicio, aunque seriamente menoscabado,
es completamente coherente.
2. La búsqueda
que el ego emprende está, por lo tanto, condenada al fracaso. 2Y como
también te enseña que él es tu identidad, su consejo te embarca en una jornada
que siempre acaba en una percepción de auto-derrota. 3Pues el
ego es incapaz de amar, y, en su frenética búsqueda de amor, anda en pos de lo
que teme encontrar. 4La búsqueda es inevitable porque el ego es
parte de tu mente, y, debido a su origen, él no está totalmente dividido, pues,
de lo contrario, carecería por completo de credibilidad. 5Tu mente es
la que cree en él y la que le otorga existencia. 6Sin embargo, es
también tu mente la que tiene el poder de negar su existencia, y eso es sin duda
lo que harás cuando te des cuenta exactamente de la clase de jornada en la que
el ego te embarca.
3. Es sin duda
obvio que nadie quiere encontrar lo que le derrotaría por completo. 2El ego, al ser incapaz de amar, se sentiría totalmente perdido
en presencia del amor, pues no podría responder en absoluto. 3Tendrías entonces que abandonar su dirección, puesto que sería
evidente que no te puede enseñar la respuesta que necesitas. 4El ego,
por lo tanto, distorsionará el amor, y te enseñará que él te puede proveer las respuestas que el amor en realidad evoca. 5Si sigues
sus enseñanzas, pues, irás en busca de amor, pero serás incapaz de
reconocerlo.
4. No te das
cuenta de que el ego sólo puede embarcarte en una jornada que únicamente puede
conducirte a una sensación de futilidad y depresión? 2Buscar y no
hallar no puede ser una actividad que brinde felicidad. 3 Es
ésta la promesa que quieres seguir manteniendo? 4El Espíritu Santo te
ofrece otra promesa, la cual te conduce a la dicha. 5Pues Su promesa es siempre: "Busca y hallarás", y bajo Su dirección no podrás
fracasar. 6La jornada en la que el Espíritu Santo es tu Guía es la
jornada que te conduce al triunfo, y el objetivo que pone ante ti, Él Mismo lo
consumará. 7Pues Él nunca engañará al Hijo de Dios a quien ama con el
Amor del Padre.
5. No podrás
por menos que buscar, ya que en este mundo no te sientes a gusto. 2Y
buscarás tu hogar tanto si sabes dónde se encuentra como si no. 3Si
crees que se encuentra fuera de ti, la búsqueda será en vano, pues lo estarás
buscando dónde no está. 4No recuerdas cómo buscar dentro de ti porque
no crees que tu hogar esté ahí. 5Pero el Espíritu Santo lo
recuerda por ti y te guiará a tu hogar porque ésa es Su misión. 6A
medida que Él cumpla Su misión te enseñará a cumplir la tuya, pues tu misión es
la misma que la Suya. 7Al guiar a tus hermanos hasta su hogar estarás
siguiéndolo a Él.
6. Contempla
el Guía que tu Padre te ha dado, para que puedas aprender que posees vida
eterna, 2pues la muerte no es la Voluntad de tu Padre ni la
tuya, y todo lo que es verdad es la Voluntad del Padre. 3La vida no
te cuesta nada, pues se te dio, pero por la muerte tienes ciertamente que pagar,
y pagar un precio exorbitante. 4Si la muerte es tu tesoro, venderás
todo lo demás para comprarla. 5Y creerás haberla adquirido, al haber
vendido todo lo demás. 6No obstante, no puedes vender el Reino de los
Cielos. 7Tu herencia no se puede comprar ni vender. 8Ninguna parte de la Filiación puede quedar desheredada, pues Dios
goza de plenitud y todas sus extensiones son como Él.
7. La
Expiación no es el precio de tu plenitud; es, no obstante, el precio de ser
consciente de tu plenitud. 2Lo que decidiste "vender" tuvo que
ser salvaguardado para ti, ya que no lo habrías podido volver a "comprar". 3Aun así, tienes que invertir en ello, no con dinero sino con
espíritu. 4Porque el espíritu es voluntad, y la voluntad es el
"precio" del Reino. 5Tu herencia aguarda únicamente tu
reconocimiento de que has sido redimido. 6El Espíritu Santo te guía
hacia la vida: eterna, pero tienes que abandonar tu interés por la muerte, o, de
lo contrario, no podrás ver la vida aunque te rodea por todas
partes.
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LECCIÓN
123
Gracias
Padre por los regalos que me has concedido.
1. Sintámonos
agradecidos hoy. 2Hemos llegado a sendas más llevaderas y a
caminos más despejados. 3Ya no nos asalta el pensamiento de
volver atrás, ni resistimos implacablemente a la verdad. 4Aún hay
cierta vacilación, algunas objeciones menores y cierta indecisión, pero puedes
sentirte agradecido por tus logros, los cuales son mucho más grandes de lo que
te imaginas.
2. Dedicar
ahora un día a sentirte agradecido te aportará el beneficio adicional de
poder tener un atisbo de lo grande que ha sido tu progreso y de los regalos que
has recibido. 2Alégrate hoy, con amoroso agradecimiento, de que tu
Padre no te haya abandonado a tu suerte, ni de que te haya dejado solo vagando
en las tinieblas. 3Agradece que te haya salvado del ser que creíste
haber hecho para que ocupara Su lugar y el de Su creación. 4Dale
gracias hoy.
3. Da
gracias de que Él no te haya abandonado, y de que Su Amor ha de refulgir por
siempre sobre ti, eternamente inmutable. 2Da gracias asimismo por tu
inmutabilidad, pues el Hijo que Él ama es tan inmutable como Él Mismo. 3Agradece que se te haya salvado. 4Alégrate de tener una
función que desempeñar en la salvación. 5Siéntete agradecido de que
tu valía exceda con mucho los míseros regalos que le diste a quien Dios
creó como Su Hijo y de que excede también los mezquinos juicios que emitiste en
contra suya.
4. Elevaremos
hoy nuestros corazones llenos de agradecimiento por encima de la desesperanza, y
alzaremos nuestros ojos agradecidos, que ya no mirarán al suelo. 2Hoy entonaremos el himno de gratitud, en honor al Ser que Dios ha
dispuesto que sea nuestra verdadera Identidad en Él. 3Hoy le
sonreiremos a todo aquel que veamos y marcharemos con paso ligero según seguimos
adelante a llevar a cabo nuestro cometido.
5. No
caminamos solos. 2Y damos
gracias de que a nuestra soledad haya venido un Amigo a traernos la Palabra
salvadora de Dios. 3Gracias a ti por escucharlo. 4Su
Palabra es muda si no se la oye. 5Al darle las gracias a Él se te dan
a ti también. 6Un mensaje que no se haya oído no puede salvar al
mundo, por muy poderosa que sea la Voz que lo comunique o por muy amoroso que
sea el mensaje.
6. Gracias
a ti que has oído, pues así te vuelves el mensajero que lleva la Voz de Él
consigo y que la deja resonar por todo el mundo. 2Acepta hoy las
gracias que Dios te da, al darle tú las gracias a Él. 3Pues Él quiere
ofrecerte las gracias que tú le das, puesto que acepta tus regalos
lleno de amorosa gratitud y te los devuelve multiplicados miles y cientos de
miles de veces más. 4Él bendecirá tus regalos
compartiéndolos contigo. 5Y así, el poder y fortaleza de éstos
crecerán hasta llenar el mundo de gozo y gratitud.
7.
Acepta las gracias que Él te da y dale las tuyas durante quince minutos en dos
ocasiones hoy. 2Y comprenderás a Quién le das las gracias, y a
Quién le da Él las gracias según tú se las das a Él. 3Esta santa
media hora que le dediques te será devuelta a razón de años por cada segundo; y debido a las gracias que le das,
tendrá el poder de brindarle la salvación al mundo miles y miles de años más
pronto.
8. Acepta las gracias que Él te da, y comprenderás
con cuánto amor te conserva en Su Mente, cuán profundo e infinito
es el cuidado que te prodiga y cuán perfecta es Su gratitud hacia
ti. 2Acuérdate de pensar en Él cada hora y de darle las gracias por
todo lo que Él le ha dado a Su Hijo para que éste pueda elevarse por encima del
mundo, y recordar a su Padre y a su Ser.
LECCIÓN
124
Que
no me olvide de que soy uno con Dios.
1.
Hoy volvemos a dar gracias de que nuestra Identidad se encuentre en Dios. 2Nuestro hogar está a salvo; nuestra protección garantizada en
todo lo que
hacemos, y tenemos a nuestra
disposición el poder y la fuerza para llevar a cabo todo cuanto emprendamos. 3No podemos fracasar en nada. 4Todo lo que tocamos
adquiere un brillante resplandor que bendice y que sana. 5En unión
con Dios y con el universo seguimos adelante llenos de regocijo, teniendo
presente el pensamiento de que Dios Mismo va con nosotros a todas
partes.
2. ¡Cuán santas son nuestras mentes!. 2Todo cuanto vemos refleja la santidad de la mente que es una con Dios y
consigo misma. 3¡Cuán fácilmente desaparecen los errores y la muerte
da paso a la vida eterna! 4Nuestras luminosas huellas señalan el
camino a la verdad, pues Dios es nuestro Compañero en nuestro breve recorrido
por el mundo. 5Y aquellos que vienen para seguirnos reconocerán el
camino porque la luz que nos acompaña se rezaga; si bien, no se separa de
nosotros según seguimos adelante.
3. Lo que recibimos es el eterno regalo que hemos de
dar a aquellos que han de venir después, así como a los que vinieron antes
o a los que estuvieron con nosotros por algún tiempo. 2Y Dios, que nos ama a todos con el amor equitativo
con el que fuimos creados, nos sonríe y nos ofrece la felicidad que
dimos.
4. Hoy no pondremos en duda Su Amor por nosotros, ni
cuestionaremos Su protección ni Su cuidado 2Ninguna absurda
ansiedad podrá venir a interponerse entre nuestra fe y nuestra conciencia
de Su Presencia. 3Hoy somos uno con Él en reconocimiento y en
recuerdo. 4Lo sentimos en nuestros corazones. 5Sus Pensamientos se encuentran en nuestras mentes y
nuestros ojos ven Su hermosura en todo cuanto contemplamos. 6Hoy
vemos únicamente lo amoroso y lo que es digno de
amor.
5. Lo
vemos en lo que aparenta ser doloroso, y el dolor da paso a la paz. 2Lo vemos en los que están desesperados; en los tristes y en los
compungidos, en los que creen estar solos y amedrentados y a todos se les
devuelve la tranquilidad y la paz interior en la que fueron creados. 3Y lo vemos igualmente en los moribundos y en los muertos,
restituyéndolos así a la vida. 4Y podemos ver todo esto porque primero lo
vimos en nosotros mismos.
6.
A aquellos que saben que son uno con Dios jamás se les puede negar ningún
milagro. 2Ni uno solo de sus pensamientos carece del poder de sanar
toda forma de sufrimiento en cualquier persona, sea ésta de tiempos pasados
o aún por venir, y de hacerlo tan fácilmente como en las que ahora caminan a su
lado. 3Sus pensamientos son intemporales, y no tienen nada que ver
con el tiempo ni con la distancia.
7.
Nos unimos a esta conciencia al decir que somos uno con Dios. 2Pues
con estas palabras afirmamos también que estamos sanos y salvos, y que podemos
salvar y sanar. 3Ahora queremos dar lo que hemos recibido. 4Pues queremos conservar los regalos que nuestro Padre nos dio. 5Hoy deseamos tener la experiencia de que somos uno con Él, de modo
que el mundo pueda compartir con nosotros nuestro reconocimiento de la realidad. 6Al nosotros tener esta experiencia el mundo se libera. 7Y
al negar que estamos separados de nuestro Padre, el mundo sana junto con
nosotros.
8.
¡Que la paz sea contigo hoy! 2Asegura tu paz practicando la
conciencia de que eres uno con tu Creador, tal como Él es uno contigo. 3En algún punto hoy, cuando te parezca más conveniente, dedica
media hora al pensamiento de que eres uno con Dios. 4Ésta es la
primera vez que intentamos llevar a cabo una sesión prolongada para la cual no
se establecen reglas ni se sugieren palabras especiales con las que dirigir
la meditación. 5Hoy confiaremos en que la Voz de Dios nos hablará
cuando lo crea oportuno, seguros de que no habrá de fallar. 6Mora en
Él durante esa media hora. 7Él se encargará del
resto.
9.
¡El beneficio que ello te ha de aportar no será menor porque creas que no está
pasando nada. 2Quizá no estés listo hoy para aceptar estas ganancias. 3Pero en algún punto y en algún lugar, llegarán a tu conciencia, y no
podrás sino reconocerlas cuando afloren con certeza en tu mente. 4Esta media hora estará enmarcada en oro, y cada minuto será
como un diamante incrustado alrededor del espejo que este ejercicio te ofrece. 5Y verás en él la faz de Cristo, reflejando la
tuya.
10.
Tal vez hoy, tal vez mañana, veas tu propia transfiguración en el espejo que
esta santa media hora te presenta para que te mires en él. 2Cuando
estés listo, la encontrarás allí, en tu mente, en espera de ser hallada. 3Recordarás entonces el pensamiento al que dedicaste esta media hora,
y lleno de agradecimiento te darás cuenta de que jamás habrías podido invertir
mejor el tiempo.
11.
Tal vez hoy, tal vez mañana, mires en ese espejo y comprendas que la inmaculada
luz que ves emana de ti; que la hermosura que en él contemplas es la tuya
propia. 2Considera esta media hora como el regalo que le haces a
Dios, con la certeza de que lo que Él te dará a cambio será una sensación de
amor que sobrepasa tu entendimiento; una dicha tan profunda que excede tu
comprensión y una visión tan santa que los ojos del cuerpo no la pueden
ver. 3Sin embargo, puedes estar seguro de que algún día, tal vez hoy,
tal vez mañana, entenderás, comprenderás y verás.
12.
Añade más gemas al marco dorado que rodea al espejo que hoy se te ofrece
repitiendo cada hora para tus adentros:
2Que
no me olvide de que soy uno con Dios, en
unión con todos mis hermanos y con mi Ser, en eterna paz y
santidad.
LECCIÓN
125
En
la quietud recibo hoy
la Palabra de Dios.
1. Deja que hoy sea un día de quietud y de sosegada
escucha. 2La Voluntad de tu Padre es que hoy oigas Su Palabra. 3Por eso te
llama desde lo más recóndito de tu mente donde Él mora. 4Óyele hoy. 5No podrá haber paz hasta que Su Palabra sea oída por todos los
rincones del mundo, y tu mente, escuchando en quietud, acepte el mensaje que el mundo tiene que oír para que pueda dar comienzo la
serena hora de la paz.
2. Este mundo cambiará gracias a ti. 2Ningún otro medio puede salvarlo, pues el plan de Dios es
simplemente éste: el Hijo de Dios es libre de salvarse a sí mismo, y se le ha
dado la Palabra de Dios para que sea su Guía, y Ésta se encuentra para siempre a
su lado y en su mente, a fin de conducirlo con certeza a casa de Su Padre por su propia voluntad, la cual es eternamente tan libre
como la de Dios. 3No se le conduce a la fuerza, sino con amor. 4No es juzgado, sino santificado.
3. Hoy oiremos la Voz de Dios en la quietud, sin la
intromisión de nuestros insignificantes pensamientos ni la de nuestros deseos
personales, y sin juzgar en modo alguno Su santa Palabra. 2Tampoco nos juzgaremos a nosotros mismos hoy, pues lo que somos
no puede ser juzgado. 3Nos hallamos mucho más allá de todos los
juicios que el mundo ha formado contra el Hijo de Dios. 4El mundo no
lo conoce. 5Hoy no prestaremos oídos al mundo, sino que aguardaremos
silenciosamente la Palabra de Dios.
4. Santo Hijo de Dios, oye a tu Padre. 2Su
Voz quiere darte Su santa Palabra para que disemines por todo el mundo las
buenas nuevas de la salvación y de la santa hora de la paz. 3Nos
congregamos hoy en el trono de Dios, en el sereno lugar de tu mente donde
Él mora para siempre en la santidad que creó y que nunca ha de
abandonar.
5. Él no ha esperado a que tú le devuelvas tu mente
para darte Su Palabra. 2Él no se ocultó de ti cuando tú te alejaste
por un breve período. 3Para Él, las ilusiones que abrigas de ti mismo
no tienen ningún valor. 4Él conoce a Su Hijo, y dispone que siga
siendo parte de Él a pesar de sus sueños y a pesar de la locura que le hace
pensar que su voluntad no es su voluntad.
6. Él te habla hoy. 2Su Voz espera tu
silencio, pues Su Palabra no puede ser oída hasta que tu mente no se haya aquietado por un rato y tus vanos deseos
hayan sido acallados. 3Aguarda Su Palabra en silencio. 4Hay una paz en ti a la que puedes recurrir hoy a fin de que te ayude
a preparar a tu santísima mente para oír la Voz que habla por su
Creador.
7. En tres ocasiones hoy, y en aquellos momentos que sean más conducentes a estar en silencio, deja de escuchar al mundo durante diez minutos y
elige en su lugar escuchar plácidamente la Palabra de Dios. 2Él te
habla desde un lugar que se encuentra más cerca de ti que tu propio
corazón. 3Su Voz está más cerca de ti que tu propia mano. 4Su Amor es todo lo que eres y todo lo que Él es; Su Amor es lo mismo que tú eres y tú eres lo mismo qué El
es.
8. Es
tu voz la que escuchas cuando Él te habla. 2Es tu Palabra la que Él
pronuncia. 3Es la Palabra de la libertad y de la paz, de
la unión de voluntades y propósitos; sin separación o división en la única Mente del Padre y del Hijo. 4Escucha hoy a tu Ser en silencio, y deja que te diga que Dios
nunca ha abandonado a Su Hijo y que tú nunca has abandonado a tu
Ser.
9.
Sólo necesitas estar muy quieto. 2No necesitas ninguna otra regla que
ésta para dejar que la práctica de hoy te eleve muy por encima del pensamiento
del mundo y libere tu visión de lo que ven los ojos
del cuerpo. 3Sólo necesitas estar quieto y escuchar. 4Oirás la Palabra en la que la Voluntad de Dios el Hijo se une a la
Voluntad de su Padre en total
armonía con ella y sin ninguna ilusión que se interponga entre lo que es
absolutamente indivisible y verdadero. 5A medida que transcurra
cada hora hoy, detente por un momento y recuérdate a ti mismo que tienes un
propósito especial en este día: recibir en la quietud la Palabra de
Dios.
5 DE
MAYO
V. El programa
de estudios cuerdo
1. Sólo el
amor es fuerte, puesto que es indiviso. 2Los fuertes no atacan, pues
no ven que haya necesidad de ello. 3Antes de que la idea de atacar
pudiese entrar en tu mente, tuviste que haberte percibido a ti mismo como débil. 4Puesto que te atacaste a ti mismo y creíste que el ataque había sido
efectivo, te consideras a ti mismo debilitado. 5Al dejar de percibir
la igualdad que existe entre tus hermanos y tú, y al considerarte a ti mismo
como más débil, intentas "equilibrar" la situación a la que tú mismo diste
lugar. 6Y te vales del ataque para ello porque crees que el ataque
logró debilitarte.
2. Por eso es
por lo que el reconocimiento de tu propia invulnerabilidad es tan
importante para el restablecimiento de tu cordura. 2Pues al aceptar
tu invulnerabilidad estás reconociendo que el ataque no tiene efectos. 3Aunque te has atacado a ti mismo, demuestras que en realidad no
ocurrió nada. 4Por lo tanto, al atacar no hiciste nada. 5Una vez que te des cuenta de esto, atacar dejará de tener sentido
para ti, pues resultará evidente que ni es efectivo ni puede protegerte. 6Con todo, el reconocimiento de tu invulnerabilidad te aporta todavía
mucho más que eso. 7Si tus ataques contra ti mismo no han podido
debilitarte, eso quiere decir que aún eres fuerte. 8Por lo tanto, no
tienes que "equilibrar" la situación para demostrar tu
fuerza.
3. No podrás
darte cuenta de cuán inútil es el ataque hasta que no reconozcas que los ataques
que lanzas contra ti mismo no tienen efectos. 2Pues otros ciertamente
reaccionan ante el ataque si lo perciben, y, si estás tratando de atacarles, no
podrás sino interpretar su reacción como un refuerzo de tu creencia en el
ataque. 3El único lugar donde puedes cancelar todo refuerzo es en ti
mismo. 4Pues tú eres siempre el primer blanco de tus ataques, y
si éstos nunca han tenido lugar, tampoco pudieron haber tenido
consecuencias.
4. El Amor del
Espíritu Santo es tu fortaleza, pues el tuyo está dividido y, por lo tanto, no
es real. 2No puedes confiar en tu propio amor cuando lo atacas. 3 No puedes aprender lo que es el amor perfecto con una mente
dividida, porque una mente dividida se ha convertido a sí misma en un mal estudiante. 4Trataste de hacer que la separación fuese eterna porque querías
conservar las características de la creación, aunque con tu propio
contenido. 5La creación, sin embargo, no procede de ti, y los
malos estudiantes tienen ciertamente necesidad de una enseñanza
especial.
5. Tienes
problemas de aprendizaje en un sentido muy literal. 2Ciertas áreas de
tus facultades para aprender están tan deterioradas; que sólo puedes
progresar bajo una dirección clara, precisa y constante, suministrada por un
Maestro que pueda trascender tus limitados recursos. 3Él se convierte
en tu Recurso, ya que por tu cuenta no puedes aprender. 4Es imposible
aprender nada en la situación de aprendizaje en la que te has puesto a ti mismo,
y es obvio que en esa situación necesitas un Maestro especial así como un
programa de estudios especial. 5A los malos estudiantes no se les
debería elegir como maestros de sí mismos o de otros. 6No te
dirigirías a ellos para establecer el programa de estudios que les permitiría
escapar de sus limitaciones. 7Si comprendiesen lo que se encuentra
más allá de ellos, no tendrían limitaciones.
6. No sabes
cuál es el significado del amor, y ésa es tu limitación. 2No intentes
enseñarte a ti mismo lo que no entiendes, ni trates de establecer los objetivos
del programa de estudios cuando los tuyos claramente han fracasado. 3El objetivo de tu aprendizaje ha sido no aprender¡ y esto
no puede conducir a un aprendizaje fructífero. 4No puedes transferir
lo que no has aprendido, y el menoscabo de tu capacidad de generalizar es un
fallo fundamental de tu aprendizaje. 5 Les preguntarías a los que no
han podido aprender para qué sirven los recursos de aprendizaje? 6Ellos no lo saben. 7Si pudiesen interpretar correctamente
dichos recursos, habrían aprendido de ellos.
7. He dicho
que la regla del ego es: “Busca; pero no halles". 2Traducido al
lenguaje del programa de estudios eso significa: "Trata de aprender,
pero no lo logres". 3 El resultado de este objetivo de aprendizaje es
obvio: 4hará que se interprete erróneamente todo recurso de
aprendizaje legítimo; toda instrucción real y toda dirección sensata, ya que el
propósito de éstos es facilitar el aprendizaje al que se opone ese absurdo
programa de estudios. 5Si estás tratando de aprender cómo no
aprender, y el objetivo de lo que enseñas es la auto-derrota, qué puedes
esperar sino confusión? 6Un programa así no tiene sentido. 7Este intento de "aprender" ha debilitado tanto a tu mente que no
puedes amar; ya que el programa que has escogido es contrario al amor, y no es
más que un curso en cómo atacarte a ti mismo. 8Un objetivo
suplementario de ese programa es no aprender cómo superar la división que
da credibilidad a su objetivo principal. 9Y no te será posible
superar esa división siguiendo dicho programa, ya que todo lo que aprendas será
en su favor. 10Mas tu mente se pronuncia en contra de tu aprendizaje,
tal como tu aprendizaje se pronuncia en contra de tu mente, y así, te opones a
todo aprendizaje y lo consigues, pues eso es lo que quieres. 11Pero
puede que todavía no te hayas dado cuenta de que hay algo que sí quieres
aprender, y de que lo puedes aprender porque eso es lo que has decidido
hacer.
8. Tú, que has
intentado aprender lo que no deseas, debes animarte, pues aunque el programa de
estudios que tú estableciste es en verdad deprimente, si lo examinas con
detenimiento es simplemente ridículo. 2 Cómo iba a ser posible que la
manera de alcanzar un objetivo fuese no alcanzándolo? 3Renuncia ahora
a ser tu propio maestro. 4Esta renuncia no te conducirá a la
depresión. 5Es simplemente el resultado de haber evaluado
honestamente lo que te has enseñado a ti mismo y los resultados que se han
derivado de ello. 6Bajo las condiciones de aprendizaje adecuadas, que
tú no puedes proveer ni comprender, llegarás a convertirte en un alumno y
maestro excelente. 7Pero aún no lo eres, ni lo serás hasta que la
situación de aprendizaje tal como la urdiste se invierta.
9. Tu
potencial para aprender, debidamente entendido, es ilimitado porque te conducirá
hasta Dios. 2Puedes enseñar el camino que conduce a Dios y
aprenderlo, si sigues al Maestro que conoce el camino que conduce a Él y que
sabe cómo se aprende Su programa de estudios. 3El programa está
desprovisto de toda ambigüedad porque Su objetivo no está dividido y los medios
y el fin están en completo acuerdo. 4Lo único que necesitas hacer es
ofrecerle tu atención indivisa. 5Todo lo demás se té proveerá, 6pues la verdad es que quieres aprender debidamente y nada puede
oponerse a la decisión del Hijo de Dios. 7Lo que él puede aprender es
tan ilimitado como él mismo.
LECCIÓN
126
Todo
lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.
1. La
idea de hoy, que es completamente ajena al ego y a la manera de pensar del
mundo, es de suma importancia para la inversión de pensamiento al que este curso
dará lugar. 2Si creyeses
lo que la idea de hoy afirma, no te resultaría difícil perdonar
completamente, tendrías certeza con respecto a tu objetivo y no
tendrías ninguna duda acerca de tu rumbo. 3Entenderías los
medios a través de los cuales se alcanza la salvación, y no vacilarías en
emplearlos ahora mismo.
2. Examinemos
lo que crees en lugar de esta idea. 2Te parece que los demás están
separados de ti, que son capaces de adoptar comportamientos que no tienen
repercusión alguna sobre tus pensamientos; y que los que tú adoptas no tienen repercusión
alguna sobre los de ellos. 3Tus actitudes, por lo tanto, no tienen ningún efecto
sobre ellos, y sus súplicas de ayuda no guardan relación alguna con las tuyas. 4Crees además que ellos pueden pecar sin que ello afecte la
percepción que tienes de ti mismo, mientras que tú puedes juzgar sus pecados y
mantenerte a salvo de cualquier condenación y en paz.
3. Cuando
"perdonas" un pecado, no ganas nada con ello directamente. 2Es
una ofrenda de caridad a alguien que no se la merece, a fin de demostrar
simplemente que tú eres mejor y que te encuentras en un plano superior a
él. 3Él no se ha ganado la limosna de tu tolerancia -que tú le concedes sabiendo que no es digno de tal dádiva-
ya que sus pecados lo han situado muy por debajo de una verdadera igualdad
contigo. 4No tiene derecho a tu perdón, el cual supone un regalo para
él, pero no para ti.
4. De
este modo, el perdón es básicamente algo falso: un capricho caritativo, benévolo
tal vez, pero inmerecido; una dádiva que a veces se concede y a veces se niega. 2Puesto que es inmerecido, es justo no otorgarlo, pero no es justo
que tú tengas que sufrir por haberte negado a concederlo. 3El pecado
que perdonas no es tu pecado. 4Alguien que se encuentra separado de
ti lo cometió. 5Y
si tú
entonces eres magnánimo con él y le concedes lo que no se merece, la dádiva es
algo tan ajeno a ti como lo fue su pecado.
5. Si
esto fuese verdad, el perdón no tendría ningún fundamento sobre el que basarse
con certeza y seguridad. 2Sería una excentricidad, según la cual
algunas veces decides conceder indulgentemente un indulto inmerecido. 3Conservarías, no obstante, el derecho a no eximir al pecador de la
justa retribución por su pecado. 4 Crees que el Señor de los Cielos
iba a permitir que la salvación del mundo dependiera de esto? 5 No sería acaso Su interés
por ti ciertamente ínfimo, si permitiese que tu salvación dependiese de un
capricho?
6.
No entiendes lo que es el perdón. 2Tal como lo ves, no es sino un
freno al ataque abierto que no requiere corrección alguna en tu mente. 3Tal como lo percibes, no te puede brindar paz. 4No
constituye un medio por el que liberarte de aquello que ves en otro, pero no en
ti mismo. 5No tiene poder alguno para restaurar en tu conciencia tu
unidad con él. 6Eso no es lo que Dios dispuso para
ti.
7. Al
no haberle concedido al Padre el regalo que Él te pide, no puedes reconocer Sus regalos; y crees que Él
no te los ha dado. 2Sin embargo, te pediría Él un regalo que no fuese para ti? 3 Podría
acaso quedar satisfecho con gestos vacíos y considerar que tales míseros regalos
son dignos de Su Hijo? 4La salvación es un regalo mucho mejor que
eso. 5Y el verdadero perdón, que es el medio por el que se
alcanza la salvación, no puede sino sanar a la mente que da, pues dar es
recibir. 6Lo que no se ha recibido, no se ha dado, pero lo que se ha
dado tiene que haberse recibido.
8. Hoy
trataremos de entender la verdad según la cual el que da y el que recibe son
uno. 2Vas a necesitar ayuda para poder entender esto, ya que es una
idea completamente ajena a los pensamientos a los que estás acostumbrado. 3Mas la Ayuda que necesitas ya está aquí. 4Deposita tu fe
en Él hoy, y pídele que esté contigo a la hora de practicar con la verdad. 5Y si
sólo logras captar un pequeño atisbo de la liberación que reside en la idea que
practicamos hoy, éste será ciertamente un día glorioso para el
mundo.
9. Dedica
hoy quince minutos en dos ocasiones a tratar de entender la idea de hoy. 2Esta idea es el pensamiento mediante el cual el perdón pasa a ocupar
el lugar que le corresponde entre tus prioridades. 3Es el pensamiento
que liberará a tu mente de cualquier obstáculo que te impida comprender el
significado del perdón y lo valioso que es para ti.
10. Mientras permaneces en silencio, cierra los ojos
al mundo que no comprende lo que es el perdón, y busca amparo en el sereno lugar
en el que los pensamientos quedan transformados y donde las falsas creencias se
abandonan. 2Repite la idea de hoy, y pide poder entender lo que
realmente significa. 3Estáte dispuesto a dejarte enseñar. 4Alégrate de oír lo que te dice la Voz de la verdad y de la curación,
y entenderás las palabras que Él te diga y reconocerás que son tus propias
palabras.
11.
Tan a menudo como puedas hoy, recuérdate a ti mismo que tienes un objetivo, una
meta que hace que éste sea un día de especial importancia para ti y para todos
tus hermanos. 2No permitas que tu mente se olvide de este
objetivo por mucho tiempo, sino que di para tus adentros:
3Todo
lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.
4La
Ayuda que necesito para comprender que esto es verdad, está conmigo
ahora.
5Y confiaré
en Él plenamente.
6Permanece
luego en silencio por un momento y deja que tu mente sea receptiva a Su
corrección y a Su Amor. 7Y creerás lo que le oigas decir, pues
recibirás lo que Él te dé.
6 DE
MAYO
VI. La visión
de Cristo
1. El ego está
tratando de enseñarte cómo ganar el mundo y perder tu alma. 2El
Espíritu Santo te enseña que no puedes perder tu alma y que no hay nada que
ganar en el mundo, pues, de por sí, no da nada. 3Invertir sin recibir
beneficios es sin duda una manera segura de empobrecerte, y los gastos generales
son muy altos. 4No sólo no recibes ningún beneficio de la inversión,
sino que el costo es enorme. 5Pues esta inversión te cuesta la
realidad del mundo al negar la tuya, y no te da nada a cambio. 6No
puedes vender tu alma, pero puedes vender tu conciencia de ella. 7No
puedes percibir tu alma, y no la podrás conocer mientras percibas cualquier
otra cosa como más valiosa.
2. El Espíritu
Santo es tu fortaleza porque sólo te conoce como espíritu. 2Él es
perfectamente consciente de que no te conoces a ti mismo y perfectamente
consciente de cómo enseñarte a recordar lo que eres. 3Puesto que te
ama, te enseñará gustosamente lo que Él ama, pues Su voluntad es compartirlo. 4Dado que se acuerda de ti continuamente, no puede dejar
que te olvides de tu valía. 5Pues el Padre jamás cesa de mantener
vivo en Él el recuerdo de Su Hijo, y el Espíritu Santo jamás cesa de mantener vivo en el
Hijo el recuerdo de su Pare. 6Dios está en tu memoria por causa de
Él. 7Tú decidiste olvidar a tu Padre, pero eso no es realmente lo que
quieres hacer, y, por lo tanto, puedes decidir de otra manera. 8Y tal
como yo decidí de otra manera, tú también puedes hacerlo.
3. Tú no
deseas el mundo. 2L o único de valor en él son aquellos
aspectos que contemplas con amor. 3Eso le confiere la única
realidad que jamás tendrá. 4Su valía no reside en sí mismo, pero
la tuya se encuentra en ti. 5De la misma forma en que tu propia
estima procede de extenderte a ti mismo, de igual modo la percepción de tu
propia estima procede de extender pensamientos amorosos hacia el exterior. 6Haz que el mundo real sea real para ti, pues el mundo real es el
regalo del Espíritu Santo, por lo tanto, te pertenece.
4. La
corrección es para todos aquellos que no pueden ver. 2La misión del
Espíritu Santo es abrirle los ojos a los ciegos, pues Él sabe que no han perdido
su visión, sino que simplemente duermen. 3Él los despertará del
sueño del olvido y los llevará al recuerdo de Dios. 4Los ojos de
Cristo están abiertos, y Él contemplará con amor todo lo que veas si
aceptas Su visión como tuya.
5. El Espíritu
Santo mantiene a salvo la visión de Cristo para cada Hijo de Dios que duerme. 6En Su visión el Hijo de Dios es perfecto y Él anhela compartir
Su visión contigo. 7El Espíritu Santo te mostrará el mundo real
porque Dios te dio el Cielo. 8A través del Espíritu Santo, tu Padre
exhorta a Su Hijo a recordar. 9El despertar de Su Hijo da
comienzo cuando él empieza a invertir en el mundo real, lo cual le permite
aprender a re-invertir en sí mismo. 10Pues la realidad es una con el
Padre y con el Hijo, y el Espíritu Santo bendice el mundo real en Nombre de los
Dos.
5. Cuando
hayas visto el mundo real -como sin duda lo verás- te acordarás de
nosotros. 2Mas tienes que aprender el costo que supone estar dormido,
y negarte a pagarlo. 3Sólo entonces decidirás despertar. 4Y entonces el mundo real aparecerá ante tu vista, pues Cristo nunca
ha estado dormido. 5Cristo está esperando a que lo veas, pues Él
nunca te ha perdido de vista. 6Él contempla serenamente el mundo
real, que desea compartir contigo porque sabe que Su Padre lo ama. 7Y
sabiendo esto, desea darte lo que es tuyo. 8Él te aguarda en el altar
del Padre en perfecta paz, ofreciéndote el Amor del Padre en la serena luz
de la bendición del Espíritu Santo. 9Pues el Espíritu Santo conducirá
a todo el mundo a su hogar y a su Padre, donde Cristo les espera como Su
Ser.
6. Cada Hijo
de Dios es uno en Cristo porque su ser está en Cristo, al igual como el de
Cristo está en Dios. 2El Amor de Cristo por ti es Su Amor por Su
Padre, que Él conoce porque conoce el Amor de Su Padre por Él. 3Cuando el Espíritu Santo te haya conducido finalmente
hasta Cristo en el altar de Su Padre, la percepción se fundirá con el
conocimiento porque se habrá vuelto tan santa que su transferencia a la santidad
será sencillamente su extensión natural. 4El Amor se transfiere al
amor sin ninguna interferencia, pues ambos son uno. 5A medida que
percibas más y más elementos comunes en todas las situaciones, la
transferencia del entrenamiento bajo la dirección del Espíritu Santo
aumentará y se generalizará. 6Aprenderás gradualmente a aplicarlo a
todo el mundo y a todas las cosas, pues su aplicabilidad es universal. 7Una vez que esto se logra, la percepción y el conocimiento se
vuelven tan similares que comparten la unificación de las leyes de
Dios.
7. Lo que es
uno no puede ser percibido como separado, y negar la separación es restaurar el
conocimiento. 2En el altar de Dios, la santa percepción de Su Hijo se
vuelve tan iluminada que la luz entra a raudales en ella y el espíritu del Hijo
de Dios refulge en la Mente del Padre y se vuelve uno con ella. 3Con
gran ternura Dios refulge sobre Sí Mismo, y ama la extensión de Sí Mismo que es
Su Hijo. 4El mundo deja de tener propósito a medida que se funde con
el Propósito de Dios. 5Pues el mundo real ha desaparecido
sigilosamente en el Cielo, donde todo lo que es eterno ha existido siempre. 6Allí Redentor y redimido se unen en su perfecto amor por Dios y en
el amor perfecto que se profesan el uno al otro. 7El Cielo es tu
hogar, y al estar en Dios tiene también que estar en ti.
LECCIÓN
127
No hay otro
amor que el de Dios
1.
Tal vez creas que hay diferentes clases de amor. 2Tal vez creas que
hay un tipo de amor para esto y otro para aquello; que es posible amar a alguien
de una manera y a otra persona de otra. 3El amor es uno. 4No tiene partes separadas ni grados; no hay
diferentes clases de amor ni tampoco diferentes niveles; en él no hay
divergencias ni distinciones. 5Es igual a sí mismo, sin ningún cambio
en ninguna parte de él. 6Ninguna persona o circunstancia puede hacer
que cambie. 7Es el Corazón de Dios y también el de Su
Hijo.
2. El significado del amor queda velado
para todo aquel que crea que el amor puede cambiar, 2pues no se
da cuenta de que un amor
cambiante es algo imposible. 3Y así, cree que algunas veces puede
amar y otras odiar. 4Cree también que se puede profesar amor sólo a
una persona, y que el amor puede seguir siendo lo que es aunque se le niegue a los demás. 5El que crea estas cosas acerca del amor demuestra que no entiende su
significado. 6Si el amor pudiese hacer tales distinciones, tendría
que discernir entre justos y pecadores, y percibir al Hijo de Dios
fragmentado.
3.
El amor no puede juzgar. 2Puesto que en sí es uno solo, contempla a
todos cual uno solo. 3Su significado reside en la unicidad. 4Y no puede sino eludir a la mente que piensa qué el amor
es algo parcial o fragmentado. 5No hay otro amor que el de
Dios, y todo amor es de Él. 6Ningún otro principio puede gobernar
allí donde no hay amor. 7El amor es una ley que no tiene opuestos. 8Su plenitud es el poder que mantiene a todas las cosas unidas, el
vínculo entre Padre e Hijo que hace que Ambos sean lo mismo eternamente.
4.
Ningún curso cuyo propósito sea enseñarte a recordar lo que realmente eres
podría dejar de subrayar que no puede haber diferencia entre lo que
realmente eres y lo que es el amor. 2El significado del amor es tu propio significado, el
cual Dios Mismo comparte. 3Pues lo que tú eres es lo que Él es. 4No hay otro amor
que el Suyo, y lo que Él es, es lo único que existe. 5Nada lo limita,
y, por lo tanto, tú eres tan ilimitado como Él.
5. Ninguna
ley que el mundo obedezca puede ayudarte a entender el significado del
amor. 2Las creencias del mundo fueron concebidas para ocultar el
significado del amor y para mantenerlo oculto y secreto. 3No hay ni
un solo principio de los que el mundo defiende que no viole la verdad de lo que
es el amor, y de lo que, por ende, eres tú también.
6.
No busques tu Ser en el mundo. 2El amor no se puede encontrar en las
tinieblas ni en la muerte. 3Sin embargo, es perfectamente evidente,
para los ojos que ven y para los oídos que oyen la Voz del amor. 4La
práctica de hoy consiste en liberar a tu mente de todas las leyes que crees que
debes obedecer, de todas las limitaciones que rigen tu vida y de todos los
cambios que crees forman parte del destino humano. 5Hoy vamos a dar
el paso más ambicioso de los que requiere este curso en tu avance hacia el
objetivo que ha establecido.
7. Si
hoy consigues tener el más leve vislumbre de lo que significa el amor,
habrás salvado una distancia inconmensurable hacia tu liberación y te habrás
ahorrado un tiempo que no se puede medir en años. 2Juntos, pues,
regocijémonos de dedicarle algún tiempo a Dios y de comprender que no hay mejor
manera de emplear el tiempo que ésa.
8.
Dedica hoy quince minutos en dos ocasiones a escaparte de todas las leyes en las
que ahora crees. 2Abre tu mente y descansa. 3Cualquiera
puede escaparse del mundo que parece mantenerte prisionero si deja de atribuirle
valor. 4Deja de
otorgarle valor a sus míseras ofrendas y absurdos regalos, y permite que el
regalo que Dios te hace los reemplace a todos.
9. Invoca
a tu Padre con la certeza de que Su Voz te responderá. 2Él Mismo lo
ha prometido, 3y Él Mismo pondrá una chispa de verdad en tu mente
cada vez que renuncies a una creencia falsa, o a una tenebrosa ilusión de tu
realidad y de lo que significa el amor. 4Él irradiará hoy a través de
tus vanos pensamientos y te ayudará a comprender la verdad del amor. 5Con
amorosa ternura morará contigo a medida que dejes que Su Voz le enseñe a tu
mente abierta y despejada el significado del amor. 6Y bendecirá la
lección con Su Amor.
10.
Hoy la legión de años que tendrías que esperar en el futuro para tu salvación
desaparece ante la intemporalidad de lo que estás aprendiendo. 2Demos
gracias por habernos librado de un futuro que hubiese sido igual que el pasado. 3Hoy dejamos atrás el pasado para nunca jamás volver a recordarlo. 4Y alzamos los ojos para contemplar un presente muy distinto, en el
cual se vislumbra un futuro que en nadase parece al
pasado.
11. El
mundo que acaba de nacer aún se encuentra en su infancia. 2Y lo
veremos crecer fuerte y saludable, para derramar su bendición sobre todos
aquellos que vengan a aprender a desprenderse del mundo que pensaban había sido
engendrado con odio para ser el enemigo del amor. 3Ahora todos ellos
se liberan junto con nosotros. 4Ahora todos ellos son nuestros
hermanos en el Amor de Dios.
12. Nos
acordaremos de ellos en el transcurso del día, ya que no podemos excluir de
nuestro amor a ninguna parte de nosotros si queremos conocer a nuestro Ser. 2Por lo menos tres veces por hora piensa en alguien que te acompaña
en esta jornada, y que vino a aprender lo mismo que tú tienes que aprender. 3Y cuando te venga a la mente, comunícale este mensaje de parte de tu
Ser:
4Te
bendigo, hermano, con el Amor de Dios, el cual quiero compartir
contigo.
5Pues quiero
aprender la gozosa lección de que no hay otro amor que el de Dios, el tuyo, el
mío y el de todos.
7 DE
MAYO
VII.
Introspección
1. Los
milagros demuestran que el aprendizaje ha tenido lugar bajo la debida
dirección, pues el aprendizaje es invisible y lo que se ha aprendido sólo se
puede reconocer por sus resultados. 2Su generalización se demuestra a
medida que lo pones en práctica en más y más situaciones. 3Reconocerás que has aprendido que no hay grados de dificultad en los
milagros cuando los apliques a todas las situaciones. 4No hay
situación a la que los milagros no sean aplicables, y al aplicarlos a todas las
situaciones el mundo real será tuyo. 5En esta santa percepción te
volverás íntegro, y por tu propia aceptación de la Expiación, ésta irradiará
hacia todos aquellos que el Espíritu Santo te envíe para que les des tu
bendición. 6La bendición de Dios mora en todos Sus Hijos, y en
tu bendición de ellos radica la bendición que Dios te da a ti.
2. Cada uno
debe desempeñar el papel que le corresponde en la redención del mundo para poder
reconocer que el mundo ha sido redimido. 2No puedes ver lo invisible. 3Mas si ves sus efectos sabes que tiene que estar ahí. 4Al percibir sus obras, reconoces su existencia. 5Y por lo
que hace, te das cuenta de lo que es. 6Tú no puedes ver tus propios
puntos fuertes, pero puedes tener cada vez mayor confianza en su existencia a
medida que te capacitan para actuar. 7Y los resultados de
tus acciones tú los puedes ver.
3. El Espíritu
Santo es invisible, pero puedes ver los resultados de Su Presencia, y por ellos te darás cuenta de que Él está ahí. 2Es claro que lo
que Él te capacita para hacer no es de este mundo, pues los milagros violan
todas las leyes de la realidad tal como este mundo la juzga. 3Las
leyes del tiempo y del espacio, del volumen y de la masa son transcendidas, pues
lo que el Espíritu Santo te capacita para hacer está claramente más allá de
todas ellas. 4Al percibir Sus resultados, comprenderás dónde debe
estar Él, y sabrás por fin lo que Él es.
4. No puedes
ver al Espíritu Santo, pero puedes ver Sus manifestaciones. 2Y a
menos que las veas no te darás cuenta de que Él está ahí. 3Los
milagros son Sus testigos, y hablan de Su Presencia: 4Lo que tú no
puedes ver, únicamente cobra realidad para ti a través de los testigos que
hablan en su favor. 5Puedes cobrar conciencia de lo que no ves,
y Ello puede volverse increíblemente real para ti a medida que Su Presencia se
ponga de manifiesto a través de ti. 6Lleva a cabo la labor del
Espíritu Santo, pues compartes Su función. 7De la misma manera
en que tu función en el Cielo es crear, aquí en la tierra es curar. 8Dios comparte tu función contigo en el Cielo, y el Espíritu Santo
comparte la Suya contigo en la tierra. 9Mientras sigas creyendo que
tienes otras funciones, seguirás teniendo necesidad de corrección, 10pues dicha creencia es la destrucción de la paz, objetivo éste que
está en directa oposición al propósito del Espíritu Santo.
5. Ves lo
que esperas ver y esperas ver
aquello que invitas. 2Tu percepción es el resultado de tu invitación,
y llega a ti tal como la pediste. 3 De quién son las manifestaciones
que quieres ver? 4 De qué presencia quieres convencerte. 5Pues creerás en aquello que manifiestes, y tal como contemples lo
que está afuera, así mismo verás lo que está adentro. 6En tu mente
hay dos maneras de contemplar al mundo, y tu percepción reflejará el
asesoramiento que hayas elegido.
6. Yo soy la
manifestación del Espíritu Santo y cuando me veas, será porque lo has invitado a
Él. 2Pues Él te enviará Sus testigos sólo con que desees verlos. 3Nunca te olvides de que siempre ves lo que buscas, pues lo que
buscas lo encontrarás. 4El ego encuentra lo que busca y nada
más. 5No encuentra amor porque no es eso lo que busca. 6Mas buscar es lo mismo que encontrar y si vas en pos de dos
objetivos opuestos los encontrarás, pero no podrás reconocer ninguno de ellos. 7Creerás que los dos son lo mismo porque deseas alcanzar los dos. 8La mente siempre busca su propia integración, mas si está dividida y
quiere conservar la división, seguirá creyendo que sólo tiene un objetivo
haciendo que parezca uno solo.
7. Dije
anteriormente que lo que proyectas o extiendes depende de ti, pero
tienes que hacer una u otra cosa, ya que ello es una ley de la mente, y antes de
mirar afuera tienes que mirar adentro. 2Al mirar adentro eliges al
guía cuya visión deseas compartir. 3Y luego miras afuera y
contemplas sus testigos. 4Por eso es por lo que siempre encuentras lo
que buscas. 5Lo que desees para ti es lo que manifestarás, y lo
aceptarás del mundo porque al desearlo lo ubicaste en él. 6Cuando
crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque todavía lo deseas. 7Esto conduce directamente a la disociación, puesto que representa la
aceptación de dos objetivos, cada uno de los cuales se percibe en un lugar
diferente y separado del otro porque hiciste que fueran diferentes. 8La mente ve entonces un mundo dividido fuera de sí misma, pero no
dentro de ella. 9Esto le da una ilusión de integridad y le
permite creer que está yendo en pos de un solo objetivo. 10Sin
embargo, mientras sigas percibiendo un mundo dividido, no habrás sanado. 11Pues haber sanado es ir en pos de un solo objetivo, al haber
aceptado uno solo y no desear más que uno solo.
LECCIÓN
128
El mundo que veo
no me ofrece nada que yo desee
1. El mundo que ves no te ofrece nada que puedas necesitar; nada que
puedas usar en modo alguno; ni nada en absoluto que te pueda hacer feliz. 2Cree esto y te habrás ahorrado muchos años de miseria, incontables
desengaños y esperanzas que se convierten en amargas cenizas de desesperación. 3Todo aquel que quiera dejar atrás al mundo y remontarse más allá de
su limitado alcance y de sus mezquindades tiene que aceptar que este pensamiento
es verdad.
2. Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata al mundo; y ése es su único propósito. 2Pues todas las cosas tienen que servir para el propósito que tú les has asignado, hasta que veas en
ellas otro propósito. 3El único propósito digno de tu mente que este
mundo tiene es que lo pases de largo, sin detenerte a percibir ninguna esperanza
allí donde no hay ninguna. 4No te dejes engañar más. 5El
mundo que ves no te ofrece nada que tú desees.
3. Escápate hoy de las cadenas con las que aprisionas
a tu mente cuando percibes la salvación aquí. 2Pues aquello que
valoras lo consideras parte de ti tal como te percibes a ti mismo. 3Todo aquello que persigues para realzar tu valor ante tus
propios ojos te limita todavía más, oculta de tu conciencia tu valía y añade un
cerrojo más a la puerta que conduce a la verdadera conciencia de tu
Ser.
4. No dejes que nada que esté relacionado con
pensamientos corporales te demore en tu avance hacia la salvación, ni que
la tentación de creer que el mundo puede ofrecerte algo que deseas te
retrase. 2No hay nada aquí que valga la pena anhelar. 3Nada aquí es digno de un instante de retraso o de dolor, ni de un
solo momento de incertidumbre o de duda. 4Lo que carece de valor no
ofrece nada. 5Lo que verdaderamente tiene valor no se puede hallar en
lo que carece de valor.
5. Nuestra práctica de hoy consiste en abandonar todo
pensamiento que tenga que ver con cualquier valor que le hayamos atribuido
al mundo. 2Lo liberaremos de cualquier propósito que le hayamos
asignado a sus aspectos, fases y sueños. 3Lo consideraremos en
nuestra mente como algo carente de propósito, y lo relevaremos de todo aquello
que queríamos que fuese. 4De esta manera romperemos las cadenas que
atrancan la puerta que conduce a nuestra liberación de él, e iremos más
allá de todos sus insignificantes valores y limitados
objetivos.
6. Permanece muy quedo y en paz por un rato, y
observa cuán alto te elevas por encima del mundo cuando liberas a tu mente de
sus cadenas y dejas que busque el nivel donde se siente a gusto. 2Tu
mente se sentirá agradecida de poder estar libre por un rato. 3Ella
sabe dónde le corresponde estar. 4Libera sus alas y volará sin
titubeo alguno y con alegría a unirse con su santo propósito. 5Déjala
que descanse en su Creador, para que allí se le restituya la cordura, la
libertad y el amor.
7. Dale hoy diez minutos de descanso en tres
ocasiones. 2Y cuando abras los ojos después de cada una de estas
sesiones no valorarás nada que veas tanto como lo valorabas antes. 3Tu perspectiva
del mundo cambiará ligeramente cada vez que le permitas a tu mente liberarse de
sus cadenas. 4El mundo no es el lugar donde le corresponde estar. 5Y a ti te corresponde
estar allí donde ella quiere estar, y a donde va a descansar cuando la liberas
del mundo. 6Tu Guía es infalible. 7Haz que tú mente sea
receptiva a Él. 8Permanece muy quedo y
descansa.
8. Protege asimismo tu mente a lo largo del día. 2Y cuando pienses que
algún aspecto o alguna imagen del mundo tiene valor, niégate a encadenar tu
mente de esa manera, y, en lugar de ello, repite para tus adentros con tranquila
certeza:
3Esto no me
tentará a que me demore.
4El
mundo que veo no me ofrece nada que yo desee.
8 DE
MAYO
8. Cuando lo
único que desees sea amor no verás nada más. 2La naturaleza
contradictoria de los testigos que percibes es sencillamente el reflejo de
tus invitaciones conflictivas. 3Has mirado en tu mente y has aceptado
que en ella hay oposición al haberla buscado allí. 4Mas no creas entonces que los testigos de la oposición son verdaderos, ya que
ellos sólo dan testimonio de tu decisión acerca de la realidad, y te
devuelven los mensajes que tú les diste. 5El amor, asimismo, se
reconoce por sus mensajeros. 6Si manifiestas amor, sus mensajeros
vendrán a ti porque los invitaste.
9. El poder de
decisión es la única libertad que te queda como prisionero de este mundo. 2Puedes decidir ver el mundo correctamente. 3Lo que
hiciste de él no es su realidad, pues su realidad es sólo la que tú le
confieres. 4No puedes realmente darle a nada ni a nadie nada que no
sea amor, ni tampoco puedes realmente recibir de ellos nada que no sea amor. 5Si crees que has recibido cualquier otra cosa, es porque miraste
dentro de ti y creíste haber visto ahí la capacidad de poder dar otra cosa. 6Esa decisión fue la que determinó lo que encontraste, pues fue la
decisión que determinó lo que tenías que buscar.
10. Tienes
miedo de mí porque miraste dentro de ti y lo que viste te dio miedo. 2Pero lo que viste no pudo haber sido la realidad, pues la realidad
de tu mente es lo más bello de todas las creaciones de Dios. 3Puesto
que procede únicamente de Dios, su poder y grandeza sólo habrían podido
brindarte paz, si realmente la hubieses contemplado. 4Si tienes miedo es porque viste algo que no estaba allí. 5Sin embargo, en ese mismo lugar pudiste haberme visto a mí y a todos
tus hermanos, en la perfecta seguridad de la Mente que nos creó, a todos. 6Pues nos encontramos ahí, en la paz del Padre, cuya Voluntad es
extender Su paz a través de ti.
11. Cuando
hayas .aceptado tu misión de extender paz hallarás paz, pues al manifestarla la
verás. 2Sus santos testigos te rodearán porque los invocaste, y
ellos vendrán a ti. 3He oído tu llamada y la he contestado, pero no
has querido verme ni oír la respuesta que buscabas. 4Ello se debe a
que eso no es todavía lo único que deseas. 5Sin embargo, a
medida que yo me haga más real para ti, te darás cuenta de que, en efecto, eso
es lo único que deseas. 6Y cuando mires dentro de ti me verás, y
juntos contemplaremos el mundo real. 7A través de los ojos de
Cristo, sólo el mundo real existe y es lo único que se puede ver. 8Tu
decisión determinará lo que veas. 9Y lo que veas dará
testimonio de tu decisión.
12. Cuando
mires dentro de ti y me veas, será porque habrás decidido manifestar la
verdad. 2Y al manifestarla la verás tanto afuera como
adentro. 3La verás afuera porque primero la viste adentro. 4Todo lo que ves afuera es el juicio de lo que viste dentro. 5Si es tu propio juicio, será erróneo, pues tu función no es juzgar. 6Si es el juicio del Espíritu Santo será correcto, pues Su función es juzgar. 7Tú compartes Su función sólo cuando juzgas tal
como Él lo hace, sin juzgar nada por tu cuenta. 8Juzgarás contra ti
mismo pero Él juzgará a tu favor.
13. Recuerda,
pues, que cada vez que miras fuera de ti y no reaccionas favorablemente
ante lo que ves, te has juzgado a ti mismo, como indigno y te has condenado a
muerte. 2La pena de muerte es la meta final del ego porque está
convencido de que eres un criminal que merece la muerte, tal como Dios sabe
que eres merecedor de la vida. 3La pena de muerte nunca abandona la
mente del ego, pues eso es lo que siempre tiene reservado para ti al final. 4Deseando destruirte como expresión final de sus sentimientos
hacia ti, te deja vivir solo para que esperes la muerte. 5Te
atormentará mientras vivas, pero su odio no quedará saciado hasta que
mueras, 6pues tu destrucción es el único fin que anhela, y el
único fin que le dejará satisfecho.
14. El ego no
traiciona a Dios, a Quien es imposible traicionar. 2Pero te traiciona
a ti que crees que has traicionado a tu Padre. 3Por eso es por lo que
la erradicación de la culpabilidad es un aspecto esencial de las enseñanzas del
Espíritu Santo. 4Pues mientras te sientas culpable estarás
escuchando la voz del ego, la cual te dice que has traicionado a Dios y que, por
lo tanto, mereces la muerte. 5Pensarás que la muerte procede de Dios,
y no del ego, porque al confundirte a ti mismo con el ego, creerás que deseas la
muerte. 6Y de lo que deseas, Dios no te puede
salvar.
15. Cuando te
sientas tentado de sucumbir ante el deseo de la muerte, recuerda que yo no
morí. 2Te darás cuenta de que esto es cierto cuando mires dentro
de ti y me veas. 3 Cómo iba yo a haber superado la muerte para
mí solo? 4 Y cómo iba a haberme dado el Padre vida eterna a mí, a no
ser que también te la hubiese dado a ti? 5Cuando aprendas a ponerme
de manifiesto jamás verás la muerte, 6pues habrás contemplado lo
inmortal en ti mismo, y así, al contemplar un mundo que no puede morir, sólo
verás lo eterno.
LECCIÓN
129
Más
allá de este mundo hay un mundo que deseo.
1.
Este pensamiento es el que naturalmente sigue al que practicamos, ayer. 2No puedes detenerte en la idea de que el mundo no tiene valor, pues
a menos que veas que hay
algo más por lo que sentirte esperanzado, no podrás evitar caer en la depresión. 3No estamos haciendo hincapié en que renuncies al mundo, sino en que
lo intercambies por algo mucho más satisfactorio, algo rebosante de alegría
y capaz de ofrecerte paz. 4 Crees acaso que este mundo puede
ofrecerte eso?
2. Quizá valga la pena dedicar un rato a reflexionar una vez más sobre el valor de este mundo. 2Tal vez estés dispuesto a conceder que nada se pierde con renunciar
a cualquier pensamiento que le adjudique algún valor. 3El mundo que
ves es ciertamente despiadado, inestable y cruel, indiferente en lo que a ti
respecta, presto a la venganza y lleno de odio inclemente. 4Da
únicamente para más tarde quitar, y te despoja de todo aquello que por un tiempo
creíste amar. 5En él no se puede encontrar amor duradero, porque
en él no hay amor. 6Dicho mundo es el mundo del tiempo, donde a todo
le llega su fin.
3. Cómo podría ser una pérdida, entonces, encontrar
un mundo en el que es imposible perder, en el que el amor perdura
eternamente y en el que el odio no existe y la venganza no tiene
sentido? 2 Cómo podría ser una pérdida hallar todas las cosas
que realmente anhelas, y saber que no tienen fin y que perdurarán a través del
tiempo exactamente tal como las deseas? 3Incluso esas cosas se
intercambiarán finalmente por aquello de lo que no podemos hablar, pues desde
allí te trasladarás a donde las palabras son completamente inútiles, a un
silencio en el que el lenguaje, si bien no es hablado, se entiende
perfectamente.
4. La comunicación, inequívoca y clara como la luz
del día, permanece ilimitada por toda la eternidad. 2Y Dios Mismo le habla a Su Hijo, así como Su
Hijo le habla a Él. 3El lenguaje en el que se comunican no tiene palabras, pues lo que se dicen no puede
ser simbolizado. 4Su conocimiento es directo, perfectamente
compartido y perfectamente uno. 5¡Qué lejos te encuentras de
esto tú que sigues encadenado a este mundo! 6Y, sin embargo, ¡qué
cerca te encontrarás cuando lo intercambies por el mundo que sí
deseas!
5. Ahora el último paso es seguro; ahora te
encuentras sólo a un instante de la intemporalidad. 2Desde aquí sólo
puedes mirar hacia adelante, pues nunca más querrás mirar hacia atrás para ver
el mundo que ya no deseas. 3He aquí el mundo que viene a ocupar su
lugar, a medida que liberas a tu mente de las nimiedades que el mundo te
ofrece para mantenerte prisionero. 4No les atribuyas ningún valor, y
desaparecerán. 5Valóralas, y te parecerán
reales.
6. Ésas son tus opciones. 2 Qué puedes
perder si eliges no valorar lo que no es nada? 3Este mundo no te
ofrece nada que realmente desees, mas el que eliges en su lugar ¡ése ciertamente lo deseas! 4Deja que se te conceda hoy. 5Ese mundo espera tan solo a que lo elijas para ocupar el lugar de todas las cosas que buscas, pero que no
deseas.
7. Practica estar dispuesto a efectuar este cambio
diez minutos por la mañana, diez por la noche y una vez más entremedias.
2Comienza
con lo siguiente:
3Más
allá de este mundo hay un mundo que deseo.
4Elijo
ver ese mundo en lugar de éste, pues no hay nada aquí que realmente
desee.
5Cierra
entonces los ojos al mundo que ves, y en la silenciosa oscuridad contempla
cómo unas luces que no son de este mundo se van encendiendo una por una, hasta
que deja de ser relevante donde comienza una y
donde termina la otra al fundirse todas
en una sola.
8. Hoy
las luces del Cielo se inclinan ante ti, para derramar su luz sobre tus párpados
mientras descansas más allá del mundo de las tinieblas. 2He aquí una
luz que los ojos no pueden contemplar. 3Y, sin embargo, la mente
puede verla claramente, y entender. 4Hoy se te concede un día
de gracia, y nos sentimos agradecidos por ello. 5Hoy nos damos cuenta
de que lo que temías perder era sólo la pérdida.
9. Ahora comprendemos que es imposible perder. 2Pues por fin hemos visto su opuesto, y damos gracias de que la
elección ya se haya llevado a cabo. 3Recuerda cada hora la decisión
que has tomado, y dedica un momento a confirmar tu elección dejando a un lado
cualquier pensamiento que tengas en ese momento y poniendo toda tu atención
brevemente en lo siguiente:
4El
mundo que veo no me ofrece nada que yo desee.
5Más
allá de este mundo hay un mundo que deseo.
9 DE
MAYO
VIII. La
atracción del amor por el amor
1. Crees
realmente que puedes matar al Hijo de Dios? 2El Padre ha ocultado a
Su Hijo dentro de Sí Mismo, manteniéndolo a salvo y alejado de tus pensamientos
destructivos, por causa de los cuales no conoces ni al Padre ni al Hijo. 3Atacas el mundo real cada día, cada hora y cada minuto, y, sin
embargo, te sorprende que no lo puedas ver. 4Si buscas amor a fin de
atacarlo, nunca lo hallarás, 5pues si el amor es compartir, cómo
ibas a poder encontrarlo excepto a través de sí mismo? 6Ofrece amor,
y el amor vendrá a ti porque se siente atraído por sí mismo. 7Mas
ofrece ataque, y el amor permanecerá oculto, pues sólo puede vivir en
paz.
2. El Hijo de
Dios se encuentra tan a salvo como su Padre, pues el Hijo sabe que su Padre lo
protege y, por lo tanto, no puede temer. 2El Amor de su Padre lo
mantiene en perfecta paz y, al no necesitar nada, no pide nada. 3Aun así, él se encuentra muy lejos de ti cuyo Ser él es, pues
elegiste atacarlo y él desapareció de tu vista y buscó refugio en su Padre. 4Él no cambió, pero tú sí. 5Pues, el Padre no creó una
mente dividida ni tampoco las obras de ésta, y ni aquélla ni éstas podrían vivir
si tuviesen conocimiento de Él.
3. Cuando
hiciste que lo que no es verdad fuese visible, lo que es verdad se volvió
invisible para ti. 2No obstante, de por sí no puede ser invisible,
pues el Espíritu Santo lo ve con perfecta claridad. 3Es
invisible para ti porque estás mirando a otra cosa. 4Mas no es a ti a
quien le corresponde decidir lo que es visible y lo que es invisible, tal como
tampoco te corresponde decidir lo que es la realidad. 5Lo que se
puede ver es lo que el Espíritu Santo ve. 6La definición de la
realidad es la que Dios provee, no la tuya. 7Él la creó, y, por lo
tanto, sabe lo que es. 8Tú, que sabías lo que era, lo olvidaste, y si
Él no te hubiese proporcionado la manera de recordar, te habrías condenado a ti
mismo al olvido total.
4. Por razón
del Amor que tu Padre te profesa, nunca podrás olvidarte de Él, pues nadie
puede olvidar lo que Dios Mismo puso en su memoria. 2Puedes negarlo,
pero no puedes perderlo. 3Una Voz responderá a cada pregunta que
hagas, y una visión corregirá la percepción de todo lo que veas. 4Pues lo que hiciste invisible es lo único que es verdad, y lo que no
has oído es la única Respuesta. 5Dios quiere que te reconcilies
contigo mismo, y no te abandonó en tu desolación. 6Estás esperándolo
a Él, mas no lo sabes. 7Su recuerdo, sin embargo, brilla en tu mente
y no puede ser borrado. 8No es ni del pasado ni del futuro, al ser
eterno para siempre.
5. No tienes
sino que pedir este recuerdo, y te vendrá a la memoria. 2Mas el
recuerdo de Dios no puede aflorar en una mente que lo ha borrado y
que quiere que continúe así. 3Pues dicho recuerdo sólo puede alborear
en una mente que haya elegido recordar y que haya renunciado al demente deseo de
querer controlar la realidad. 4Tú, que ni siquiera puedes
controlarte a ti mismo, no deberías aspirar a controlar el universo. 5Contempla mas bien lo que has hecho de él y regocíjate de que no sea
verdad.
6. ¡Hijo de
Dios, no te conformes con lo que no es nada! 2Lo que no es real no es
visible ni tiene valor. 3Dios no pudo haberle ofrecido a Su Hijo
lo que no tiene valor, ni Su Hijo habría podido recibirlo. 4Fuiste
redimido en el mismo instante en que pensaste que habías abandonado a tu Padre. 5Nada de lo que has forjado ha existido jamás, y es invisible porque
el Espíritu Santo no lo ve. 6Pero lo que Él ve es tuyo para que lo
contemples, y a través de Su visión tu percepción sanará. 7Has hecho
invisible la única verdad que este mundo encierra. 8Al valorar
lo que no es nada, has buscado lo que no es nada. 9Al conferirle
realidad a lo que no es nada, lo has visto. 10Pero no está ahí. 11Y Cristo es invisible a causa de lo que has hecho que
sea visible para ti.
7. No importa
cuánta distancia hayas tratado de interponer entre tu conciencia y la verdad, 2al Hijo de Dios se le puede ver porque su visión es algo que se
comparte. 3El Espíritu Santo contempla al Hijo de Dios en ti y no ve
nada más. 4Lo que es invisible para ti, es perfecto en Su visión y lo
abarca todo. 5Él se ha acordado de ti porque no se ha olvidado del
Padre. 6Tú contemplaste lo que no era real y hallaste desesperación. 7Mas qué otra cosa podías haber encontrado al ir en pos de lo
irreal? 8El mundo irreal es desesperante, pues nunca podrá ser
real. 9Y tú que compartes el Ser de Dios con Él, nunca podrás
sentirte satisfecho sin la realidad. 10Lo que Dios no te dio no
tiene poder sobre ti, y la atracción del amor por el amor sigue siendo
irresistible. 11La función del amor es unir todas las cosas en sí
mismo, y mantenerlas unidas extendiendo su plenitud.
8. Dios te dio
el mundo real en amoroso intercambio por el mundo que tú construiste y que ves. 2Recíbelo simplemente de la mano de Cristo y contémplalo. 3Su realidad hará que todo lo demás sea invisible, pues contemplarlo es una percepción
total. 4Y al contemplarlo recordarás que siempre fue así. 5Lo que no es nada se hará invisible, pues por fin habrás visto
verdaderamente. 6Una percepción redimida se convierte
fácilmente en conocimiento, pues sólo la percepción puede equivocarse y la
percepción nunca existió. 7Al ser corregida da paso al conocimiento,
que es la única realidad eternamente. 8La Expiación no es sino
el camino de regreso a la que nunca se había perdido. 9El Padre nunca
pudo haber dejado de amar a Su Hijo.
Capítulo
13
EL MUNDO
INOCENTE
Introducción
1. Si no te
sintieses culpable no podrías atacar, pues la condenación es la raíz del
ataque. 2La condenación es el juicio que una mente hace contra
otra de que es indigna de amor y merecedora de castigo. 3Y en esto
radica la división, 4pues la mente que juzga se percibe a sí misma
como separada de la mente a la que juzga, creyendo que al castigar a otra mente,
puede ella librarse del castigo. 5Todo esto no es más que un
intento ilusorio de la mente de negarse a sí misma y de eludir la sanción que dicha negación conlleva. 6No es un intento de renunciar a la negación, sino de aferrarse a ella. 7Pues
la culpabilidad es lo que ha hecho que el Padre esté velado para ti y lo que te
ha llevado a la demencia.
2. La
aceptación de la culpabilidad en la mente del Hijo de Dios fue el comienzo de la
separación, de la misma manera en que la aceptación de la Expiación es su final. 2El mundo que ves es el sistema ilusorio de aquellos a quienes la
culpabilidad ha enloquecido. 3Contempla detenidamente este mundo
y te darás cuenta de que así es. 4Pues este mundo es el símbolo del
castigo, y todas las leyes que parecen regirlo son las leyes de la muerte. 5Los niños vienen al mundo con dolor y a través del dolor. 6Su crecimiento va acompañado de sufrimiento y muy pronto aprenden lo que son las penas, la separación y la muerte. 7Sus mentes
parecen estar atrapadas en sus cerebros, y sus fuerzas parecen decaer cuando sus
cuerpos se lastiman. 8Parecen amar, sin embargo, abandonan y son
abandonados. 9Parecen perder aquello que aman, la cual es quizá la
más descabellada de todas las creencias. 10Y sus cuerpos se
marchitan, exhalan el último suspiro, se les da sepultura y dejan de existir. 11Ni uno solo de ellos ha podido dejar de creer que Dios es
cruel.
3. Si éste
fuese el mundo real, Dios sería ciertamente cruel. 2Pues ningún Padre
podría someter a Sus hijos a eso como pago por la salvación y al mismo tiempo
ser amoroso. 3El amor no mata para salvar. 4Si lo hiciese,
el ataque sería la salvación, y ésta es la interpretación del ego, no la de
Dios. 5Sólo el mundo de la culpabilidad podría exigir eso, pues
sólo los que se sienten culpables podrían concebirlo. 6El "pecado" de
Adán no habría podido afectar a nadie, si él no hubiese creído que fue el
Padre Quien le expulsó del paraíso. 7Pues a raíz de esa creencia se
perdió el conocimiento del Padre, ya que sólo los que no le comprenden podían
haber creído tal cosa.
4. Este mundo
es la imagen de la crucifixión del Hijo de Dios. 2Y hasta que no te
des cuenta de que el Hijo de Dios no puede ser crucificado, éste será el mundo
que verás. 3No podrás comprender esto, no obstante, hasta que no
aceptes el hecho eterno de que el Hijo de Dios no es culpable. 4Él
sólo merece amor porque sólo ha dado amor. 5No se le puede condenar
porque él nunca ha condenado. 6La Expiación es la última lección
que necesita aprender, pues le enseña que puesto que nunca pecó, no tiene
necesidad de salvación.
LECCIÓN
130
Es
imposible ver dos mundos.
1. La percepción es congruente 2Lo que ves
refleja lo que piensas. 3Y lo que piensas no es sino un reflejo
de lo que quieres ver. 4Tus valores determinan esto, pues no puedes
sino desear ver aquello que valoras, al creer que lo que ves
existe realmente. 5Nadie puede ver un
mundo al que su mente no le haya conferido valor. 6Y nadie puede dejar de ver lo que
cree desear.
2.
Sin embargo, quién puede odiar y al
mismo tiempo
amar? 2 Quién puede anhelar aquello que él no desea que sea real? 3 Quién
puede elegir ver un mundo del que tiene miedo? 4El miedo no puede
sino cegar, pues ésta es
su arma: que no puedes ver aquello
que temes ver. 5El amor y la percepción, por lo tanto, van de la
mano, pero el miedo oculta en las
tinieblas lo que se encuentra ahí.
3. Qué puede, entonces, proyectar el miedo sobre el
mundo? 2 Qué puede verse en las tinieblas que sea real? 3La verdad se ve eclipsada por el miedo, y el resto es
todo imaginado. 4Mas qué puede ser real en las ciegas imaginaciones nacidas del
pánico? 5 Qué es lo que quieres para que sea esto lo que
se te muestra? 6 Qué ibas a querer conservar de un sueño
así?
4. El
miedo ha dado lugar a todo lo que crees ver: 2a
toda separación, a todas las distinciones y a la multitud de diferencias
que crees que
configuran el mundo. 3Ninguna de estas cosas existe. 4El
enemigo del amor las inventó. 5Mas el amor no puede
tener enemigos, de modo que no tienen fundamento, existencia o consecuencia
alguna. 6Se les puede atribuir valor, pero siguen siendo irreales. 7Se puede ir en pos
de ellas, mas no se pueden hallar. 8Hoy no
iremos en su busca ni desperdiciaremos
el día buscando lo que no se
puede hallar.
5.
Es imposible ver dos mundos que no tienen nada en común. 2Si vas en
pos de uno, el otro desaparece. 3Sólo uno de ellos puede permanecer. 4Ambos constituyen la gama de alternativas que tienes ante ti,
más allá de la cual
no hay nada que puedas elegir. 5Lo real y lo irreal son las únicas
alternativas entre las que puedes elegir. 6No hay ninguna
otra.
6. Hoy intentaremos no transigir allí dónde es imposible hacerlo. 2El mundo que ves es la prueba de que ya has elegido algo que es tan completamente abarcador
corno lo es su opuesto: 3Lo que deseamos aprender hoy es algo más que la simple lección de
que no puedes ver dos mundos. 4Esta lección enseña también que el
mundo que ves es completamente congruente desde el punto de vista desde el que
lo contemplas. 5Es un sólo bloque porque procede de una sola
emoción, y su origen se ve reflejado en todo lo que
ves.
7. En seis ocasiones hoy, llenos de gratitud,
dedicaremos gustosamente cinco minutos al pensamiento que pone fin a toda
transigencia y a toda duda, y las transcenderemos todas como si de una sola
se tratase. 2No haremos miles de distinciones sin sentido, ni
intentaremos conservar una pequeña porción de la irrealidad cuando consagremos
nuestras mentes a hallar sólo lo que es real.
8.
Comienza tu búsqueda del otro mundo pidiendo que se te conceda una
fortaleza superior a la tuya, y reconociendo qué es lo que persigues. 2No deseas más ilusiones. 3Y te preparas para esos cinco minutos vaciando
tus manos de todos los vanos tesoros de este mundo. 4Esperas la ayuda
de Dios, según dices:
5Es imposible ver
dos mundos.
6Permítaseme
aceptar la fortaleza que Dios me ofrece y no ver valor alguno en este mundo,
para así poder hallar mi libertad y mi salvación.
9. Dios estará allí, 2pues habrás invocado
el formidable e infalible Poder que, lleno de gratitud, dará este gigantesco
paso contigo. 3No dejarás de advertir Su agradecimiento expresado en
una percepción tangible y verdadera. 4No dudarás de lo que
contemples, pues aunque se trate de una percepción, no se trata de una de la que
tus ojos por sí solos hayan visto jamás. 5Y sabrás que la fortaleza de Dios te respaldó
cuando tomaste esta decisión.
10.
Rechaza hoy de inmediato cualquier tentación que se presente, recordando
simplemente la gama de tus alternativas. 2Pues lo que ves, y lo único que ves, es lo irreal o lo real, lo falso o lo verdadero. 3La
percepción es congruente con tu elección, y según elijas, experimentarás el
Cielo o el infierno.
11.
Acepta una pequeña parte del infierno como real, y habrás condenado tus
ojos y maldecido tu vista, y lo que contemples será ciertamente el infierno. 2No obstante, la liberación que te ofrece el Cielo sigue estando a tu
alcance como una de las alternativas que puedes elegir para que ocupe el lugar
de todo lo que el infierno quiere
mostrarte. 3Lo único que necesitas decirle a cualquier parte del
infierno, sea cual sea la forma que adopte, es esto:
4Es
imposible ver dos mundos.
5Lo
único que deseo es mi libertad y mi salvación, y esto no forma parte de lo que
quiero.
LECCIÓN
131
Nadie que se
proponga alcanzar la verdad puede fracasar.
1. El fracaso te
acechará mientras persigas metas inalcanzables. 2Buscas la
permanencia en lo pasajero, el amor donde éste no se encuentra, la seguridad en
medio del peligro y la inmortalidad en las tinieblas del sueño de muerte. 3 Quién puede triunfar cuando la contradicción es el marco de su
búsqueda así como el lugar adonde va en busca de
estabilidad?
2. Las metas que
no tienen sentido son inalcanzables. 2No hay manera de alcanzarlas,
pues los medios que empleas para ello están tan desprovistos de sentido como
ellas mismas. Quién puede esperar alcanzar algo valiéndose de medios tan
desatinados? 4 Adónde podrían conducirte?. 5 Y qué
pueden lograr que ofrezca alguna esperanza de ser real? 6Ir en pos de
lo imaginario conduce a la muerte porque es la búsqueda de lo que no es nada, y
mientras vas en pos de la vida estás clamando por la muerte. 7Quieres
estar a salvo y tener seguridad, mientras que en tu corazón clamas por el
peligro y por protección para el mísero sueño que urdiste.
3. No obstante,
la búsqueda es inevitable aquí. 2Para eso viniste, y es indudable que
harás lo que viniste a hacer. 3Pero el mundo no puede determinar la
meta que debes perseguir, a menos que tú le otorgues ese poder. 4Y si
esto es así, aún eres libre de elegir una meta que se encuentra más allá del
mundo y de todo pensamiento mundano, y que procede de una idea que rechazaste,
pero que aún recuerdas; una idea ancestral, pero a la vez nueva; un eco de un
patrimonio olvidado, pero que encierra todo lo que realmente
anhelas.
4. Alégrate de
que tengas que buscar. 2Alégrate también de aprender que lo que andas
buscando es el Cielo, y de que no puedes sino alcanzar la meta que realmente
deseas. 3Nadie puede dejar de querer esta meta, ni nadie puede; en
última instancia, dejar de alcanzarla. 4El Hijo de Dios no puede
buscar en vano, a pesar de que trata de demorarse, de engañarse a sí mismo y de
pensar que lo que busca es el infierno. 5Cuando se equivoca,
encuentra corrección. 6Cuando se extravía, se le conduce de nuevo a
la tarea que le fue asignada.
5. Nadie
permanece en el infierno, pues nadie puede abandonar a su Creador ni alterar en modo alguno Su
perfecto, intemporal e inmutable Amor. 2Hallarás el Cielo. 3Cualquier otra cosa que busques que no sea esto desaparecerá. 4Mas no porque se te vaya a quitar, 5sino porque realmente
no la deseas. 6Alcanzarás la meta que realmente anhelas, y esto es
tan seguro como que Dios te creó libre de pecado.
6. Por
qué esperar al Cielo? 2Se encuentra aquí hoy. 3El tiempo es la gran ilusión de que el Cielo se
encuentra en el pasado o en el
futuro. 4Mas esto no puede ser cierto si el Cielo es el lugar en el
que la Voluntad de Dios dispone que Su Hijo esté. 5 Cómo iba a ser
que la Voluntad de Dios estuviese en el pasado o aún por cumplirse? 6Lo que Él dispone está aquí ahora mismo, sin pasado y completamente
sin futuro, 7y tan alejado
del tiempo como lo está una pequeña vela de una estrella distante, o lo que
elegiste de lo que realmente deseas.
7. El
Cielo sigue siendo la única alternativa a este extraño mundo que construiste y a
todas sus idiosincrasias; a sus patrones cambiantes y metas inciertas; a
sus dolorosos placeres y trágicas alegrías. 2Dios no creó
contradicciones. 3Aquello que niega su propia existencia y se ataca a
sí mismo .no es parte de Él. 4Dios no creó dos mentes, de las que el
Cielo es el grato efecto de una, y la tierra, lo opuesto al Cielo desde
cualquier punto de vista, el lamentable resultado de la
otra.
8. Dios
no está en conflicto, 2ni Su creación está dividida en dos. 3 Cómo iba a ser posible que Su Hijo estuviese en el infierno, cuando
Dios Mismo lo ubicó en el Cielo? 4 Cómo podría él perder lo que la
Voluntad Eterna le ha dado para que sea su morada para siempre? 5No sigamos
tratando de imponer una voluntad ajena al único propósito de Dios. 6Él está aquí porque ésa es Su Voluntad, y lo que Su Voluntad dispone
se encuentra aquí ahora, más allá del alcance del tiempo.
9.
Hoy no elegiremos una paradoja en lugar de la verdad. 2 Cómo iba a
poder el Hijo de Dios concebir el tiempo para que anulase la Voluntad de Dios? 3Al hacer eso, niega lo que él mismo es y contradice lo que no
tiene opuestos. 4Cree haber hecho un infierno en contraposición al
Cielo y morar en un lugar que no existe, mientras que el Cielo es
el lugar que no puede encontrar.
10. Deja
hoy atrás esos pensamientos tan absurdos y haz que tu mente se vuelva receptiva
a ideas verdaderas. 2Nadie que se proponga alcanzar la verdad
puede fracasar, y es la verdad lo que nos proponemos alcanzar hoy. 3Dedicaremos diez minutos a este objetivo en tres ocasiones hoy, y
pediremos que se nos conceda poder ver el despuntar del mundo real para que
reemplace las imágenes descabelladas que en tanta estima tenemos por ideas
verdaderas que ocupen el lugar de los pensamientos que no tienen
significado, efectos, ni fundamento o sustancia basados en la
verdad.
11. Esto
es lo que reconocemos al iniciar nuestras sesiones de práctica. 2Comienza con lo siguiente:
3 Pido
que se me conceda ver un mundo diferente y tener pensamientos
distintos de aquellos que inventé.
4El
mundo que busco no lo construí yo solo, y los pensamientos que quiero tener no
son los míos.
5Durante
varios minutos observa tu mente y contempla, aunque tus ojos estén cerrados, el
mundo insensato que crees que es real. 6Revisa asimismo los
pensamientos que son compatibles con dicho mundo que tú crees que son verdad. 7Luego descártalos y deslízate por debajo de ellos hasta llegar al
santo lugar donde no pueden infiltrarse, 8Debajo de ellos hay una
puerta en tu mente, la cual no pudiste cerrar completamente cuando quisiste
ocultar lo que se encuentra más allá.
12. Busca
esa puerta hasta que la encuentres. 2Pero antes de tratar de abrirla
recuerda que nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar. 3Y es esto lo que estás pidiendo que se te conceda hoy. 4Nada excepto esto tiene ahora significado; ahora no valoras ni
persigues ninguna otra meta, no hay nada que se encuentre a este lado de la
puerta que realmente desees y sólo andas en pos de lo que se encuentra
detrás.
13. Empuja
la puerta, y ve cuán fácilmente se abre sólo con tu intención de cruzarla. 2Allí ángeles alumbran el camino, disipando toda oscuridad, y tú
te yergues en una luz tan brillante y tan diáfana que puedes entender todo lo
que allí ves. 3Un breve momento de sorpresa, tal vez, haga que te
detengas antes de que te des cuenta de que el mundo que ves ante ti, en la luz,
refleja la verdad que siempre has conocido y de la que no te habías
olvidado totalmente mientras vagabas en sueños.
14. Hoy
no puedes fracasar. 2Contigo va el Espíritu que el Cielo te envió
para que algún día pudieras aproximarte a esa puerta y deslizarte fácilmente con
Su ayuda más allá de ella hasta llegar a la luz. 3Hoy ha llegado ese
día. 4Hoy Dios cumple la promesa que antaño le hiciera a Su santo
Hijo, y Su Hijo recuerda la que le hizo a Él. 5Éste es un día de
júbilo, pues hemos llegado al lugar y momento señalados en los que encontrarás
el objetivo de toda tu búsqueda aquí y de toda la búsqueda del mundo, las cuales
finalizan al unísono al cruzar tú el umbral de esa
puerta.
15. Recuerda
tan a menudo como puedas que hoy debe ser un día de especial gozo, y abstente de
abrigar pensamientos desalentadores y quejas banales. 2La hora
de la salvación ha llegado. 3Hoy es el día señalado por el mismo
Cielo como un tiempo de gracia para ti y para el mundo. 4Si te
olvidas de este feliz hecho tráelo nuevamente a tu conciencia repitiendo lo
siguiente:
5Hoy
busco y encuentro todo lo que deseo.
6Mi
único propósito me lo brinda.
7Nadie
que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar.
LECCIÓN
132
Libero
al mundo de todo lo
que jamás pensé que era.
1. Qué
es lo que mantiene al mundo prisionero sino tus propias creencias? 2 Y qué puede salvar al mundo excepto tu propio Ser? 3El
poder de las creencias es ciertamente formidable. 4Los pensamientos
que albergas son poderosos, y los efectos
que las ilusiones producen son tan potentes como los efectos que produce la
verdad. 5Los locos creen que el mundo que ven es real, y así, no lo
ponen en duda. 6No se les puede persuadir cuestionando los efectos de
sus pensamientos. 7Sólo cuando se pone
en tela de juicio la fuente de éstos alborea finalmente en ellos la esperanza de
libertad.
2. La
salvación, no obstante, puede alcanzarse fácilmente, pues todo el mundo es libre
de cambiar de mentalidad, y al hacerlo todos sus pensamientos cambian también. 2Ahora la fuente de los pensamientos ha cambiado, pues cambiar de
mentalidad significa que has efectuado un cambio
en la fuente de todas las ideas que tienes ahora, que jamás hayas tenido o que
algún día puedas tener. 3Liberas al pasado de todo lo que antes pensabas. 4Liberas al futuro de todas tus viejas ideas de ir en busca de lo que
realmente no deseas encontrar.
3. El
único tiempo que queda ahora es el presente. 2Aquí, en el presente, es
donde el mundo queda liberado. 3Pues al dejar que el pasado quede
cancelado y al liberar el futuro de tus viejos temores, encuentras escape y se lo
ofreces al mundo. 4Has
esclavizado al mundo con todos tus temores, dudas y aflicciones,
con todo tu dolor y todas tus lágrimas; y todas tus penas lo oprimen y lo mantienen prisionero de tus
creencias. 5La muerte lo azota por doquier porque albergas en tu
mente amargos pensamientos de muerte.
4. El
mundo en sí no es nada. 2Tu mente tiene que darle significado. 3Y lo
que contemplas en él es la representación de tus deseos, de modo que puedas
verlos y creer que son reales. 4Tal vez pienses que no fuiste tú
quien construyó este mundo, sino que viniste en contra de tu voluntad a lo que
ya estaba hecho, un mundo que no estaba precisamente esperando a que tus
pensamientos le confiriesen significado. 5Pero la verdad es que
encontraste exactamente lo que andabas buscando cuando
viniste.
5.
No hay ningún mundo aparte de lo que deseas, y en eso radica, en última
instancia, tu liberación. 2Cambia de mentalidad con respecto a
lo que quieres ver, y el mundo cambiará a su vez. 3Las ideas no
abandonan su fuente. 4Esta idea central se menciona con frecuencia en
el texto, y debes tenerla presente si quieres entender la lección de hoy. 5No es el orgullo el que te dice que fuiste tú quien construyó el
mundo que ves y que ese mundo cambia según tú cambias de
mentalidad.
6.
Pero sí es el orgullo el que sostiene que has venido a un mundo que está
completamente separado de ti, que es insensible a lo que piensas y totalmente
diferente de lo que pudieras pensar que es. 2¡El mundo no existe! 3Éste es el pensamiento
básico que este curso se propone enseñar. 4No todo el mundo está
listo para aceptar esto, y cada cual irá tan lejos a lo largo del camino
que conduce a la verdad, como se permita a sí mismo ser guiado. 5Regresará e irá todavía más lejos, o
tal
vez, retrocederá un poco para luego regresar de nuevo.
7. Mas la curación
es el regalo que se
les hace a aquellos que están listos
para aprender que el mundo
no existe
y que pueden aceptar esta lección ahora. 2El hecho de
que estén listos hará que la lección les llegué en una forma que ellos puedan
entender y reconocer. 3Algunos la entienden de súbito al borde de la
muerte y se levantan para enseñarla. 4Otros la encuentran
en una experiencia que no es de
este mundo, lo cual les demuestra que el mundo
no existe porque lo que contemplan tiene que ser la verdad a pesar de que
contradice claramente al mundo.
8. Y
algunos la encontrarán
en este curso y en los ejercicios
que hoy llevaremos a cabo. 2La idea de hoy es verdad porque el mundo no existe. 3Y,
si en verdad éste no
es más que un producto de tu imaginación, puedes entonces liberarlo de todo lo que
jamás pensaste que era, cambiando simplemente todos aquellos pensamientos que le
daban su apariencia. 4Los enfermos se curan a medida que abandonas todo pensamiento de
enfermedad, y los muertos resucitan cuando permites que los pensamientos de vida
reemplacen a todos los pensamientos
de muerte que jamás albergaste.
9.
Ahora tenemos que subrayar nuevamente una lección que ya se ha mencionado antes,
pues contiene los sólidos cimientos de la idea de hoy. 2Eres tal como
Dios te creó. 3No hay lugar en el que puedas sufrir, ni tiempo que
pueda alterar tu eterna condición. 4 Cómo iba a poder
existir un mundo de espacio y tiempo, si tú sigues siendo tal como Dios te
creó?
10.
Qué es la lección de hoy sino otra manera de decir que conocer tu Ser es
la salvación del mundo? 2Liberar al mundo de toda clase de dolor no es otra
cosa que cambiar de mentalidad con respecto a ti mismo. 3El mundo no
existe aparte de tus ideas porque las ideas no abandonan su fuente, y tú
mantienes el mundo intacto en tu mente mediante tus
pensamientos.
11.
Mas si tú eres tal como Dios te creó no puedes
pensar estando separado de Él, ni fabricar lo que no comparte Su intemporalidad
y Su Amor. 2 Son acaso éstos inherentes al mundo que ves? 3 Crea acaso este mundo tal como Él lo hace? 4A menos que
lo haga, no puede ser real ni tiene existencia alguna. 5Si tú eres
real, el mundo que ves es falso, pues la creación de Dios es diferente del mundo
desde cualquier punto de vista. 6Y así como fue Su Pensamiento el que
te creó, así también son tus pensamientos los que dieron lugar al mundo y los
que tienen que liberarlo para que puedas conocer los Pensamientos que compartes
con Dios.
12.
¡Libera al mundo! 2Tus verdaderas creaciones están esperando a que lo
liberes para concederte la paternidad, y no una paternidad de ilusiones,
sino una de verdad como la de
Dios. 3Dios comparte Su Paternidad contigo que eres Su Hijo,
pues Él no hace distinciones entre lo que Él es y lo que sigue siendo Él Mismo. 4Lo que Él crea no está separado de Él, y no hay ningún lugar en el
que el Padre acabe y el Hijo comience como algo separado.
13.
El mundo no existe porque es un pensamiento separado de Dios, concebido para
separar al Padre del Hijo y aislar una parte de Dios Mismo, destruyendo de esta
manera Su Plenitud. 2 Podría acaso ser real un mundo que emana de
esta idea? 3 Dónde se le podría encontrar? 4Niega las
ilusiones, pero acepta la verdad. 5Niega que seas una sombra
superpuesta brevemente sobre un mundo moribundo. 6Libera a tu mente,
y contemplarás un mundo liberado.
14.
Nuestro propósito hoy es liberar al mundo de todos los pensamientos vanos
que jamás hayamos tenido acerca de él y acerca de todos los seres vivientes que
vemos en él. 2No pueden estar ahí, 3ni nosotros tampoco. 4Pues nos encontramos, junto con todos ellos, en la morada que
nuestro Padre creó para nosotros. 5Y nosotros, que seguimos
siendo tal como Él nos creó, queremos liberar hoy al mundo de cada una de
nuestras ilusiones para así poder ser libres.
15.
Comienza cada una de las dos sesiones de quince minutos de práctica de hoy con
lo siguiente:
2Yo
que sigo siendo tal como Dios me creó quiero liberar al mundo de todo lo que
jamás pensé que era. 3Pues yo soy
real porque el mundo no lo es. aY quiero conocer mi propia realidad. . 4Luego
simplemente descansa, alerta pero sin tensión, y permite que en la quietud se
efectúe un cambio en tu mente, de manera que el mundo pueda quedar libre junto
contigo.
16.
No es necesario que te des cuenta de que cuando envías estos pensamientos para
bendecir al mundo, la curación les llega a muchos de tus hermanos en
remotos lugares del mundo, así como a aquellos que ves a tu
alrededor. 2Y te percatarás de tu propia liberación,
aunque tal vez aún no comprendas del todo que nunca habrías
podido liberarte solo.
17. Haz
que la liberación que a lo largo del día envías a todo el mundo mediante tus
ideas sea cada vez mayor, y siempre que sientas la tentación de negar el poder
de este simple cambio de mentalidad, di:
2Libero al mundo
de todo lo que jamás pensé que era, y en lugar de ello elijo mi propia
realidad.
12 DE
MAYO
I. Inocencia e
invulnerabilidad
1. Dije
anteriormente que el Espíritu Santo comparte el objetivo de todos los buenos
maestros, cuya meta final es hacerse innecesarios al enseñarles a sus
alumnos todo lo que ellos saben. 2Eso es lo único que el Espíritu
Santo desea, pues dado que comparte el Amor del Padre por Su Hijo, intenta
eliminar de la mente de éste toda traza de culpabilidad para que así pueda
recordar a su Padre en paz. 3La paz y la culpabilidad son conceptos
antitéticos, y al Padre sólo se le puede recordar estando en paz. 4El
amor y la culpabilidad no pueden coexistir, y aceptar uno supone negar el otro. 5La culpabilidad te impide ver a Cristo, pues es la negación de la
irreprochabilidad del Hijo de Dios.
2. En el
extraño mundo que has fabricado el Hijo de Dios ha pecado. 2 Cómo,
entonces ibas a poder verlo? 3Al hacerlo invisible, surgió el
mundo del castigo procedente de la tenebrosa nube de culpabilidad que aceptaste,
y que en tanta estima tienes. 4Pues la irreprochabilidad de Cristo es
la prueba de que el ego jamás existió, ni jamás podrá existir. 5Sin
culpabilidad, el ego no tiene vida, y el Hijo de Dios está libre de toda
culpa.
3. Al
examinarte a ti mismo y juzgar honestamente tus acciones, puede que sientas la
tentación de preguntarte cómo es posible que puedas estar libre de culpa. 2Mas ten en cuenta lo siguiente: no es en el tiempo donde no eres
culpable, sino en la eternidad. 3Has "pecado" en el pasado, pero el
pasado no existe. 4Lo que es siempre no tiene dirección. 5El tiempo parece ir en una dirección, pero cuando llegues a su
final, se enrollará hacia el pasado como una gran alfombra extendida detrás de
ti, y desaparecerá. 6Mientras sigas creyendo que el Hijo de Dios es culpable seguirás caminando a lo largo de esa alfombra, creyendo
que conduce a la muerte. 7Y la jornada parecerá larga, cruel y
absurda, pues en efecto, lo es.
4. El viaje en
que el Hijo de Dios se ha embarcado es en verdad inútil, pero el viaje en el que
su Padre le embarca es un viaje de liberación y dicha. 2El Padre no
es cruel, y Su Hijo no puede herirse a sí mismo. 3La venganza que
teme y que ve, nunca recaerá sobre él, pues aunque cree en ella, el Espíritu
Santo sabe que no es verdad. 4El Espíritu Santo se encuentra al final
del tiempo que es donde tú debes estar, puesto que Él está contigo. 5Él ya ha des-hecho todo lo que es indigno del Hijo de Dios, pues ésa
fue la misión que Dios le dio. 6Y lo que Dios da, siempre ha
sido.
5. Me verás a
medida que aprendas que el Hijo de Dios es inocente. 2Él siempre
anduvo en busca de su inocencia, y la ha encontrado. 3Pues cada
cual está tratando de escapar de la prisión que ha construido, y no se le niega
la manera de encontrar la liberación. 4Puesto que reside en él,
la ha encontrado. 5Cuándo ha de encontrarla es sólo cuestión
de tiempo, y el tiempo no es sino una ilusión. 6Pues el Hijo de Dios
es inocente ahora, y el fulgor de su pureza resplandece incólume para siempre en
la Mente de Dios. 7El Hijo de Dios será siempre tal como fue creado. 8Niega tu mundo y no juzgues al Hijo de Dios, pues su eterna
inocencia se encuentra en la Mente de su Padre y lo protege para
siempre.
6. Cuando hayas
aceptado la Expiación, te darás cuenta de que no hay culpabilidad alguna en el
Hijo de Dios. 2Y sólo cuando veas su inocencia podrás entender su
unicidad*. 3Pues
la idea de la culpabilidad da lugar a la creencia de que algunas personas
pueden condenar a otras, como resultado de lo cual, se proyecta
separación en vez de unidad. 4Sólo te puedes condenar a ti
mismo, y hacer eso te impide reconocer que eres el Hijo de Dios. 5Has
negado la condición de su existencia, que es su perfecta irreprochabilidad. 6El Hijo de Dios fue creado del amor, y mora en el amor. 7La bondad y la misericordia le han acompañado siempre, pues él jamás
ha dejado de extender el Amor de su
Padre.
7. A medida
que percibas a los santos compañeros que viajan a tu lado, te darás cuenta de
que no hay tal viaje, sino tan sólo un despertar. 2El Hijo de Dios,
que nunca ha estado dormido, no ha dejado de tener fe en ti, al igual que tu
Padre. 3No hay ningún camino que recorrer ni tiempo en el que
hacerlo. 4Pues Dios no espera a Su Hijo en el tiempo ya que jamás ha
estado dispuesto a estar sin él. 5Y, por lo tanto, así ha sido
siempre. 6Permite que el fulgor de la santidad del Hijo de Dios
disipe la nube de culpabilidad que nubla tu mente, y al aceptar como tuya
su pureza, aprende de él que es tuya.
8. Eres
invulnerable porque estás libre de toda culpa. 2Sólo mediante la
culpabilidad puedes aferrarte al pasado. 3Pues la culpabilidad
determina que serás castigado por lo que has hecho, y, por lo tanto, depende del
tiempo unidimensional, que comienza en el pasado y se extiende hasta el futuro. 4Nadie que crea esto puede entender lo que significa "siempre", y de
este modo la culpabilidad le impide apreciar la eternidad. 5Eres
inmortal porque eres eterno, y "siempre" no puede sino ser
ahora. 6La culpabilidad, pues, es una forma de conservar el
pasado y el futuro en tu mente para asegurar de este modo la continuidad del
ego. 7Pues si se castiga el pasado, la continuidad del ego queda
garantizada. 8La garantía de tu continuidad, no obstante, emana
de Dios, no del ego. 9Y la inmortalidad es lo opuesto al tiempo, pues
el tiempo pasa, mientras que la inmortalidad es constante.
9. Aceptar la
Expiación te enseña lo que es la inmortalidad, pues al aceptar que estás libre
de culpa te das cuenta de que el pasado nunca existió, y, por lo tanto, de que
el futuro es innecesario y de que nunca tendrá lugar. 2En el tiempo,
el futuro siempre se asocia con expiar, y sólo la culpabilidad podría producir
la sensación de que expiar es necesario. 3Aceptar como tuya la
inocencia del Hijo de Dios es, por lo tanto, la forma en que Dios te recuerda a
Su Hijo, y lo que éste es en verdad. 4Pues Dios nunca ha condenado a
Su Hijo, que al ser inocente es también eterno.
10. No puedes
desvanecer la culpabilidad otorgándole primero realidad, y luego expiando por
ella. 2Ése es el plan que el ego propone en lugar de simplemente
desvanecerla. 3El ego cree en la expiación por medio del ataque, al
estar completamente comprometido con la noción demente de que el ataque es
la salvación. 4Y tú, que en tanta estima tienes a la culpabilidad,
debes también creer eso, pues, de qué otra manera, salvo identificándote con el
ego, podrías tener en tanta estima lo que no deseas?
11. El ego te
enseña a que te ataques a ti mismo porque eres culpable, lo cual no puede
sino aumentar tu culpabilidad, pues la culpabilidad es el resultado del
ataque. 2De acuerdo con las enseñanzas del ego, por lo tanto, es
imposible escaparse de la culpabilidad. 3Pues el ataque le confiere
realidad, y, si la culpabilidad es real, no hay manera de superarla. 4El Espíritu Santo sencillamente la desvanece mediante el sereno
reconocimiento de que nunca ha existido. 5Al contemplar la inocencia
del Hijo de Dios, sabe que eso es la verdad: 6Y al ser la verdad con
respecto a ti, no puedes atacarte a ti mismo, pues sin culpabilidad el ataque es
imposible. 7Tú estás, por lo tanto, a salvo, ya que el Hijo de Dios
es inocente. 8Y al ser completamente puro, eres
invulnerable.
LECCIÓN
133
No
le daré valor a lo que no lo tiene.
1. En
el proceso de enseñanza a veces es beneficioso, especialmente después de
haber pasado revista a lo que aparenta ser teórico y estar más allá del alcance
de lo que el estudiante ha aprendido, volver de nuevo a las cuestiones
prácticas. 2Esto es lo que vamos a hacer
hoy. 3No vamos a hablar de ideas sublimes de alcance mundial, sino
que simplemente nos vamos a ocupar de los beneficios que te aguardan a
ti.
2. No
pides demasiado de la vida, al contrario, pides demasiado poco. 2Cuando
dejas que tu mente se ocupe de asuntos corporales, de las cosas que compras y de
lo que es eminente de acuerdo con los valores del mundo, estás invitando al
pesar, no a la felicidad. 3Este curso no pretende despojarte de lo
poco que tienes. 4Tampoco trata de sustituir las satisfacciones que
el mundo ofrece por ideas utópicas. 5En el mundo no se puede hallar ninguna satisfacción.
3. Hoy
vamos a hacer una lista de los verdaderos criterios con los que
poner a prueba todas las cosas que crees desear. 2A menos que éstas
satisfagan estos válidos requisitos, no vale la pena
desearlas en absoluto, pues lo único que harían sería reemplazar, a aquello que
es más valioso. 3Tú no puedes establecer las leyes que
gobiernan el
mecanismo de elección, ni tampoco puedes establecer las alternativas entre las
que elegir. 4Pero sí puedes elegir; de hecho, tienes que hacerlo. 5Mas es aconsejable que aprendas cuáles son las leyes que pones en
marcha cuando eliges y cuáles son las alternativas entre las que
eliges.
4. Hemos
subrayado ya que sólo hay dos alternativas entre las que elegir, aunque parezca
haber muchas. 2La gama ya ha sido establecida, y no es algo que
podamos cambiar. 3No sería justo para contigo que el número de
alternativas fuese ilimitado, y que tu decisión final se demorara hasta que las
hubieses considerado a todas en el tiempo, en vez de llevársete directamente al
punto donde sólo puede llevarse a cabo una elección.
5. Otra
ley benévola, relacionada con esto, es que no hay transigencia posible con
respecto a lo que tu elección te ha de brindar. 2Lo que elijas no
puede aportarte solamente parte de sus resultados, pues en esto no hay
términos medios. 3Cada elección que llevas
a cabo o bien te aporta todo o bien no te aporta nada. 4Por lo
tanto, si aprendes los criterios mediante los cuales puedes distinguir
entre lo que es todo y lo que no es nada, elegirás la mejor
alternativa.
6. En
primer lugar, si eliges algo que no ha de durar para siempre, lo que estas
eligiendo carece de valor. 2Un valor temporal no tiene valor alguno. 3El tiempo jamás puede anular ningún valor real. 4Lo que
se marchita y perece jamás existió, y no tiene nada que ofrecerle al que lo
elige. 5Éste se ha dejado engañar por algo que no es nada, pero que se ha manifestado en una
forma que él cree que le gusta.
7. En
segundo lugar, si eliges quitarle algo a alguien, te quedas sin nada: 2Esto se debe a que cuando le niegas a alguien su derecho
a todo, te lo niegas a ti mismo. 3No reconocerás, por lo
tanto, las cosas que realmente posees, y negarás que estén ahí. 4El que trata de apropiarse de algo se ha dejado
engañar por la ilusión de que puede ganar mediante la pérdida de otro. 5Las pérdidas, sin embargo; sólo pueden ocasionar más
pérdidas. aEso es todo.
8. El
siguiente criterio que debe examinarse es aquel sobre el que se basan los demás. 2 Por qué razón tiene valor para ti lo que eliges?, 3 Qué es lo que hace
que tu mente se sienta atraída por ello? 4 Qué propósito tiene? 5En esto es en lo que es más fácil caer en el engaño. 6Pues el ego no reconoce lo que quiere. 7Ni siguiera dice la verdad
tal como la percibe, ya que necesita el halo del que se vale para proteger sus
objetivos del deslustre y del enmohecimiento a fin de que tú puedas ver
cuán "inocente" es él.
9. Mas su camuflaje
no es más qué un fino velo, que sólo podría engañar a los que les place ser
engañados. 2Sus objetivos son obvios para todo aquel que se toma la
molestia de examinarlos. 3En esto el engaño es doble, pues el que se
ha dejado engañar no sólo no se dará cuenta de que simplemente no ha ganado
nada, 4sino que además creerá haber apoyado las metas secretas del
ego.
10. Sin
embargo, a pesar de que trata de mantener dicho halo claramente dentro de su campo
visual, no puede dejar de percibir el deslustre de sus bordes y el
enmohecimiento de su médula. 2Sus inconsecuentes errores le parecen
pecados porque ve el deslustre como si fuese
el suyo propio, y el enmohecimiento como un signo de su profunda bajeza. 3Todo aquel que todavía desea conservar las metas del ego y
protegerlas como si fueran las suyas propias, no comete errores de acuerdo con los dictados
de su guía. 4Este guía le enseña que lo que es un
error es creer
que los pecados son tan sólo errores, pues, de ser así, quién pagarla por sus
pecados?
11. Y
con esto llegamos al criterio de elección más difícil de creer porque, si bien
es evidente, se halla oculto bajo muchas capas de oscuridad. 2Si
sientes el más mínimo vestigio de culpabilidad con respecto a lo que has
elegido, es que has permitido que los objetivos del ego nublen las verdaderas
alternativas. 3Y de este modo, no te das cuenta de que sólo hay dos,
y la
alternativa que crees haber elegido parece temible y demasiado peligrosa para
ser la nada que realmente es.
12. Todas
las cosas o bien son valiosas o bien no tienen ningún valor; o bien son dignas
de que se las procure o bien indignas de ello; son también
completamente deseables o bien no merecen que se lleve a cabo el más
mínimo esfuerzo por conseguirlas. 2Esto es lo que hace que elegir sea
fácil. 3La complejidad no es sino una cortina de humo
que oculta el simple hecho de que tomar decisiones no es algo difícil. 4 Qué ganas tú con aprender esto?. 5Ganas mucho
más que simplemente poder tomar decisiones con facilidad y sin dolor.
13.
Al Cielo se llega con las manos vacías y las mentes abiertas, las cuales llegan
a él sin nada a fin de encontrarlo todo y reivindicarlo como propio. 2Hoy intentaremos alcanzar este estado, dejando a un lado el
auto-engaño y estando sinceramente dispuestos a darle valor únicamente a lo que
en verdad es valioso y real. 3Nuestras dos sesiones de
práctica largas, de quince minutos cada una, deben comenzar con lo
siguiente:
4No
le daré valor a lo que no lo tiene y solo iré en pos de lo que es
valioso, pues eso es lo único que deseo encontrar.
14. Recibe entonces lo que
le espera a todo aquel que trata de llegar sin lastres hasta las puertas
del Cielo, las cuales se abren de par en par con su llegada. 2Si notas que empiezas a sobrecargarte con fardos
innecesarios, o si crees que tienes ante ti decisiones difíciles¡ responde de inmediato con este simple pensamiento:
3No
le daré valor a lo que no lo tiene, pues lo que tiene valor me
pertenece.
13 DE
MAYO
II. El
inocente Hijo de Dios
1. El
propósito fundamental de la proyección es siempre deshacerse de la
culpabilidad. 2Pero el ego, como de costumbre, trata de deshacerse de
la culpabilidad exclusivamente desde su punto de vista, pues por mucho que él
quiera conservar la culpabilidad, a ti te resulta intolerable, toda vez que la
culpabilidad te impide recordar a Dios, Cuya atracción es tan fuerte que te es
irresistible. 3En este punto, pues, se produce la más profunda de las
divisiones, pues si has de conservar la culpabilidad, tal como insiste el
ego, tú no puedes ser tú mismo. 4Sólo persuadiéndote de que tú
eres él podría el ego inducirte a proyectar la culpabilidad y de ese modo
conservarla en tu mente.
2. Observa,
sin embargo, cuán extraña es la solución que el ego ha urdido. 2Proyectas la culpabilidad para deshacerte de ella, pero en realidad
estás simplemente ocultándola. 3Experimentas culpabilidad, pero no
sabes por qué. 4Al contrario, la asocias con un extraño surtido de
"ideales del ego", en los que, según él, le has fallado. 5Sin
embargo; no te das cuenta de que a quien le estás fallando es al Hijo de Dios al
considerarlo culpable. 6Al creer que tú ya no eres tú, no te das
cuenta de que te estás fallando a ti mismo.
3. La más
tenebrosa de las piedras angulares que ocultas, mantiene tu creencia en la
culpabilidad fuera de tu conciencia, 2pues en ese lugar tenebroso y
secreto yace el reconocimiento de que has traicionado al Hijo de Dios al haberlo
condenado a muerte. 3Tú ni siquiera sospechas que esta idea asesina,
aunque demente, yace ahí oculta, pues las ansias destructivas del ego son tan
intensas que sólo la crucifixión del Hijo de Dios puede, en última
instancia, satisfacerle. 4No sabe quién es el Hijo de Dios
porque es ciego. 5Mas permítele percibir inocencia en cualquier
parte, y tratará de destruirla debido a su miedo.
4. Gran parte
del extraño comportamiento del ego se puede atribuir directamente a su
definición de la culpabilidad. 2Para el ego, los inocentes son
culpables. 3Los que no atacan son sus "enemigos" porque, al no
aceptar su interpretación de la salvación, se encuentran en una posición
excelente para poder abandonarla. 4Se han aproximado a la piedra
angular más recóndita y tenebrosa de los cimientos del ego, y si bien el ego
puede tolerar que pongas en duda todo lo demás, este secreto lo guarda con su
vida, pues su existencia depende de que él siga guardando dicho secreto. 5Por lo tanto, es este secreto lo que tenemos que examinar, pues el
ego no puede protegerte de la verdad, y en presencia de ésta él se
desvanece.
5. En la
serena luz de la verdad, reconozcamos que crees haber crucificado al Hijo de
Dios. 2No has admitido este "terrible" secreto porque todavía
desearías crucificarlo si pudieses encontrarlo. 3No obstante,
este deseo ha hecho que el Hijo de Dios se mantenga oculto de ti, ya que es un
deseo aterrante, y, por lo tanto, temes encontrarlo. 4La manera en
que has lidiado con este deseo de matarte es desconociendo tu identidad e
identificándote con lo que no eres. 5Has proyectado la culpabilidad
ciega e indiscriminadamente, pero no has podido descubrir su fuente. 6Pues el ego quiere destruirte, y si te identificas con él no podrás
sino creer que su objetivo es también el tuyo.
6. He dicho
que la crucifixión es el símbolo del ego. 2Cuando el ego se enfrentó
con la verdadera inocencia del Hijo de Dios intentó darle muerte, y la razón que
adujo fue que la inocencia es una blasfemia contra Dios. 3Para el
ego, el ego es Dios, y la inocencia tiene que ser interpretada como
la máxima expresión de culpabilidad que justifica plenamente el asesinato. 4Todavía no entiendes que cualquier miedo que puedas experimentar en
conexión con este curso procede, en última instancia, de esa
interpretación, pero si examinases las reacciones que éste suscita en ti,
te convencerías cada vez más de que eso es cierto.
7. Este curso
ha afirmado explícitamente que su objetivo es tu felicidad y tu paz. 2A pesar de ello, le tienes miedo. 3Se te ha dicho una
y otra vez que te liberará, no obstante, reaccionas en muchas
ocasiones como si estuviese tratando de aprisionarte. 4A menudo lo descartas con mayor diligencia de la que empleas para descartar
los postulados del ego. 5En cierta medida, pues, debes creer que si
no aprendes el curso te estás protegiendo a ti mismo. 6Y no te
das cuenta de que lo único que puede protegerte es tu inocencia.
8. La
Expiación se ha interpretado siempre como lo que libera de la culpabilidad, y
esto es cierto si se entiende debidamente. 2No obstante, incluso si
yo te "interpreto lo que es, puede que la rechaces y no la aceptes
para ti mismo. 3Tal vez hayas reconocido la futilidad del ego y de
sus ofrecimientos, pero aunque no los deseas, puede que todavía no
contemples la alternativa con agrado. 4En última
instancia, tienes miedo de la redención y crees que te aniquilaría. 5No te engañes con respecto a la intensidad de ese miedo, 6pues crees que, en presencia de la verdad, puedes
volverte contra ti mismo y destruirte.
9. Criatura de
Dios, eso no es así. 2Ese “secreto por el que te sientes culpable" no
es nada, y si lo sacas a la luz, la Luz lo desvanecerá. 3No quedará entonces ninguna nube tenebrosa que pueda interponerse entre ti y
el recuerdo de tu Padre, pues recordarás a Su inocente Hijo, que no murió porque
es inmortal. 4Y te darás cuenta de que fuiste redimido juntó con él y
de que nunca has estado separado de él. 5El que puedas recordar
depende de que comprendas esto, pues ello implica que has reconocido el amor sin
miedo. 6Con ocasión de tu vuelta a casa se producirá un
gran júbilo en el Cielo y el júbilo será tuyo. 7Pues el
hijo redimido del hombre es el Hijo inocente de Dios, y reconocerlo es tu
redención.
LECCIÓN
134
Permítaseme
poder percibir el perdón tal como es.
1.
Repasemos hoy lo que significa "perdonar" ya que es algo
que puede, tergiversarse muy fácilmente y percibirse como que entraña un
sacrificio injusto de la justa indignación, como una dádiva injustificada e
inmerecida y como una total negación de la verdad. 2Desde esta
perspectiva, perdonar no puede sino verse como una extravagancia, y este curso
aparenta basar la salvación sobre un capricho.
2. Esta perspectiva distorsionada de lo que significa
perdonar puede corregirse fácilmente, si puedes aceptar el hecho de que no se te
está pidiendo que perdones lo que es verdad. 2El perdón se limita únicamente a lo que es falso. 3Es irrelevante con respecto a todo, excepto con respecto a las ilusiones. 4La verdad es la
creación de Dios, y perdonar eso no tiene sentido. 5Todo lo que
es verdad le pertenece a Él, refleja Sus leyes e irradia Su Amor. 6 Puede esto acaso requerir perdón? 7 Cómo vas a poder
perdonar lo que es incapaz de pecar y es eternamente
bondadoso?
3. La mayor dificultad a la que te enfrentas para
poder perdonar realmente, es que todavía crees que tienes que perdonar lo que es
verdad, no lo que es ilusorio. 2Consideras que el perdón es un vano
intento de ignorar lo que se encuentra ahí y de pasar por alto lo que es verdad,
lo cual es parte de un esfuerzo inútil por engañarte a ti mismo al querer hacer
que una ilusión sea verdad. 3Este punto de vista tergiversado no hace
sino reflejar el dominio que la idea del pecado todavía ejerce sobre tu mente
tal como tú te consideras a ti mismo.
4.
Puesto que crees que tus pecados son reales, consideras que el perdón es un
engaño. 2Pues es imposible pensar que el pecado es verdad sin creer
que el perdón es una mentira. 3Así pues, el perdón en realidad
no es más que otro pecado, al igual que todos los demás. 4Afirma que
la verdad es falsa, y le sonríe al corrupto como si fuera tan irreprochable como
la hierba; tan inmaculado como la nieve. 5El perdón se engaña con
respecto a lo que cree que puede lograr. 6Considera correcto lo que
es claramente erróneo, y ve lo aborrecible como algo
bueno.
5.
Desde esta perspectiva, el perdón no es un escape. 2Es
simplemente una señal más de que el pecado es imperdonable, algo que en el
mejor de los casos se debe ocultar, negar o llamar por otro nombre, ya que es
una traición a la verdad. 3La culpabilidad no se puede
perdonar. 4Si pecas, tu culpabilidad es eterna. 5Aquellos
que son perdonados desde la perspectiva de que sus pecados son reales son
víctimas de la burla y de una doble condena: en primer lugar, la suya propia por
lo que creen haber hecho, y en segundo lugar; la de los que los
perdonan.
6. La irrealidad del pecado es lo que hace que el perdón sea algo completamente
natural y sano; un profundo consuelo para todos aquellos que lo conceden y una
silenciosa bendición allí donde se recibe. 2El perdón no apoya las
ilusiones, sino que, riendo dulcemente, las congrega a todas sin muchos
aspavientos y las deposita tiernamente ante los pies de la verdad: 3Y ahí desaparecen por completo.
7. El perdón es lo único que representa a la
verdad en medio de las ilusiones del mundo. 2El perdón ve su
insustancialidad, y mira más allá de las miles de formas en que pueden
presentarse. 3Ve las mentiras, pero no se deja engañar por ellas. 4No hace caso de los alaridos auto-acusadores de los pecadores
enloquecidos por la culpabilidad. 5Los mira con ojos serenos, y
simplemente les dice: "Hermano mío; lo que crees no es
verdad".
8. La fuerza del perdón estriba en su honestidad, la
cual es tan incorruptible que ve las ilusiones como ilusiones y no como la verdad. 2Por eso, en
presencia de las mentiras, el perdón se convierte en aquello que desengaña;
en el gran restaurador de la simple verdad. 3Mediante su
capacidad de pasar por alto lo que no existe, le allana el camino a la verdad,
la cual había estado bloqueada por sueños de culpabilidad. 4Ahora eres libre para recorrer el camino que al perdonar de verdad
se despliega ante ti. 5Pues si un hermano ha recibido este regalo de
tu parte, la puerta queda abierta para ti.
9. Hay una manera muy sencilla de encontrar la puerta
que conduce al verdadero perdón y de percibir que está abierta de par en
par en señal de bienvenida. 2Cuando te sientas tentado de acusar a
alguien de algún pecado, no permitas que tu mente se detenga a pensar
en lo que esa persona hizo, pues eso
es engañarse uno a sí mismo. 3Pregúntate, en cambio: " Me acusaría a
mí mismo de eso?"
10. De
esta manera podrás ver las alternativas entre las que
puedes elegir desde una perspectiva que hace que el acto de elegir tenga
significado y que mantiene a tu mente tan libre de culpa y de dolor como Dios
Mismo dispuso que estuviese, y como en verdad está: 2Son únicamente
las mentiras las que condenan. 3En realidad lo único que existe es la
inocencia. 4El perdón se alza entre las ilusiones
y la verdad; entre el mundo que ves y lo que se encuentra más allá; entre el
infierno de la culpabilidad y las puertas del Cielo.
11. A
través de este puente, que es tan poderoso como el Amor que derramó
su bendición
sobre él, todos los sueños
de maldad, de odio y de ataque se llevan silenciosamente ante la verdad. 2No se conservan para que se inflen, exploten y aterren al cándido
soñador que cree en ellos. 3A éste ya se le ha despertado
dulcemente de su sueño al entender que lo que creía ver jamás existió. 4Y ahora ya no puede pensar que se le ha negado toda
escapatoria.
12. No
tiene que luchar para salvarse. 2No tiene que matar a los dragones
que pensaba le perseguían. 3Tampoco tiene que erigir las sólidas
murallas de piedra ni las puertas de hierro que pensó que lo mantendrían a
salvo. 4Ahora. puede deshacerse de la pesada e inútil armadura que
construyó a fin de encadenar su mente a la miseria y al temor. 5Su paso es ligero, y cada vez que alza el pie para dar otro paso
hacia adelante, deja tras de sí una estrella para señalarles el camino a
aquellos que le siguen.
13. El
perdón tiene que practicarse, pues el mundo no puede percibir su
significado ni proveer un guía que muestre su beneficencia. 2No hay un solo
pensamiento en todo el mundo que conduzca a un entendimiento de las leyes que
rigen el perdón o del Pensamiento que refleja. 3El perdón es
algo tan ajeno al mundo como lo es tu propia realidad. 4Sin embargo,
es lo que une a tu mente con la realidad que mora en ti.
14. Hoy
vamos a practicar el verdadero perdón, para que el momento de la unión no se
demore más. 2Pues deseamos encontrarnos con nuestra realidad en
libertad y en paz. 3Nuestras prácticas se convierten en las
pisadas que alumbran el camino a todos nuestros hermanos, quienes nos seguirán a
la realidad que compartimos con ellos. 4A tal efecto, dediquemos
hoy un cuarto de hora en dos ocasiones a pasarlo con el Guía que entiende el
significado del perdón y que nos fue enviado para enseñárnoslo:
5Pidámosle:
6Permítaseme
poder percibir el perdón tal como es.
15. Escoge
entonces un hermano tal como Él te indique, y cataloga sus "pecados" uno por uno
a medida que crucen tu mente. 2Asegúrate de no concentrarte en
ninguno de ellos en particular, antes bien, date cuenta de que te estás valiendo
de sus "ofensas"
para salvar al mundo de toda idea de pecado. 3Examina brevemente
todas las cosas negativas que hayas pensado acerca de él y pregúntate en cada
caso: " Me condenaría a mí mismo por haber
hecho eso?"
16. Libéralo
de todos los pensamientos de pecado que hayas tenido en relación con él. 2Y entonces tú mismo estarás listo para la libertad. 3Si
has estado practicando hasta ahora de buen grado y con honestidad,
empezarás a notar una sensación de ser elevado; un gran
alivio en tu pecho y un sentimiento profundo e inequívoco de desahogo. 4Debes dedicar el resto del tiempo a experimentar que te escapas de
todas las pesadas cadenas con las que
quisiste encadenar a tu hermano; pero con las que en realidad te encadenabas a
ti mismo.
17. Debes
practicar el perdón a lo largo del día, pues todavía habrá muchas ocasiones en
las que te olvidarás de su significado
y te atacarás a ti mismo. 2Cuando esto ocurra, permite que tu mente
vea más allá de esa ilusión según repites para tus
adentros:
3Permítaseme
poder recibir el perdón
tal como es.
4 Me
acusaría a mí mismo de eso?
5No
me voy a encadenar a mí mismo de esta manera.
6Antes
de hacer cualquier cosa, recuerda lo siguiente:
7Nadie es
crucificado solo, mas, por otra parte, nadie puede entrar en el Cielo
solo.
14 DE
MAYO
III. El miedo
a la redención
1. Tal vez te
preguntes por qué es tan crucial que observes tu odio y te des cuenta de su
magnitud. 2Puede que también pienses que al Espíritu Santo le sería
muy fácil mostrártelo desvanecerlo, sin que tú tuvieses necesidad de traerlo a
la conciencia. 3Hay, no obstante, un obstáculo adicional que has
interpuesto entre la Expiación y tú. 4Hemos dicho que nadie
toleraría el miedo si lo reconociese. 5Pero en tu trastornado estado
mental no le tienes miedo al miedo. 6No te gusta, pero tu deseo de
atacar no es lo que realmente te asusta. 7Tu hostilidad no te
perturba seriamente. 8La mantienes oculta porque tienes aún más miedo
de lo que encubre. 9Podrías examinar incluso la piedra angular más
tenebrosa del ego sin miedo si no creyeses que, sin el ego, encontrarías dentro
de ti algo de lo que todavía tienes más miedo. 10No es de
la crucifixión de lo que realmente tienes miedo. 11Lo que
verdaderamente te aterra es la redención.
2. Bajo los
tenebrosos cimientos del ego yace el recuerdo de Dios, y de eso es de lo que
realmente tienes miedo. 2Pues este recuerdo te restituiría
instantáneamente al lugar donde te corresponde estar, del cual te has querido
marchar. 3El miedo al ataque no es nada en comparación con el miedo
que le tienes al amor. 4Estarías dispuesto incluso a examinar tu
salvaje deseo de dar muerte al Hijo de Dios, si pensases que eso te podría
salvar del amor. 5Pues éste deseo causó la separación, y lo has
protegido porque no quieres que ésta cese. 6Te das cuenta de que
al despejar la tenebrosa nube que lo oculta el amor por tu Padre te impulsaría a
contestar Su llamada y a llegar al Cielo de un salto. 7Crees que el
ataque es la salvación porque el ataque impide que eso ocurra. 8Pues
subyacente a los cimientos del ego, y mucho más fuerte de lo que éste jamás
pueda ser, se encuentra tu intenso y ardiente amor por Dios, y el Suyo por ti. 9Esto es lo que realmente quieres ocultar.
3.
Honestamente, no te es más difícil decir "te quiero" que "te odio"? 2Asocias el amor con la debilidad y el odio con la fuerza, y te
parece que tu verdadero poder es realmente tu debilidad. 3Pues no
podrías dejar de responder jubilosamente a la llamada del amor si la oyeses, y
el mundo que creíste haber construido desaparecería. 4El Espíritu
Santo, pues, parece estar atacando tu fuerza, ya que tú prefieres excluir a
Dios. aMas Su Voluntad no es ser excluido.
4. Has
construido todo tu demente sistema de pensamiento porque crees que estarías
desamparado en Presencia de Dios, y quieres salvarte de Su Amor porque
crees que éste te aniquilaría. 2Tienes miedo de que pueda alejarte
completamente de ti mismo y empequeñecerte porque crees que la magnificencia
radica en el desafío y la grandeza en el ataque. 3Crees haber
construido un mundo que Dios quiere destruir, y que amando a Dios -y
ciertamente lo amas- desecharías ese mundo, lo cual es, sin duda, lo
que harías. 4Te has valido del mundo, por lo tanto,
para encubrir tu amor, y cuanto más profundamente te adentras en los
tenebrosos cimientos del ego, más te acercas al Amor que yace allí oculto. 5Y eso es lo que realmente te asusta.
5. Puedes
aceptar la demencia porque es obra tuya, pero no puedes aceptar el amor
porque no fuiste tú quien lo creó. 2Prefieres ser un esclavo de la
crucifixión que un Hijo de Dios redimido. 3Tu muerte individual,
parece más valiosa qué tu unicidad viviente, pues lo que se te ha
dado no te parece tan valioso como lo que tú has fabricado. 4Tienes
más miedo de Dios que del ego, y el amor no puede entrar donde no se le da la
bienvenida. 5Pero el odio sí que puede, pues entra por su propia
voluntad sin que le importe la tuya.
6. Tienes que
mirar de frente a tus ilusiones y no seguir ocultándolas, pues no descansan
sobre sus propios cimientos. 2Aparenta ser así cuando están ocultas,
y, por lo tanto, parecen ser autónomas. 3Ésta es la ilusión
fundamental sobre la que descansan todas las demás. 4Pues debajo de
ellas, y soterrada mientras las ilusiones se sigan ocultando, se encuentra la
mente amorosa que creyó haberlas engendrado con ira. 5Y el dolor de
esta mente es tan obvio cuando se pone al descubierto, que la necesidad que
tiene de ser sanada es innegable. 6Todos los trucos y estratagemas
que le ofreces no pueden sanarla, pues en eso radica la verdadera crucifixión
del Hijo de Dios.
7. Sin
embargo, no se le puede realmente crucificar. 2En este hecho radica
tanto su dolor como su curación, pues la visión del Espíritu Santo es
misericordiosa y Su remedio no se hace esperar: 3No ocultes el
sufrimiento de Su vista, sino llévalo gustosamente ante Él. 4Deposita
ante Su eterna cordura todo tu dolor, y deja que Él te cure. 5No
permitas que ningún vestigio de dolor permanezca oculto de Su Luz, y
escudriña tu mente con gran minuciosidad en busca de cualquier pensamiento
que tengas miedo de revelar. 6Pues Él sanará cada pensamiento
insignificante que hayas conservado con el propósito de herirte a ti mismo, lo
expurgará de su pequeñez y lo restituirá a la grandeza de
Dios.
8. Bajo la
grandiosidad que en tanta estima tienes se encuentra la petición de ayuda que
verdaderamente estás haciendo. 2Le pides amor a tu Padre, tal como Él
te pide que regreses a Él. 3Lo único que deseas hacer en ese lugar
que has encubierto es unirte al Padre, en amoroso recuerdo de Él. 4Encontrarás ese lugar donde mora la verdad a medida que
lo veas en tus hermanos, que si bien pueden engañarse a sí mismos, anhelan, al
igual que tú, la grandeza que se encuentra en ellos. 5Y al percibirla
le darás la bienvenida y dispondrás de ella, 6pues la grandeza es el
derecho del Hijo de Dios y no hay ilusión que pueda satisfacerle o impedirle ser
lo que él es. 7Lo único que es real es su amor, y lo único que puede
satisfacerle es su realidad.
9. Sálvale de sus ilusiones para que puedas aceptar la magnificencia de tu
Padre jubilosamente y en paz. 2Mas no excluyas a nadie de tu amor, o,
de lo contrario, estarás ocultando un tenebroso lugar de tu mente donde se
le niega la bienvenida al Espíritu Santo. 3Y de este modo te
excluirás a ti mismo de Su poder sanador, pues al no ofrecer amor total no
podrás sanar completamente. 4La curación tiene que ser tan
completa como el miedo, pues el amor no puede entrar allí donde hay un solo
ápice de dolor que malogre su bienvenida.
10. Tú que
prefieres la separación a la cordura no puedes hacer que ésta tenga lugar en tu
mente recta. 2Estabas en paz hasta que pediste un favor especial. 3Dios no te lo concedió, pues lo que pedías era algo ajeno a Él, y tú
no podías pedirle eso a un Padre que realmente amase a Su Hijo. 4Por
lo tanto, hiciste de Él un padre no amoroso al exigir de Él lo que sólo un padre
no amoroso podía dar. 5Y la paz del Hijo de Dios quedó
destruida, pues ya no podía entender a su Padre. 6Tuvo miedo de lo
que había hecho, pero tuvo todavía más miedo de su verdadero Padre, al haber
atacado su gloriosa igualdad con Él.
11. Cuando
estaba en paz no necesitaba nada ni pedía nada. 2Cuando se declaró en
guerra lo exigió todo y no encontró nada. 3 De qué otra manera podía
haber respondido la dulzura del amor a sus exigencias, sino partiendo en paz y
retornando al Padre? 4Si el Hijo no deseaba permanecer en paz, no
podía permanecer aquí en absoluto. 5Una mente tenebrosa no puede
vivir en la luz, y tiene que buscar un lugar tenebroso donde poder creer que
allí es donde se encuentra aunque realmente no sea así. 6Dios no
permitió que esto ocurriese. 7Tú, no obstante, exigiste que
ocurriese, y, por consiguiente, creíste que ocurrió.
12. "Singularizar" es "aislar" y, por lo tanto, causar soledad. 2Dios no te hizo eso. 3 Cómo iba a poder excluirte
de Sí Mismo, sabiendo que tu paz reside en Su Unicidad? 4Lo único que
te negó fue tu petición de dolor, pues el sufrimiento no forma parte de Su
creación. 5Habiéndote otorgado la capacidad de crear, no podía
quitártela. 6Lo único que pudo hacer fue contestar a tu petición
demente con una respuesta cuerda que residiese contigo en tu demencia. 7Él ciertamente hizo eso. 8No es posible oír Su
respuesta sin renunciar a la demencia. 9Su respuesta es el punto
de referencia que se encuentra más allá de las ilusiones, desde el cual puedes
contemplarlas y ver que son dementes. 10Basta con que busques ese
lugar y lo encontrarás, pues el Amor reside en ti y te conducirá hasta
él.
LECCIÓN
135
Si
me defiendo he sido atacado.
1. Quién
se defendería a sí mismo a menos que creyese que ha sido atacado, que el ataque
es real y que defendiéndose es cómo puede salvarse? 2En esto radica
la insensatez de las defensas, las cuales otorgan absoluta realidad a las
ilusiones y luego intentan lidiar con ellas como si fuesen reales. 3Ello no hace sino añadir más ilusiones, a las ilusiones,
haciendo así que la corrección sea doblemente difícil. 4Y esto es lo
que haces cuando tratas de planear el futuro, reactivar el pasado u organizar el
presente de acuerdo con tus deseos.
2. Actúas
basándote en la creencia de que tienes que protegerte de lo que está ocurriendo
porque ello encierra una amenaza para ti. 2Sentirte amenazado es el
reconocimiento de una debilidad inherente; es asimismo, la creencia de que
hay un peligro que tiene el poder de incitarte a que busques una defensa
apropiada. 3El mundo está basado en esta creencia demente. 4Y todas sus estructuras, pensamientos y
dudas, sus castigos y su pesado armamento, sus definiciones legales y sus
códigos, su ética, sus líderes y sus dioses, no hacen sino perpetuar esta
sensación de amenaza. 5Pues nadie andaría por el mundo cargando con
una pesada armadura si no fuese porque el terror le encoge el
corazón.
3. Las
defensas son atemorizantes. 2Surgen del miedo, el cual se intensifica
con cada defensa adicional. 3Crees que te ofrecen seguridad. 4Sin embargo, lo que hacen es proclamar que el miedo es real y que el terror está justificado. 5 No te parece
extraño que al elaborar planes para reforzar tu armadura y afianzar tus cerrojos
todavía más, jamás te detienes a pensar qué es lo que estás defendiendo,
cómo lo estás defendiendo y contra qué?
4. Examinemos
en primer lugar qué es lo que defiendes. 2Debe ser algo muy débil y
vulnerable. 3Algo que es presa fácil, incapaz de protegerse a sí
mismo y que, por lo tanto, necesita que tú lo defiendas. 4 Qué otra
cosa sino el cuerpo adolece de tal fragilidad que para proteger su
insignificante vida es necesario prestarle un constante cuidado y
preocuparse en gran manera por su bienestar? 5 Qué otra cosa sino el
cuerpo flaquea y es incapaz de ser el digno anfitrión del Hijo de
Dios?
5. Sin
embargo, no es el cuerpo el que puede temer o ser algo temible. 2Las
únicas necesidades que tiene son las que tú mismo le impones. 3No
necesita complicadas estructuras que lo defiendan, ni medicamentos para
conservar la salud, ni cuidados, ni que te preocupes por él en absoluto. 4Si defiendes su vida, le haces regalos para embellecerlo o
construyes murallas para su protección, estarás declarando que tu hogar está a
merced del ladrón del tiempo, que es corruptible, que se está deteriorando y que
es tan vulnerable que tienes que protegerlo con tu propia
vida.
6. No
es este cuadro aterrador? 2 Cómo puedes estar en paz con semejante
concepto de tu hogar? 3Sin embargo, qué fue lo que dotó al cuerpo
con el derecho de servirte de esta manera sino tus propias creencias? 4Fue tu mente la que le asignó al cuerpo todas las funciones que
percibes en él, y la que fijó su valor muy por encima del pequeño montón de
polvo y agua que realmente es. 5 Quién defendería semejante cosa si
reconociese que eso es lo que es?
7. El
cuerpo .no necesita ninguna defensa. 2No podemos hacer suficiente
hincapié en esto. 3El cuerpo se mantendrá fuerte y saludable si
la mente no abusa de él asignándole funciones que no puede cumplir, propósitos
que están fuera de su alcance y elevadas metas que no puede alcanzar. 4Tales intentos ridículos, aunque celosamente atesorados, son la
fuente de los múltiples y dementes ataques a que lo sometes. 5Pues el cuerpo parece frustrar tus esperanzas, tus valores y
tus sueños, así como no satisfacer tus necesidades.
8. El
"ser" que necesita protección no es real. 2El cuerpo, que de por sí no tiene valor ni es
merecedor de la más mínima defensa, sólo requiere que se le perciba como algo
completamente ajeno a ti, para convertirse en un instrumento saludable y útil a
través del cual la mente puede operar hasta que deje de tener utilidad. 3Pues quién querría conservarlo una vez que deja de ser
útil?
9. Defiende
el cuerpo y habrás atacado a tu mente. 2Pues habrás visto en ella las
debilidades, las limitaciones, las faltas y los defectos de los cuales
crees que el cuerpo debe ser liberado. 3De este modo, no podrás ver a
la mente como algo separado de las condiciones corporales. 4Y
descargarás sobre el cuerpo todo el dolor que procede de concebir a la mente
como frágil, limitada y separada de las demás mentes y de su
Fuente.
10. Estos
son los pensamientos que necesitan curación, y una vez que hayan sido corregidos
y reemplazados por la verdad, el cuerpo gozará de perfecta salud. 2La
verdad es la única defensa real del cuerpo. 3Sin embargo, recurres a
ella para defenderlo? 4El tipo de protección que le
ofreces no le beneficia en absoluto, sino que le añade más angustia a tu mente. 5Y no
sólo no te curas, sino que eliminas toda esperanza de curación, pues no puedes
ver dónde se deben depositar las esperanzas si es que éstas han de ser
esperanzas fundadas.
11. La
mente que ha sanado no planifica. 2Simplemente lleva a cabo los
planes que recibe al escuchar a una Sabiduría que no es la suya. 3Espera hasta que se le indica lo que tiene que hacer, y luego procede a hacerlo. 4No depende de sí misma para nada, aunque confía en su capacidad para
llevar a cabo los planes que se le asignan. 5Descansa serena en la
certeza de que ningún obstáculo puede impedir su avance hacia el logro de
cualquier objetivo que sirva al gran plan que se diseñó para el
bien de todos.
12. La
mente que ha sanado se ha liberado de la creencia de que tiene que planear, si
bien no puede saber cuál sería el mejor desenlace, los medios por los que
éste se puede alcanzar, ni cómo reconocer el problema que el plan tiene
como propósito solucionar. 2La mente no podrá sino hacer un mal uso
del cuerpo al hacer sus planes mientras no reconozca que esto es así. 3Mas cuando acepte que esto es verdad, sanará y dejará a un lado al
cuerpo.
13. Forzar
al cuerpo a que se amolde a los planes que una mente no curada traza para
salvarse a sí misma es lo que hace que el cuerpo enferme. 2En tal
caso el cuerpo no es libre para ser un instrumento de ayuda en un plan que le
ofrece mucha más protección de la que él podría prestarse a sí mismo, y que
por un tiempo requiere de sus servicios. 3Cuando se utiliza con este
propósito, la salud está asegurada. 4Pues todo aquello de lo que
la mente se valga para tal fin funcionará perfectamente y con la fortaleza que
se le ha otorgado, la cual no puede fallar.
14. Tal
vez no sea fácil darse cuenta de que los planes que uno mismo inicia son tan
sólo defensas, al ser su propósito el mismo para el que se concibieron todas las
defensas: 2Estos planes constituyen los medios a través de los
cuales una mente atemorizada intenta hacerse cargo de su propia protección a
costa de la verdad. 3Esto se puede reconocer fácilmente en
algunas de las formas que adopta este auto-engaño, en las que la negación
de la realidad es muy evidente. 4No obstante, rara vez se reconoce
que hacer planes es en sí una defensa.
15. La
mente que se dedica a hacer planes para sí misma está tratando de controlar
acontecimientos futuros. 2No cree que se le vaya a proveer de todo
cuanto pueda necesitar, a menos que ella misma lo haga. 3El tiempo se
convierte en algo en lo que lo que se enfatiza es el futuro, el cual se debe
controlar mediante el aprendizaje y la experiencia derivada de sucesos
pasados y de las creencias que se abrigan. 4Dicha mente pasa por
alto el presente, basándose en la idea de que el pasado le ha enseñado lo
suficiente como para permitirle dirigir su futura
trayectoria.
16. La
mente que hace planes, por lo tanto, no permite ningún cambio. 2Lo que aprendió en el pasado se convierte en la base de sus futuros
objetivos. 3Sus experiencias pasadas determinan su elección de lo que
ha de suceder. 4Y no se da cuenta de que aquí y ahora se encuentra
todo cuanto necesita para garantizar un futuro muy diferente del pasado, libre
de la continuidad de las viejas ideas y de las creencias enfermizas. 5No hay ansiedad con respecto al porvenir, pues la confianza presente
está a cargo de éste.
17. Las
defensas son los planes que emprendes para atacar la verdad. 2Su objetivo es
seleccionar aquello a lo que le das tu conformidad, y descartar lo que
consideras incompatible con tus creencias acerca de lo que es tu realidad. 3No obstante, lo que queda ciertamente no tiene significado. 4Pues tu realidad es la amenaza que tus defensas intentan atacar,
ocultar, despedazar y crucificar.
18. Qué
no ibas a poder aceptar si supieses que todo cuanto sucede, todo acontecimiento,
pasado, presente y por venir; es amorosamente planeado por Aquel cuyo único
propósito es tu bien? 2Tal vez no hayas entendido bien Su plan, pues
Él nunca podría ofrecerte dolor. 3Mas tus defensas no te dejaron ver Su amorosa bendición
iluminando cada paso que jamás diste. 4Mientras hacías planes
para la muerte, Él te conducía dulcemente hacia la vida
eterna.
19. Tu
presente confianza en Él es la defensa que te promete un futuro tranquilo, sin
ningún vestigio de sufrimiento y lleno de un júbilo que es cada vez mayor, a
medida que esta vida se vuelve un instante santo, ubicado en el tiempo, pero
reconociendo únicamente la inmortalidad. 2No permitas que
ninguna defensa, excepto tu presente confianza, dirija el futuro, y esta vida se
convertirá en un encuentro significativo con la verdad, la cual
sólo tus defensas podrían ocultar.
20. Sin
defensas, te conviertes en una luz que el Cielo mismo, lleno de gratitud,
reconoce como propia. 2Y te conducirá por los caminos que se
diseñaron para tu felicidad, de acuerdo con el plan ancestral que comenzó al nacer el tiempo. 3Tus seguidores unirán su luz a la tuya, y ésta aumentará hasta que
el júbilo ilumine al mundo. 4Y nuestros hermanos gustosamente dejarán a un lado
sus engorrosas defensas, que de nada les sirvieron y sólo les causaban
terror.
21. Esperaremos
hoy con gran expectación ese momento llenos de absoluta confianza en el
presente, pues esto es parte de lo que se planeó para nosotros. 2Descansaremos en la certeza
de que se nos proveerá de todo cuanto podamos necesitar para lograr esto hoy. 3No haremos planes acerca de cómo se va a lograr, sino que nos
daremos cuenta de que nuestra indefensión es lo único que se requiere para que
la verdad alboree en nuestras mentes con absoluta
certeza.
22. Durante
quince minutos, en dos ocasiones hoy, nos abstendremos de elaborar planes
sin sentido y de albergar pensamientos que le impidan la entrada a la verdad en
nuestras mentes. 2Hoy recibiremos
en lugar de planear, de manera que podamos dar en vez de organizar. 3Y en verdad se nos da cuando decimos:
4Si
me defiendo he sido atacado.
5Mas
en mi indefensión seré fuerte.
6Y
descubriré lo que mis defensas ocultan.
23. Eso
es todo. 2Si tienes que hacer planes, ya se te dirá cuáles son. 3Puede que no sean los planes que tú creías necesarios, ni las
respuestas a los problemas a los que creías enfrentarte. 4Mas son las
respuestas a otro tipo de pregunta, la cual sigue aún sin contestar -si
bien necesita ser contestada- hasta que por fin te llegue la
Respuesta.
24. El
propósito de todas tus defensas ha sido impedir que recibas lo que has de
recibir hoy. 2Y ante la luz y la dicha de la simple confianza, te
preguntarás sorprendido cómo pudiste jamás pensar que tenías que defenderte de
tu liberación. 3El Cielo no pide nada. 4Es el infierno el
que exige extravagantes sacrificios. 5Hoy no estarás renunciando
a nada durante estos momentos en los que, sin defensas, te presentas ante tu
Creador tal como realmente eres.
25.
Él se
ha acordado de ti. 2Hoy nosotros
nos acordaremos de Él. 3Pues ésta es la Pascua Florida de tu
salvación. 4Y tú emerges de nuevo de lo que parecía ser la muerte y
la desesperanza. 5Ahora renace en ti la luz de la esperanza, pues
ahora vienes sin defensas a descubrir
cuál es tu papel en el plan de Dios. 6 Qué insignificantes
planes o creencias mágicas pueden seguir teniendo valor una vez que la Voz que
habla por Dios Mismo te ha mostrado tu función?
26. No
trates de que este día se ajuste a lo que según tú sería más beneficioso para
ti. 2Pues no puedes ni concebir toda la felicidad que te llega sin
que tú tengas que planear nada. 3Decídete a aprender hoy, 4y todo el mundo se unirá a ti para dar este paso gigantesco y
celebrar tu Pascua Florida contigo. 5Si en cualquier momento a lo
largo del día adviertes que cosas pueriles e insignificantes parecen
ponerte a la defensiva y tentarte a urdir planes, recuerda que éste es un día
dedicado a un aprendizaje especial, y reconócelo repitiendo lo
siguiente:
6Ésta es mi
Pascua Florida.
7Y
quiero conservarla santa.
8No
me defenderé, pues el Hijo de Dios no necesita defensas contra la verdad de
su realidad.
15 DE
MAYO
IV. La función
del tiempo
1. Y ahora, la
razón por la que tienes miedo de este curso debiera ser evidente. 2Pues éste es un curso acerca del amor, ya que es un curso acerca de
ti. 3Se te ha dicho que tu función en este mundo es curar, y que tu
función en el Cielo es crear. 4El ego te enseña que tu función en la
tierra es destruir; y que no tienes ninguna función en el Cielo. 5Quiere, por lo tanto, destruirte aquí y enterrarte aquí, sin
dejarte otra herencia que el polvo del que cree fuiste "creado". 6Mientras el ego se encuentra razonablemente satisfecho contigo de
acuerdo con sus razonamientos te ofrece el olvido. 7Cuando se torna
abiertamente despiadado, te ofrece el infierno.
2. No
obstante, ni el olvido ni el infierno te resultan tan inaceptables como el
Cielo. 2Para ti el Cielo es el infierno y el olvido y crees
que el verdadero Cielo es la mayor amenaza que podrías experimentar. 3Pues el infierno y el
olvido son ideas que tú mismo inventaste, y estás resuelto a demostrar su
realidad para así establecer la tuya. 4Si se pone en duda su
realidad crees que se pone en duda la tuya, 5pues crees que el ataque
es tu realidad, y que tu destrucción es la prueba final de que tenías
razón.
3. Dadas las circunstancias, no sería más deseable estar equivocado,
aparte del hecho de que, en efecto, lo estás? 2Aunque tal vez se
podría argumentar que la muerte indica que antes hubo vida, nadie
sostendría que prueba que la vida existe. 3Incluso la vida
previa a la que la muerte parece señalar, habría sido inútil si tan sólo hubiese
desembocado en la muerte y necesitase de ésta para probar que existió. 4Pones en duda el Cielo, pero no pones en duda la muerte. 5No obstante, podrías sanar y ser sanado si la
pusieses en duda. 6Y aunque no sabes lo que es el Cielo, no sería
éste más deseable que la muerte? 7Has sido tan selectivo con
respecto a lo que pones en duda como con respecto a lo que percibes. 8Una mente receptiva es mucho más honesta que
eso.
4. El ego
tiene una extraña noción del tiempo, y ésa podría muy bien ser la primera de sus
nociones que empiezas a poner en duda. 2Para el ego el pasado es
importantísimo, y, en última instancia, cree que es el único aspecto del tiempo
que tiene significado. 3Recuerda que el hincapié que el ego hace
en la culpabilidad le permite asegurar su continuidad al hacer que el futuro sea
igual que el pasado, eludiendo de esa manera el presente. 4La noción
de pagar por el pasado en el futuro hace que el pasado se vuelva el factor
determinante del futuro, convirtiéndolos así en un continuo sin la intervención
del presente. 5Pues el ego considera que el presente es tan sólo
una breve transición hacia el futuro, en la que lleva el pasado hasta el futuro
al interpretar el presente en función del pasado.
5. El "ahora"
no significa nada para el ego. 2El presente tan sólo le recuerda
viejas heridas, y reacciona ante él como si fuera el pasado. 3El ego no puede tolerar que te liberes del pasado, y aunque el
pasado ya pasó, el ego trata de proteger su propia imagen reaccionando como si
el pasado todavía estuviese aquí. 4Dicta tus reacciones hacia
aquellos con los que te encuentras en el presente tomando como punto de
referencia el pasado, empañando así la realidad actual de aquellos. 5De hecho, si sigues los dictados del ego, reaccionarás. ante tu
hermano como si se tratase de otra persona, y esto sin duda te impedirá
conocerlo tal como es. 6Y recibirás mensajes de él basados en tu
propio pasado, porque, al hacer que el pasado cobre realidad en el presente, no
te permitirás a ti mismo abandonarlo. 7De este modo, te niegas a ti
mismo el mensaje de liberación que cada uno de: tus hermanos te ofrece ahora.
6. De
las sombrías figuras del pasado es precisamente de las que te tienes que
escapar. 2No son reales, y no pueden ejercer ningún dominio sobre ti,
a menos que las lleves contigo. 3Pues contienen las áreas de dolor
que hay en tu mente, y te incitan a atacar en el presente como represalia por un
pasado que no existe. 4Y esta decisión es una que te acarreará dolor
en el futuro. 5A menos que aprendas que todo el dolor que sufriste en
el pasado es una ilusión; estarás optando por un futuro de ilusiones y
echando a perder las múltiples oportunidades que el presente te ofrece para
liberarte. 6El ego quiere conservar tus pesadillas e impedir que
despiertes y te des cuenta de que pertenecen al pasado. 7 Cómo
podrías reconocer un encuentro santo si lo percibes simplemente como un
encuentro con tu pasado? 8Pues en ese caso no te estarías
reuniendo con nadie, y el compartir la salvación, que es lo que hace que el
encuentro sea santo, quedaría excluido de tu visión. 9El Espíritu
Santo te enseña que siempre te encuentras contigo mismo, y el encuentro es santo
porque tú lo eres. 10El ego te enseña que siempre te encuentras con
tu pasado, y que debido a que tus sueños no fueron santos, el futuro tampoco
puede serlo, y el presente no tiene ningún
significado.
7. Es evidente
que la percepción que el Espíritu Santo tiene del tiempo es exactamente la
opuesta a la del ego. 2La razón de ello es igualmente clara, pues la
percepción que ambos tienen del propósito del tiempo es diametralmente opuesta. 3Para el Espíritu Santo el propósito del tiempo es que éste
finalmente se haga innecesario. 4El Espíritu Santo considera que la
función del tiempo es temporal, al estar únicamente al servicio de Su función
docente que, por definición, es temporal. 5Hace hincapié, por lo
tanto, en el único aspecto del tiempo que se puede extender hasta el infinito,
ya que el ahora es lo que más se aproxima a la eternidad en este
mundo. 6En la realidad del "ahora", sin pasado ni futuro, es donde se
puede empezar a apreciar lo que es la eternidad. 7Pues sólo el
"ahora" está aquí, y sólo el "ahora" ofrece las oportunidades de los encuentros
santos en los se puede encontrar la salvación.
8. El ego, por
otra parte, considera que la función del tiempo es extenderse a sí mismo en
lugar de extender la eternidad, pues, al igual que el Espíritu Santo, el ego
considera que el objetivo del tiempo es el mismo que el suyo. 2El
único propósito que el ego percibe en el tiempo, es que, bajo su dirección, haya
continuidad entre pasado y futuro, y que el presente quede excluido a fin de que
no se pueda abrir ninguna brecha en su propia continuidad. 3Su
continuidad, por consiguiente, te mantiene en el tiempo, mientras que el
Espíritu Santo quiere liberarte de él. 4La interpretación que el
Espíritu Santo hace de los medios para alcanzar la salvación es la que tienes
que aprender a aceptar, si quieres compartir Su objetivo, que no es otro
que tu salvación.
9. Tú también
interpretarás la función del tiempo según interpretes tu propia función. 2Si aceptas que tu función en el mundo del tiempo es curar, harás
hincapié únicamente en el aspecto del tiempo en el que la curación puede tener
lugar. 3La curación no se puede llevar a cabo en el pasado. 4Tiene que llevarse a cabo en el presente para así liberar el futuro. 5Esta interpretación enlaza el futuro con el presente, y extiende el
presente en vez del pasado. 6Mas si crees que tu función es destruir,
perderás de vista al presente y te aferrarás al pasado a fin de asegurar un
futuro destructivo. 7Y el tiempo será tal como tú lo
interpretes, pues, de por sí, no es nada.
LECCIÓN
136
La
enfermedad es una defensa contra la verdad.
1. Nadie
puede sanar a menos que comprenda cuál es el propósito que aparentemente
tiene la enfermedad. 2Pues entonces comprende también que dicho
propósito no tiene sentido. 3Al no tener la enfermedad causa ni
ningún propósito válido, es imposible que exista. 4Una vez que se
reconoce esto, la curación es automática. 5Pues dicho reconocimiento
desvanece esta ilusión sin sentido, valiéndose del mismo enfoque que lleva a
todas las ilusiones ante la verdad, y simplemente las deja allí para que
desaparezcan.
2. La
enfermedad no es un accidente. 2Al igual
que toda defensa, es un mecanismo demente de auto-engaño. 3Y al igual
que todos los demás mecanismos, su propósito es ocultar la realidad,
atacarla, alterarla, incapacitarla, distorsionarla, tergiversarla y
reducirla a un insignificante montón de partes desarmadas. 4La
meta de todas las defensas es impedir que la verdad sea íntegra. 5Las
partes se ven entonces como si cada una de ellas fuese un todo en sí
misma.
3. Las
defensas no son involuntarias ni se forjan inconscientemente. 2Son como varitas mágicas secretas que utilizas cuando la verdad
parece amenazar lo que prefieres creer. 3Parecen ser algo
inconsciente debido únicamente a la rapidez con que decides emplearlas. 4En ese segundo, o fracción de segundo en que decides
emplearlas, reconoces exactamente lo que te propones hacer, y luego lo das por
hecho.
4. Quién
sino tú decide que existe una amenaza, que es necesario escapar, y erige una
serie de defensas para contrarrestar la amenaza que ha juzgado real? 2Todo esto no puede hacerse de manera inconsciente. 3Mas
una vez que lo has hecho, tu plan requiere que te olvides de que fuiste tú quien
lo hizo, de manera que parezca ser algo ajeno a tu propia intención; un
acontecimiento que no guarda relación alguna con tu estado mental; un desenlace
que produce un efecto real en ti, en vez de uno que tú mismo has
causado.
5. La
rapidez con la que te olvidas del papel que desempeñas en la fabricación de tu
"realidad" es lo que hace que las defensas no parezcan estar bajo tu control. 2Mas puedes recordar lo que has olvidado, si estás dispuesto a
reconsiderar la decisión que se encuentra doblemente sellada en el olvido. 3El hecho de que no te acuerdes no es más que la señal
de que esa decisión todavía está en vigor, en cuanto que ese es lo que deseas. 4No confundas esto con un hecho. 5Las defensas
hacen que los hechos sean irreconocibles. 6Ése es su propósito, y eso es lo que
hacen.
6. Las
defensas toman fragmentos de la totalidad, los ensamblan sin tener en cuenta la
verdadera relación que existe entre ellos, y, de esta manera, tejen ilusiones de
una totalidad que no existe. 2Este proceso es
lo que
produce la sensación de amenaza, y no cualquier resultado que pueda derivarse
de él. 3Cuando se arrancan partes de la totalidad y se consideran como algo separado y
como un todo en sí mismas, se convierten en símbolos que representan un ataque
contra la totalidad y al, en efecto lograrlo, ésta no
se puede volver a ver como la totalidad que es. 4Sin embargo, has
olvidado que dichas partes sólo representan tu de
cisión de lo que debe ser real, a fin de que ocupe el lugar de lo que sí es
real.
7. La
enfermedad es una decisión. 2No es algo
que te suceda sin tú mismo haberlo pedido, y que te debilita y te hace sufrir. 3Es una decisión que tú mismo tomas, un plan
que trazas, cuando por un instante la verdad alborea en tu mente engañada y todo
tu mundo parece dar tumbos y estar a punto de derrumbarse. 4Ahora
enfermas, para que la verdad se marche y deje de ser una amenaza para tus falsos
castillos.
8. Por
qué crees que la enfermedad puede escudarte de la verdad? 2Porque
demuestra que el cuerpo no está separado de ti y que, por lo tanto, tú no puedes
por menos que estar separado de la verdad. 3Experimentas dolor cuando
el cuerpo lo experimenta, y en ese dolor te vuelves uno con él. 4De
esta, manera, tu "verdadera" identidad queda a salvo, y el extraño y
perturbador pensamiento de que tal vez seas algo más que un puñado
de polvo queda mitigado y silenciado. 5Pues fíjate, ese polvo puede
hacerte sufrir, torcerte las extremidades y pararte el corazón, ordenándote que
mueras y dejes de existir.
9. De
esta manera, el cuerpo es más fuerte que la verdad,
la cual te pide que vivas, pero no puede imponerse a tu decisión de querer
morir. 2Y así, el cuerpo es más poderoso que la vida eterna, el Cielo
más frágil que el infierno y los designios de Dios para la salvación de Su Hijo
se ven contrarrestados por una decisión que es más fuerte que Su Voluntad. 3El Hijo no es más que polvo, el Padre no está completo y el
caos se sienta triunfante en Su trono.
10. Tal es el plan que has elaborado para tu propia
defensa. 2Y crees
que el Cielo se estremece ante ataques tan irracionales como éstos, en los que
Dios queda cegado por tus ilusiones, la verdad transformada en mentiras y todo
el universo hecho esclavo de las leyes que tus defensas quieren imponerle. 3Mas quién podría creer en ilusiones salvo el que las inventa?. 4 Quién más podría verlas y reaccionar ante ellas como si fuesen la
verdad?
11. Dios
no sabe nada de tus planes para cambiar Su Voluntad. 2El universo
permanece indiferente a las leyes con las que has creído gobernarlo. 3Y el Cielo no se ha inclinado ante el
infierno, ni la vida ante la muerte. 4Lo único que puedes hacer es
elegir pensar que mueres o que sufres enfermedades, o que de alguna manera
tergiversas la verdad. 5Lo que ha sido creado no guarda relación
alguna con eso. 6Las defensas son planes para derrotarlo que no puede
ser atacado. 7Lo que es inalterable no puede cambiar. 8Y lo que es absolutamente impecable no puede
pecar.
12. Ésta
es la simple verdad. 2No recurre a la fuerza ni al dominio. 3No exige obediencia, ni intenta demostrar cuán fútiles y
lamentables son tus intentos de planear defensas que la pudiesen alterar. 4La verdad sólo desea brindarte felicidad, pues ése es su propósito. 5Quizá exhala un pequeño suspiro cuando rechazas sus dones. aNo obstante, sabe con absoluta certeza que recibirás lo que
Dios dispone para ti.
13. Este
hecho es lo
que demuestra
que el tiempo es una ilusión. 2Pues el tiempo te permite pensar que
lo que Dios te ha dado no es verdad ahora mismo, como no puede por menos que
serlo. 3Los Pensamientos de Dios son totalmente ajenos al tiempo. 4Pues el tiempo no es sino otra absurda defensa que has urdido contra
la verdad. 5Lo que Él dispone, no obstante, esta aquí, y
tú sigues siendo tal como Él te creó.
14. El
poder de la verdad es muy superior al de cualquier defensa, pues ninguna ilusión
puede permanecer allí donde se le ha dado entrada a la verdad. 2Y ésta alborea en cualquier mente que esté
dispuesta a deponer sus armas y a dejar de jugar con necedades. 3La
verdad se puede encontrar en cualquier momento; incluso hoy mismo, si eliges
practicar darle la bienvenida.
15. Este
es nuestro objetivo hoy. 2Dedicaremos un cuarto de hora en dos
ocasiones a pedirle a la verdad que venga y nos libere. 3Y la verdad vendrá, pues jamás ha estado
separada de nosotros. 4Tan sólo aguarda la invitación que hoy le
hacemos. 5Introducimos dicha invitación con una plegaria de
curación para que nos ayude a. superar nuestra actitud defensiva y permita que
la verdad sea como siempre ha sido:
6La
enfermedad es una defensa contra la verdad.
7Aceptaré la
verdad de lo que soy, y dejaré que mi mente sane hoy
completamente.
16. La
curación destellará a través de tu mente abierta a medida que la paz y la verdad
se alcen para ocupar el lugar de la contienda y de las imaginaciones vanas. 2No quedará ni un solo rincón tenebroso que la enfermedad pueda
ocultar y defender contra la luz de la verdad. 3No quedarán en tu
mente figuras sombrías procedentes de tus sueños ni sus
absurdos y oscuros anhelos, cuyos propósitos dobles se persiguen
descabelladamente. 4La mente sanará de todo deseo enfermizo que jamás
haya tratado que el cuerpo obedeciera.
17. Ahora
el cuerpo está sano porque la
fuente de la enfermedad está dispuesta a recibir alivio. 2Y reconocerás que
practicaste bien por lo siguiente: el cuerpo no sentirá nada en absoluto. 3Si has tenido éxito, no habrá sensación alguna de enfermedad o de
bienestar, de dolor o de placer. 4La mente no responderá en
absoluto a lo que el cuerpo haga. 5Lo único que se conserva es su
utilidad y nada más.
18. Tal
vez no te des cuenta de que esto elimina los límites que le habías impuesto al
cuerpo como resultado de los propósitos que le habías adjudicado. 2A
medida que éstos se dejan a un lado, el cuerpo tendrá suficiente fuerza para
servir a cualquier propósito que sea verdaderamente útil. 3La salud
del cuerpo queda plenamente garantizada porque ya no se ve limitado por el
tiempo, por el clima o la fatiga,
por lo que come o bebe, ni por ninguna de las leyes a que antes lo sometías. 4No tienes que hacer nada para que esté bien, pues la enfermedad es
ahora imposible.
19. Mas
para conservar esta protección es preciso que te mantengas extremadamente
alerta. 2Si permites que tu mente abrigue pensamientos de ataque,
juzgue o trace planes para contrarrestar cosas que tal vez puedan pasar en el
futuro, te habrás vuelto a extraviar, y habrás forjado una identidad corporal
que atacará al cuerpo, pues en ese caso la mente
estará enferma.
20. De
ocurrir esto, remédialo de inmediato, no permitiendo que tu actitud defensiva te
siga haciendo daño. 2No te confundas con respecto a lo que necesita
sanar, sino que di para tus adentros:
3He
olvidado lo que realmente soy, pues me confundí a mí mismo con mi
cuerpo.
4La
enfermedad es una defensa contra la verdad.
5Mas
yo no soy un cuerpo.
6Y mi mente es
incapaz de atacar.
7Por
lo tanto, no puedo estar enfermo.
16 DE
MAYO
V. Las dos
emociones
1. Dije
anteriormente que sólo puedes experimentar dos emociones: amor y miedo. 2Una de ellas es inmutable aunque se intercambia continuamente,
al ser ofrecida por lo eterno a lo eterno. 3Por medio de
este intercambio es como se extiende, pues aumenta al darse. 4La otra
adopta muchas formas, ya que el contenido de las fantasías individuales
difiere enormemente. 5Mas todas ellas tienen algo en
común: son todas dementes. 6Están compuestas de imágenes
que no se pueden ver y de sonidos que no se pueden oír. 7Constituyen
un mundo privado que no se puede compartir. 8Pues únicamente tienen
sentido para su hacedor, y, por consiguiente, no tienen sentido en
absoluto. 9En este mundo su hacedor ronda solo, ya que únicamente él
las percibe.
2. Cada cual
puebla su mundo de figuras procedentes de su pasado individual, y ésa es la
razón de que los mundos privados difieran tanto entre sí. 2No
obstante, las imágenes que cada cual ve jamás han sido reales, pues están
compuestas únicamente de sus reacciones hacia sus hermanos, y no incluyen las
reacciones de éstos hacia él. 3No se da cuenta, por lo tanto, de que
él mismo las forjó y de que están incompletas. 4Pues dichas figuras
no tienen testigos, al ser percibidas únicamente por una mente
separada.
3. A través de
estas extrañas y sombrías figuras es como los que no están cuerdos se relacionan
con su mundo demente. 2Pues sólo ven a aquellos que les recuerdan
esas imágenes, y es con ellas con las que se relacionan. 3Por lo
tanto, se comunican con los que no están ahí, y son éstos quienes les contestan: 4Mas nadie oye su respuesta, excepto aquel que los invocó, y sólo él
cree que le contestaron. 5La proyección da lugar a la percepción, y
no puedes ver más allá de ella. 6Has atacado a tu hermano una y
otra vez porque viste en él una sombría figura de tu mundo privado. 7Y así, no puedes sino atacarte a ti mismo primero, pues lo que
atacas no está en los demás. 8La única realidad de lo que
atacas se encuentra en tu propia mente, y al atacar a otros estás
literalmente atacando algo que no está ahí.
4. Los que
viven engañados pueden ser muy destructivos, pues no se dan cuenta de que se han
condenado a sí mismos. 2No desean morir, sin embargo no dejan de
condenar. 3De esta manera, cada uno se aisló en su propio mundo, en
el que reina el desorden y en el que lo que está adentro aparenta estar afuera. 4Mas no ven lo que está adentro, pues no pueden reconocer la realidad
de sus hermanos.
5. Sólo puedes
experimentar dos emociones, pero en tu mundo privado reaccionas ante cada una de
ellas como si se tratase de la otra. 2El amor no puede residir en un
mundo aparte, donde no se le reconoce cuando hace acto de presencia. 3Si lo que ves en tu hermano es tu propio odio, no estás viéndolo a
él. 4Todo el mundo se acerca a lo que ama, y se aleja de
lo que teme. 5Y tú reaccionas con miedo ante el amor y te alejas de
él. 6Sin embargo, el miedo te atrae, y tomándolo por amor, lo invitas
a que venga a ti. 7Tu mundo privado está lleno de figuras tétricas
que tú mismo has invitado, y, por lo tanto, no puedes ver todo el amor que tus
hermanos te ofrecen.
6. Al
contemplar con claridad el mundo que te rodea, no puedes sino darte cuenta de
que estás sumergido en la demencia. 2Ves lo que no está ahí, y oyes
lo que no emite sonido. 3Las emociones que expresas
reflejan lo opuesto de lo que sientes. 4No te comunicas con
nadie, y te encuentras tan aislado de la realidad como si tú fueses lo único que
existe en todo el universo. 5En tu demencia pasas por alto la
realidad completamente, y dondequiera que tu mirada se posa no ves más que tu
mente dividida.. 6Dios te llama, mas tú no le oyes, pues estás
embebido en tu propia voz. 7Y no puedes ver la visión de Cristo, pues
sólo te ves a ti mismo.
7. Criatura de
Dios, es eso lo que le quieres ofrecer a tu Padre? 2Pues si te lo
ofreces a ti mismo, se lo ofreces a Él. 3Mas Él no te lo
devolverá, pues no es digno de ti porque no es digno de
Él. 4Aun así, Él quiere librarte de ello y ponerte en libertad. 5Su Respuesta cuerda te dice que lo que te has ofrecido a ti mismo no
es verdad, pero que el ofrecimiento que Él te hizo sigue en pie. 6Tú
que no sabes lo que haces puedes aprender lo que es la demencia y mirar más allá
de ella. 7Se te ha concedido poder aprender a negarla y a escapar de
tu mundo privado en paz. 8Verás todo lo que negaste en tus hermanos
al haberlo negado en ti mismo. 9Pues los amarás y, al acercarte a
ellos, los atraerás a ti al percibirlos como los testigos de la realidad
que compartes con Dios. 10Yo estoy con ellos tal como estoy contigo,
y juntos los extraeremos de sus mundos privados, pues tal como nosotros estamos
unidos, así nos uniremos a ellos. 11El Padre nos da la bienvenida a
todos con alegría, y alegría es lo que le debemos ofrecer. 12Pues se
te ha encomendado cada Hijo de Dios a quien Dios se dio a Sí Mismo. 13Y es Dios lo que les debes ofrecer, para que puedas reconocer el
regalo que Él te hizo.
8. La visión
depende de la luz. 2En la oscuridad no puedes ver. 3Mas en
la oscuridad -el mundo privado que habitas cuando duermes- ves en sueños a pesar
de que tus ojos están cerrados. 4Ahí es donde lo que ves es obra
tuya. 5Con todo, si abandonas la oscuridad dejarás de ver todo lo que
hiciste, pues verlo depende de negar la visión. 6Sin embargo, negar
la visión no quiere decir que no puedas ver. 7Mas eso es lo que hace
la negación, pues mediante ella aceptas la demencia, al creer que puedes
construir un mundo privado y gobernar tu propia percepción. 8Mas para
esto, la luz tiene que ser excluida. 9Cuando ésta llega, no
obstante, los sueños se desvanecen y entonces puedes
ver.
9. No intentes
alcanzar la visión valiéndote de los ojos, pues tú mismo inventaste tu manera de
ver para así poder ver en la oscuridad, y en eso te engañas. 2Más allá de esta oscuridad, pero todavía dentro de ti, se encuentra
la visión de Cristo, Quien contempla todo en la luz. 3Tu
"visión" emana del miedo, tal como la Suya emana del amor. 4Él ve por
ti, al ser tu testigo del mundo real. 5Él es la manifestación del
Espíritu Santo, y lo único que hace es contemplar el mundo real, invocar a sus
testigos y acercártelos. 6Cristo ama lo que ve en ti, y Su deseo
es extenderlo. 7Y no retornará al Padre hasta que haya extendido tu
percepción de forma que incluya al Padre. 8Y allí acaba la
percepción, pues Él te habrá llevado consigo de vuelta al
Padre.
10. Solo
puedes experimentar dos emociones. 2Una la inventaste tú y la otra se
te dio. 3Cada una de ellas representa una manera diferente de ver las
cosas, y de sus correspondientes perspectivas emanan dos mundos distintos. 4 Ve a través de la visión que se te ha dado, pues a través de la
visión de Cristo Él se contempla a Sí Mismo. 5Y al ver lo que Él es,
conoce a Su Padre. 6Más allá de tus sueños más tenebrosos Él ve en ti
al inocente Hijo de Dios, resplandeciendo con un fulgor perfecto que tus
sueños no pueden atenuar. 7Y esto es lo que verás a medida que veas todo a través de Su visión, pues Su visión es el regalo de amor
que Él te hace, y que el Padre le dio para ti.
11. El
Espíritu Santo es la luz en la que Cristo se alza revelado. 2Y todos
los que desean contemplarlo lo pueden ver, pues han pedido luz. 3No
lo verán a Él solo, pues tal como ellos no están solos, Él tampoco lo está. 4Al ver al Hijo, ascendieron con Él hasta el Padre. 5Y
todo esto lo entenderán porque miraron en su interior, más allá de la oscuridad,
y al ver el Cristo en ellos lo reconocieron. 6En la cordura de
Su visión se contemplaron a sí mismos con amor, y se vieron tal como el Espíritu
Santo los ve. 7Y con esta visión de la verdad que mora en ellos, toda
la belleza del mundo vino a resplandecer sobre ellos.
LECCIÓN
137
Cuando me curo
no soy el único que se cura.
1. La idea de hoy
sigue siendo el pensamiento central sobre el que descansa la salvación. 2Pues la curación es lo opuesto a todas las ideas del mundo que
tienen que ver con la enfermedad y con los estados de separación. 3Aislarse uno de los demás y rehusar la unión es lo que da lugar a la
enfermedad. 4Ésta se convierte en una puerta tras la cual se encierra
a un ser separado, y donde se le mantiene aislado y solo.
2. La enfermedad es
aislamiento. 2Pues parece mantener a un ser separado del resto, para
que sufra lo que los otros no sienten. 3Le otorga al cuerpo poder
absoluto para hacer que la separación sea real y mantener a la mente en
solitario confinamiento, dividida en pedazos y sujeta por una sólida muralla de
carne enfermiza que no puede trascender.
3. El mundo acata
las leyes que la enfermedad apoya, pero la curación opera aparte de ellas. 2Es imposible que alguien pueda curarse solo. 3En la
enfermedad, él no puede sino estar aparte y separado. 4Mas la
curación es el resultado de su decisión de ser uno solo nuevamente, y de aceptar
su Ser con todas Sus partes intactas e incólumes. 5En la enfermedad,
su Ser aparenta estar desmembrado y desprovisto de la unidad que le da vida. 6Mas la curación se logra al él comprender que el cuerpo no tiene el
poder de atacar la universal unicidad del Hijo de Dios.
4. El propósito
de la enfermedad es demostrar que las mentiras son verdad. 2Mas la
curación demuestra que sólo la verdad es verdad. 3La separación que
la enfermedad pretende imponer en realidad jamás ha tenido lugar. 4Curar es meramente aceptar lo que siempre ha sido la simple verdad,
lo cual seguirá siendo exactamente como siempre fue. 5No obstante, a
los ojos acostumbrados a las ilusiones se les debe mostrar que lo que contemplan es
falso. 6Así pues, la curación, que la verdad nunca necesitó, tiene
que demostrar que la enfermedad no es
real.
5. La curación
podría considerarse, por lo tanto, como un anti-sueño que desplaza al sueño
de enfermedad en nombre de la verdad, pero no en la verdad en sí. 2Así como el perdón pasa por alto todos los pecados, que nunca se
cometieron, la curación desvanece las ilusiones que jamás tuvieron lugar. 3Y así como el mundo real emergerá para ocupar el lugar de lo que nunca sucedió
realmente, la curación ofrecerá restitución para los estados imaginarios e ideas
falsas que los sueños han ido tejiendo y convirtiendo en cuadros de la
verdad.
6. Mas no pienses
que curar no es algo digno de ser tu función aquí. 2Pues el
anti-Cristo se vuelve más poderoso que el Cristo para aquellos que sueñan que el
mundo es real. 3El cuerpo parece ser más sólido y más
estable que la mente. 4Y el amor se convierte en un sueño, mientras
que el miedo continúa siendo la única realidad que puede verse,
justificarse y entenderse plenamente.
7. Así como el
perdón desvanecerá con su luz todo pecado y el mundo real ocupará el lugar de lo que has fabricado, asimismo la
curación reemplazará las fantasías de enfermedad con las que nublas la simple
verdad. 2Cuando se haya visto desaparecer la enfermedad, a pesar de
todas las leyes que sostienen que es real, todas las preguntas habrán quedado
contestadas. 3Y entonces se dejará de valorar y obedecer dichas
leyes.
8. La curación es
libertad. 2Pues demuestra que los sueños no prevalecerán contra la
verdad. 3La curación es algo que se comparte. 4Y mediante este atributo demuestra que las
leyes que son diferentes de las que sostienen que la enfermedad es inevitable
son más poderosas que las leyes
enfermizas que sostienen lo contrario. 5La curación es fuerza. 6Pues con su tierna mano se supera la debilidad, y las mentes que
estaban amuralladas en un cuerpo quedan liberadas para unirse a otras .mentes, y así ser fuertes para
siempre.
9. La curación, el
perdón y el feliz intercambio del mundo del dolor por uno en el que la tristeza
no tiene cabida, son los medios por los que el Espíritu Santo te exhorta a que
lo sigas. 2Sus dulces lecciones te enseñan cuán fácilmente puedes
alcanzar la salvación y cuán poca práctica necesitas para dejar que Sus
leyes reemplacen a las que tú promulgaste para mantenerte prisionero de la
muerte. 3Su vida se vuelve la tuya propia, al tú extender la poca
ayuda que Él te pide para liberarte de todo lo que jamás te causó
dolor.
10. Y a medida que
te dejas curar, te das cuenta de que junto contigo se curan todos los que
te rodean, los que te vienen a la mente, aquellos que están en contacto contigo
y los que parecen no estarlo. 2Tal vez no los reconozcas a todos, ni
comprendas cuán grande es la ofrenda que le haces al mundo cuando permites
que la curación venga a ti. 3Mas nunca te curas solo. 4Legiones y legiones de hermanos recibirán el regalo que tú recibes
cuando te curas.
11. Los que se han
curado se convierten en los instrumentos de la curación. 2Y no
transcurre tiempo alguno entre el instante en que son curados y aquel en que
toda la gracia de curación les es dada para que ellos a su vez la den. 3Lo que se opone a Dios no existe, y aquel que no lo acepta en su
mente se convierte en un refugio donde los que están cansados pueden hallar
descanso. 4Pues ahí es donde se otorga la verdad, y ahí es donde
todas las ilusiones se llevan ante la verdad.
12. No le
ofrecerías refugio a la Voluntad de Dios? 2Pues con ello sólo
estarías invitando a tu Ser a estar en su propia casa. 3 Y podría
acaso rechazarse semejante invitación? 4Pide que ocurra lo inevitable
y jamás fracasarás. 5La otra opción es pedir que lo que no puede ser,
sea, y esto es algo que jamás podrá tener lugar. 6Hoy pedimos que
sólo la verdad ocupe nuestras mentes; que los pensamientos de curación vayan en
este día desde lo que ya se ha curado a lo que todavía tiene que curarse,
conscientes de que ambas cosas ocurrirán al unísono.
13. Cuando el reloj
marque la hora, recordaremos que nuestra función es permitir que nuestras mentes
sean curadas, para que podamos llevar la curación al mundo e intercambiar la
maldición por bendiciones, el dolor por la alegría y la separación por la paz de
Dios. 2 No vale la pena, acaso, dar un minuto de cada hora a cambio
de semejante regalo? 3 Y no es un poco de tiempo una ofrenda
insignificante a cambio del regalo de lo que lo es todo?
14. Mas debemos
estar preparados para semejante regalo. 2De modo que comenzaremos el
día dedicando diez minutos a los pensamientos que siguen a continuación, con los
cuales también lo concluiremos por la noche:
3Cuando
me curo no soy el único que se cura.
4Y quiero
compartir, mi curación con el mundo, a fin de que la enfermedad pueda ser
erradicada de la mente del único Hijo de Dios, Quien es mi único
Ser.
15. Permite que la
curación se efectúe a través de ti hoy mismo. 2Y mientras reposas serenamente, prepárate a
dar tal como recibes, a conservar únicamente lo que das y a recibir la Palabra
de Dios para que ocupe el lugar de todos los pensamientos absurdos que jamás se
concibieron. 3Ahora nos unimos para curar todo lo que antes estaba
enfermo y para ofrecer bendiciones allí donde antes reinaba el ataque. 4No nos olvidaremos de esta función con el transcurrir de cada hora,
sino que recordaremos nuestro propósito con este
pensamiento:
5Cuando
me curo no soy el único que se cura.
6Y quiero
bendecir a mis hermanos, pues me curaré junto con ellos, tal como ellos se
curarán junto conmigo.
LECCIÓN
138
El
Cielo es la alternativa por la que me tengo que
decidir.
1. En este mundo, el Cielo es algo que se elige
porque en este mundo se cree que hay alternativas entre las que se puede elegir. 2Pensamos que todas las cosas tienen un opuesto y que
elegimos lo que queremos. 3Si el Cielo existe tiene que haber también
un infierno, pues es mediante contradicciones como construimos lo que percibimos
y lo que pensamos que es real.
2. La creación no conoce opuestos. 2Pero
aquí, la oposición es parte de lo que es "real". 3Esta extraña
percepción de la verdad es lo que hace que elegir el Cielo parezca ser lo mismo
que renunciar al infierno. 4En realidad no es así. 5Mas lo que es verdad en la creación de Dios no podrá ponerse de
manifiesto aquí hasta que no se refleje en alguna forma que el mundo pueda
entender. 6La verdad no puede arribar allí donde sólo podría ser
percibida con miedo. 7Pues esto constituiría el error de que la
verdad puede ser llevada ante las ilusiones. 8La oposición le niega
la bienvenida a la verdad y ésta no puede hacer acto de
presencia.
3. Elegir es obviamente la manera de poder escapar de
lo que aparentemente son opuestos. 2Tomar una decisión permite que
uno de los objetivos en conflicto se convierta en la mira de tus esfuerzos y en
lo que empleas el tiempo. 3Si no tomas una decisión,
desperdicias el tiempo y tus esfuerzos se disipan. 4Éstos son en vano
y el tiempo pasa de largo sin que te resulte provechoso. 5No tienes
la sensación de haber logrado algo, pues no has conseguido nada ni
aprendido nada.
4. Es necesario que se te recuerde que aunque crees
enfrentarte a miles de alternativas, en realidad sólo hay una. 2E
incluso ésta tan sólo aparenta ser una alternativa. 3No te dejes
confundir por todas las dudas que una miríada de decisiones produciría. 4Tomas solamente una. 5Y una vez que la has tomado, percibes que no fue una
decisión en absoluto, 6pues sólo la verdad es verdad y nada más
lo es. 7No hay opuesto que se pueda elegir en su lugar. 8No hay nada que pueda contradecir la
verdad.
5. Toda decisión está basada en lo que se ha
aprendido. 2Y la verdad no es algo que se pueda aprender sino tan
sólo reconocer. 3En este reconocimiento reside su aceptación, y al
aceptarse, se conoce. 4Mas el conocimiento se encuentra más allá de
los objetivos que nos proponemos enseñar dentro del marco de este curso. 5Nuestros objetivos son objetivos de enseñanza que se logran al
aprender cómo alcanzarlos, qué son y qué te ofrecen. 6Tus
decisiones son el resultado de lo que has aprendido, pues se basan en lo que has aceptado como la verdad con respecto a lo que eres y a lo que son tus
necesidades.
6. En este mundo de enajenante complejidad el Cielo
parece ser una alternativa en lugar de lo que meramente es. 2De todas
las decisiones que has tratado de tomar, ésta es la más sencilla, la definitiva,
el prototipo del resto y la que hace que sea innecesario tomar todas las demás. 3Incluso si éstas ya se hubiesen resuelto, aquella seguiría sin
resolver. 4Mas cuando la resuelves, las demás se resuelven con ella,
pues todas las decisiones parecen ser diferentes precisamente para ocultar
la verdadera decisión que tienes que tomar. 5He aquí la última y
única alternativa mediante la cual se acepta o se
niega la verdad.
7. Así pues, hoy comenzamos a examinar la decisión
que el tiempo tiene como fin ayudarnos a tomar. 2Tal es su santo
propósito, diferente ahora del que tú le habías conferido: ser un medio
para demostrar que el infierno era real, que toda esperanza acaba en
desesperación y que la vida misma finalmente sucumbirá ante la muerte. 3Pues sólo con la muerte se reconcilian los opuestos, ya que poner
fin a la contradicción es morir. 4Y así, se considera que la
salvación es la muerte, pues la vida se ve como un
conflicto.5Resolver el conflicto es, por lo tanto, poner fin a tu
vida.
8.
Estas creencias descabelladas pueden llegar a arraigarse profundamente y de
manera inconsciente, y atenazar a la mente con un terror y una ansiedad tan
intensos que le resulta imposible abandonar las ideas que tiene acerca de su
propia seguridad. 2Tiene que ser salvada de la salvación, sentirse
amenazada para estar a salvo y armarse de una coraza mágica que la proteja de la verdad. 3Y estas decisiones se toman de manera inconsciente para mantenerlas
convenientemente protegidas y para que no se puedan cuestionar, someter al
escrutinio de la razón o dudar de ellas.
9. El Cielo es algo que se elige conscientemente. 2La elección no puede llevarse a cabo hasta que no se hayan visto y
entendido claramente las alternativas. 3Todo lo que se encuentra
velado en la penumbra tiene que someterse al entendimiento para ser juzgado
nuevamente, mas esta vez con la ayuda del Cielo. 4Y todos los errores de juicio que la mente cometió
previamente pueden ser ahora corregidos, a medida que la verdad los descarta por carecer de
causa. 5Ahora no tienen efectos. 6No se pueden ocultar,
pues se ha reconocido su insustancialidad.
10. Que el Cielo se elegirá conscientemente es tan
seguro como que se dejará de tenerle miedo al infierno una vez que se le saque
de su escudo protector de inconsciencia y se le lleve ante la luz. 2 Quién podría decidir entre lo que ve claramente y lo que no
reconoce? 3Por otra parte, quién podría dejar de elegir entre dos
alternativas si ve que sólo una de ellas es valiosa y que la otra carece de
valor al no ser más que una fuente imaginaria de culpabilidad y de dolor? 4 Quién podría titubear al llevar a cabo una elección como ésa? 5 Y vamos nosotros acaso a titubear hoy al llevarla a
cabo?
11. Al
despertar nos decidimos por el Cielo, y dedicamos cinco minutos a asegurarnos de
que hemos tomado la única decisión que es cuerda. 2Reconocemos que
estamos haciendo una elección consciente entre lo que existe y lo que tan sólo aparenta ser
verdad. 3Mas cuando se lleva ante la luz de lo que es real, se
ve cuán frágil y transparente es su pseudo-existencia. 4Ahora no
inspira terror, pues lo que se hizo enorme, vengativo y despiadado de tanto
odio, necesita de la oscuridad para dar cobijo al miedo. 5Ahora se
reconoce que no fue más que un error trivial y sin
importancia.
12.
Antes de irnos a dormir esta noche, reafirmaremos la elección que habremos
estado llevando a cabo cada hora. 2Y ahora
dedicaremos los últimos cinco minutos de nuestro día a la decisión que
tomamos al despertar. 3Con el
pasar de cada hora hemos reafirmado nuestra elección con un breve momento
de quietud dedicado a mantener la cordura. 4Y finalmente,
concluiremos el día con lo que sigue a continuación, reconociendo que sólo
elegimos lo que realmente queremos:
5El Cielo
es la alternativa por la que me tengo que decidir.
6Me
decido por él ahora y no cambiaré de parecer, pues es lo único que
quiero.
LECCIÓN
139
Aceptaré
la Expiación para mí mismo.
1. Con
esto se acaban todas las decisiones. 2Pues con ésta lección llegamos
a la decisión de aceptarnos a nosotros mismos tal como Dios nos creó. 3 Y qué es elegir sino tener incertidumbre con respecto a lo que
somos? 4No hay duda que no esté arraigada en esto. 5No hay
pregunta que no sea un reflejo de ello. 6No hay conflicto que no
entrañe la simple pregunta: " Qué soy?"
2. Mas
quién podría hacer esta pregunta sino alguien que se ha negado a reconocerse a
sí mismo? 2Sólo esta negativa a aceptarte a ti mismo es lo que hace
que la pregunta parezca sincera. 3Lo único que cualquier cosa
viviente puede saber con certeza es lo que ella es. 4Desde esta
perspectiva de certeza, contempla otras cosas que tienen tanta certeza como ella
misma.
3. Tener
incertidumbre con respecto a lo que indudablemente eres es una forma de
auto-engaño tan monumental, que es difícil concebir su magnitud. 2Estar vivo y no conocerte a ti mismo es creer que en realidad estás
muerto. 3Pues, qué es la vida sino ser lo que eres? 8Y qué otra cosa sino tú podría estar viva en
tu lugar? 4 Quién es el que duda? 5 De qué es de lo que
duda? 6 A quién le pregunta? 7 Quién le puede
responder?
4. Está
simplemente declarando que él no es quien realmente es, y, por lo tanto, al
creer ser otra cosa, se convierte en inquisidor de lo que esa otra cosa es. 2Sin embargo,
no podría estar vivo si no supiese la respuesta. 3Si pregunta como si
no supiese, ello es señal de que no quiere ser lo que es. 4Mas él ha
aceptado lo que es puesto que vive; también ha juzgado contra
ello y negado su valor; y ha decidido que desconoce la única certeza mediante la
cual vive.
5. De
esta manera, se vuelve inseguro con respecto a su vida,
pues lo que ésta es, él mismo lo ha negado. 2Esta negación es lo que
hace que tengas necesidad de la Expiación. 3Tu negación no cambió en
nada lo que eres. 4Pero tú has dividido tu mente en dos partes: una
que conoce la verdad y otra que no. 5Tú eres tú mismo. 6De
esto no hay duda. 7Sin embargo, lo dudas. 8Mas no te
preguntas qué parte de ti es la que puede realmente poner en duda lo que eres. 9Aquello que hace esa pregunta no puede realmente ser parte de
ti. 10Pues le hace la pregunta a alguien que sabe la respuesta. 11Mas si fuese parte de ti, entonces la certeza sería
imposible.
6. La Expiación pone fin a la extraña idea de que es
posible dudar de ti mismo y no estar seguro de lo que realmente eres. 2Esto es el colmo de la locura. 3Sin embargo, es la
pregunta universal del mundo. 4 Qué puede eso significar sino que el
mundo está loco? 5 Por qué compartir su locura aceptando la
desafortunada creencia de que lo que aquí es universal es
verdad?
7. Nada de lo que el mundo cree es verdad. 2Pues el mundo es un lugar cuyo propósito es servir de hogar para que
aquellos que dicen no conocerse a sí mismos puedan venir a cuestionar lo que
son. 3Y seguirán viniendo
hasta que se acepte la Expiación y aprendan que es imposible dudar de uno mismo,
así como no ser consciente de lo que se es.
8. Lo
único que se te puede pedir es tu aceptación, pues lo que eres .es algo
incuestionable. 2Lo que eres fue establecido para siempre en la santa
Mente de Dios y en la tuya propia. 3Está tan lejos de cualquier duda
o de que se cuestione que inquirir lo que debe ser es prueba suficiente de que
crees en la contradicción de que no sabes aquello que es imposible que no sepas. 4 Es esto una pregunta, o bien una afirmación que se niega a sí
misma? 5No sigamos tolerando que nuestras santas mentes se
entretengan en semejantes insensateces.
9. Tenemos
una misión aquí. 2No vinimos a reforzar la locura en la que una vez
creímos. 3No nos olvidemos del objetivo que aceptamos. 4Vinimos a alcanzar mucho más que nuestra propia felicidad. 5Lo que
aceptamos ser, proclama lo que todo el mundo no puede sino ser junto con
nosotros. 6No les falles a tus hermanos, pues, de lo contrario, te
estarás fallando a ti mismo. 7Contémplalos con amor, para que
puedan saber que forman parte de ti y que tú formas parte de
ellos.
10. Esto
es lo que la Expiación enseña, y lo que demuestra que la unidad del Hijo de Dios
no se ve afectada por su creencia de que no sabe lo que es. 2Acepta
hoy la Expiación, no para cambiar la realidad, sino simplemente para aceptar la
verdad de lo que eres, y luego sigue tu camino regocijándote en el infinito Amor
de Dios. 3Esto es lo único que se nos pide hacer. 4Esto es
lo único que haremos hoy.
11.
Dedicaremos cinco minutos por la mañana y cinco por la noche a tener presente
nuestro cometido de hoy. 2Comenzaremos con este repaso acerca de
nuestra misión:
3Aceptaré
la Expiación para mí mismo, pues aún soy tal como Dios me
creó.
4No
hemos perdido el conocimiento que Dios nos dio cuando nos creó semejantes a Él. 5Podemos recordarlo por todos, pues en la creación todas las mentes
son una. 6Y en nuestra memoria yace el recuerdo de lo mucho que en
verdad amamos a nuestros hermanos, de lo mucho que cada mente es parte de
nosotros, de cuán fieles nos han sido realmente y de cómo el Amor de nuestro
Padre los incluye a todos.
12. Como
muestra de gratitud por toda la creación, y en el Nombre de su Creador y de Su
Unidad con todos los aspectos de la creación, reiteramos hoy nuestra
dedicación a nuestra causa cada hora, dejando a un lado todos los pensamientos
que nos pudiesen desviar de nuestro santo propósito. 2Durante varios
minutos deja que tu mente quede libre de todas las disparatadas telarañas que el
mundo quiere tejer en torno al santo Hijo de Dios. 3Y date cuenta de
lo frágiles que son las cadenas que parecen mantener fuera de tu conciencia el
conocimiento de ti mismo, según repites:
4Aceptaré
la Expiación para mí mismo, pues aún soy tal como Dios me
creó.
19 DE
MAYO
VI. Cómo
encontrar el presente
1. Percibir
verdaderamente es ser consciente de toda la realidad a través de la conciencia
de tu propia realidad. 2Pero para que esto tenga lugar no debes ver
ninguna ilusión, pues la realidad no da cabida a ningún error. 3Esto
quiere decir percibirá tu hermano solamente como lo ves ahora. 4Su
pasado no tiene realidad en el presente, por lo tanto, te es imposible verlo. 5Las reacciones que tuviste hacia él en el pasado tampoco están ahí,
y si reaccionas ante ellas, no estarás sino viendo la imagen que hiciste de él,
a la cual tienes en mayor estima que a él mismo. 6Cuando pongas en
duda las ilusiones, pregúntate si es realmente sensato percibir el pasado como
si estuviese ocurriendo ahora. 7Si recuerdas el pasado cuando
contemplas a tu hermano, no podrás percibir la realidad que está aquí
ahora.
2. Consideras
"natural" utilizar tus experiencias pasadas como punto de referencia desde el
que juzgar el presente. 2Sin embargo, eso es antinatural porque es
ilusorio. 3Cuando hayas aprendido a ver a todo el mundo sin hacer
referencia alguna al pasado, ya sea el suyo o el tuyo según tú lo hayas
percibido, podrás aprender de lo que ves ahora. 4Pues el pasado no
puede arrojar sombras que oscurezcan el presente, a menos que tengas miedo de la
luz. 5Y sólo si tienes miedo elegirías dejar que la oscuridad te
acompañase, y al tenerla en tu mente, verla como una nube negra que envuelve a
tus hermanos y te impide ver su realidad.
3. Esta
oscuridad se encuentra en ti. 2El Cristo, tal como se revela ante ti
ahora, no tiene pasado, pues es inmutable, y en Su inmutabilidad radica tu
liberación. 3Pues si Él es tal como fue creado, no puede haber
culpabilidad en Él. 4Ninguna nube de culpabilidad ha venido a
ocultarlo, y Él se alza revelado en todo aquel con quien te encuentras porque lo
ves a través de Él Mismo. 5Renacer es abandonar el pasado y
contemplar el presente sin condenación. 6La nube que oculta al
Hijo de Dios de tu vista es el pasado, y si quieres que lo pasado pasado sea, no
lo debes ver ahora. 7Si lo ves ahora en tus ilusiones, es que todavía
no se ha apartado de ti, aunque no está aquí.
4. El tiempo
puede liberar así como aprisionar, dependiendo de quién es la interpretación de
éste que eliges usar. 2El pasado, el presente y el futuro no son
estados continuos, a no ser que impongas continuidad en ellos. 3Puedes percibirlos como que son continuos, y hacer que lo sean
para ti. 4Pero no te engañes y luego creas que realmente lo son. 5Pues creer que la realidad es lo que a ti te gustaría que fuese, de
acuerdo con el uso que haces de ella, es ilusorio. 6Quieres
destruir la continuidad del tiempo dividiéndolo en pasado, presente y futuro
para tus propios fines. 7Quieres prever el futuro basándote en
tus experiencias pasadas, y hacer planes de acuerdo con esas experiencias. 8Sin embargo, al hacer eso estás alineando el pasado con el futuro, y
no estás permitiendo que el milagro, que podría intervenir entre ellos, te
libere para que puedas renacer.
5. El milagro
te permite ver a tu hermano libre de su pasado, y así te permite percibirlo como
que ha renacido. 2Sus errores se encuentran en el pasado, y al
percibirlo sin ellos lo liberas. 3Y puesto que su pasado es también
el tuyo, compartes esa liberación. 4No permitas que ninguna
sombra tenebrosa de tu pasado lo oculte de tu vista, pues la verdad se encuentra
solamente en el presente, y si la buscas ahí, la encontrarás. 5La has
buscado donde no está, y, por lo tanto, no has podido encontrarla. 6Aprende, pues, a buscarla donde está, y ella alboreará ante los ojos
que ven. 7Tu pasado fue engendrado con ira, y si te vales de él para
atacar el presente, serás incapaz de ver la liberación que éste te
ofrece.
6. Has dejado
atrás los juicios y la condenación y, a no ser que los sigas arrastrando
contigo, te darás cuenta de que te has liberado de ellos. 2Contempla
amorosamente el presente, pues encierra lo único que es verdad eternamente. 3Toda curación reside en él porque su continuidad es real. 4El presente se extiende a todos los aspectos de la Filiación
simultáneamente, permitiendo de este modo que todos puedan extenderse hasta los
demás. 5El presente existe desde antes de que el tiempo diese
comienzo y seguirá existiendo una vez que éste haya cesado. 6En el
presente se encuentran todas las cosas que son eternas, las cuales son una. 7La continuidad de esas cosas es intemporal y su comunicación jamás
puede interrumpirse, pues no están separadas por el pasado. 8Sólo el
pasado puede producir separación, pero el pasado no está en ninguna
parte.
7. El presente
te muestra a tus hermanos bajo una luz que te uniría a ellos y te liberaría
del pasado. 2 Usarías, entonces, el pasado contra ellos? 3Pues si lo haces, estarás eligiendo, permanecer en una oscuridad que
no existe, y negándote a aceptar, la luz que se te ofrece. 4Pues la
luz de la visión perfecta se otorga libremente del mismo modo en que se recibe
libremente, y sólo se puede aceptar sin limitaciones de ninguna clase. 5En el presente, la única dimensión del tiempo que es inmóvil e
inalterable y donde no queda ni rastro de lo que fuiste, contemplas a Cristo e
invocas a Sus testigos para que derramen su fulgor sobre ti por haberlos invocado. 6Esos testigos no negarán la verdad que mora en ti
porque la buscaste en ellos y allí la encontraste.
8. El ahora es
el momento de la salvación, pues en el ahora es cuando te liberas del tiempo
.2Extiéndele tu mano a todos tus hermanos, e infúndelos con el
toque de Cristo. 3En tu eterna unión con ellos reside tu continuidad,
ininterrumpida porque la compartes plenamente. 4El inocente Hijo de
Dios es únicamente luz. 5En él no hay oscuridad, pues goza de
plenitud. 6Exhorta a todos tus hermanos a que den testimonio de la
plenitud del Hijo de Dios, del mismo modo en que yo, te exhorto a que te unas a
mí. 7Cada voz es parte del himno redentor: el himno de alegría y
agradecimiento por la luz al Creador de la luz. 8La santa luz
que irradia desde el Hijo de Dios da testimonio de que la luz que hay en él
procede de su Padre.
9. Irradia tu
luz sobre tus hermanos en recuerdo de tu Creador, pues le recordarás a medida
que invoques a los testigos de Su creación. 2Los que cures darán
testimonio de tu curación, pues en su plenitud verás la tuya propia. 3Y a medida que tus himnos de alabanza y de alegría se eleven hasta
tu Creador, Él te dará las gracias mediante Su inequívoca Respuesta a tu
llamada, 4pues es imposible que Su Hijo le llame y no reciba
respuesta. 5La llamada que te hace a ti es la misma que tú le haces a
Él. 6Y lo que te contesta en Él es Su paz.
10. Criatura
de la luz, no sabes que la luz está en ti. 2Sin embargo, la
encontrarás a través de sus testigos, pues al haberles dado luz, ellos te la
devolverán. 3Cada hermano que contemples en la luz hará que seas más
consciente de tu propia luz. 4El amor siempre conduce al amor. 5Los enfermos, que imploran amor, se sienten agradecidos por él, y en
su alegría resplandecen con santo agradecimiento. 6Y eso es lo
que te ofrecen a ti que les brindaste dicha. 7Son tus guías a la
dicha, pues habiéndola recibido de ti desean conservarla. 8Los has
establecido como guías a la paz, pues has hecho que ésta se manifieste en ellos. 9Y al verla, su belleza te llama a retornar a tu
hogar.
11. Hay una
luz que este mundo no puede dar. 2Mas tú puedes darla, tal como se te
dio a ti. 3Y conforme la des, su resplandor te incitará a abandonar
el mundo y a seguirla. 4Pues esta luz te atraerá como nada en este
mundo puede hacerlo. 5Y tú desecharás este mundo y encontrarás
otro. 6Ese otro mundo resplandece con el amor que tú le has dado. 7En él todo te recordará a tu Padre y a Su santo Hijo. 8La
luz es ilimitada y se extiende por todo ese mundo con serena dicha. 9Todos aquellos que trajiste contigo resplandecerán sobre ti, y tú
resplandecerás sobre ellos con gratitud porque te trajeron hasta aquí. 10Tu luz se unirá a la suya dando lugar a un poder tan irresistible
que liberará de las tinieblas a los demás según tu mirada se pose sobre
ellos.
12. Despertar
en Cristo es obedecer las leyes del amor libremente como resultado del sereno
reconocimiento de la verdad que éstas encierran. 2Tienes que estar
dispuesto a dejarte atraer por la luz, y la manera en que uno demuestra que está
dispuesto es dando. 3Aquellos que aceptan tu amor están dispuestos a
convertirse en los testigos del amor que tú les diste, son ellos quienes te lo
ofrecerán a ti. 4Cuando duermes estás solo, y tu conciencia se limita
a ti. 5Por eso es por lo que tienes pesadillas. 6Tus
sueños son sueños de soledad porque tienes los ojos cerrados. 7No ves
a tus hermanos, y en la oscuridad no puedes ver la luz que les
diste.
13. Sin
embargo, las leyes del amor no se suspenden porque tú estés dormido. 2Las has obedecido en todas tus pesadillas, y no has dejado de dar,
pues no estabas solo. 3Aun en tus sueños Cristo te ha protegido, asegurándose de que el
mundo real se encuentre ahí para ti cuando despiertes. 4Él ha dado
por ti en tu nombre, y te ha dado los regalos que dio. 5El Hijo de
Dios sigue siendo tan amoroso como su Padre. 6Al tener una relación
de continuidad con su Padre, no tiene un pasado separado de Él. 7Por
eso es por lo que jamás ha cesado de ser el testigo de su Padre, ni el suyo
propio. 8Aunque dormía, la visión de Cristo nunca lo abandonó. 9Y esa es la razón de que pueda convocar a los testigos que le
muestran que él nunca estuvo, dormido.
LECCIÓN
140
La
salvación es lo único que cura.
1. La
palabra "cura" no puede aplicársele a ningún remedio que el mundo considere
beneficioso. 2Lo que el mundo percibe como un remedio terapéutico es
sólo aquello que hace que el cuerpo se sienta "mejor". 3Mas cuando
trata de curar a la mente, no la considera como algo separado del cuerpo,
en el que cree que ella existe. 4Sus medios de curación, por lo
tanto, no pueden sino sustituir una ilusión por otra. 5Una creencia
en la enfermedad adopta otra forma, y de esta manera el paciente se percibe
ahora sano.
2. Mas
no se ha curado. 2Simplemente soñó que estaba enfermo y en el sueño
encontró una fórmula mágica para restablecerse. 3Sin embargo, no ha
despertado del sueño, de modo que su mente continúa en el mismo estado que
antes. 4No ha visto la luz que lo podría despertar y poner fin a su
sueño. 5 Qué importancia tiene en realidad el contenido de un sueño? 6Pues o bien uno está dormido o bien despierto. 7En
esto no hay términos medios.
3. Los
dulces sueños que el Espíritu Santo ofrece son diferentes de los del mundo,
donde lo único que uno puede hacer es soñar que está despierto. 2Los
sueños que el perdón le permite percibir a la mente no inducen a otra forma de
sueño, a fin de que el soñador pueda soñar otro sueño. 3Sus sueños
felices son los heraldos de que la verdad ha alboreado en su mente. 4Te conducen del sueño a un dulce despertar, de modo que todos los
sueños desaparecen. 5Y así,
sanan para toda la eternidad.
4. La
Expiación cura absolutamente, y cura toda clase de enfermedad. 2Pues la mente que entiende que la enfermedad no es más que un sueño
no se deja engañar por ninguna de las formas que el sueño pueda adoptar. 3Donde no hay culpabilidad no puede haber enfermedad, pues ésta no es
sino otra forma de culpabilidad. 4La Expiación no cura al
enfermo, pues eso no es curación. 5Pero sí elimina la culpabilidad
que hacía posible la enfermedad. 6Y eso es ciertamente curación. 7Pues ahora la enfermedad ha desaparecido y no queda nada a lo que
pueda regresar.
5. ¡Que
la paz sea contigo que has sido curado en Dios y no en sueños vanos! 2Pues la curación tiene que proceder de la santidad, y la
santidad no puede encontrarse allí donde se concede valor al pecado. 3Dios mora en templos santos. 4Allí donde ha entrado el
pecado se le obstruye el paso. 5No obstante, no hay ningún lugar en
el que Él no esté. 6Por lo tanto, el pecado no tiene un hogar donde
poder ocultarse, de Su beneficencia. 7No hay lugar del que la
santidad esté ausente, ni ninguno donde el pecado y la enfermedad puedan
morar.
6. Éste
es el pensamiento que cura. 2No hace distinciones entre una
irrealidad y otra. 3Tampoco trata de curar lo que no está enfermo, al
ser consciente únicamente de dónde hay necesidad de curación. 4Esto
no es magia. 5Es simplemente un llamamiento a la verdad, la cual no
puede dejar de curar, y curar para siempre. 6No es un pensamiento que
juzgue una ilusión por su tamaño, su aparente seriedad o por nada que esté
relacionado con la forma en que se manifiesta. 7Sencillamente se
concentra en lo que es, y sabe que ninguna ilusión puede ser
real.
7. No
tratemos hoy de curar lo que no puede enfermar. 2La curación se
tiene que buscar allí donde se encuentra, y entonces aplicarse a lo que
está enfermo para que se pueda curar. 3Ninguno de los remedios que el
mundo suministra puede producir cambio alguno en nada. 4La mente que
lleva sus ilusiones ante la verdad cambia realmente. 5No hay otro
cambio que éste. 6Pues, cómo puede una ilusión diferir de otra sino
en atributos que no tienen sustancia, realidad, núcleo, ni nada que sea
verdaderamente diferente?
8. Lo
que hoy nos proponemos es tratar de cambiar de mentalidad con respecto a lo
que constituye la fuente de la enfermedad, pues lo que buscamos es una cura para
todas las ilusiones, y no meramente alternar entre una y otra. 2Hoy vamos
a tratar de encontrar la fuente de la curación, la cual se encuentra en
nuestras mentes porque nuestro Padre la ubicó ahí para nosotros. 3Está tan cerca de nosotros como nosotros mismos. 4Está
tan cerca de nosotros como nuestros propios pensamientos, tan próxima que es
imposible que se pueda extraviar. 5Sólo necesitamos buscarla y
la hallaremos.
9. Hoy
no nos dejaremos engañar por lo que a nosotros nos parece que está enfermo. 2Hoy iremos más allá de las apariencias hasta llegar a la fuente de
la curación, de la que nada está exento. 3Tendremos éxito en la
medida en que nos demos cuenta de que jamás se puede hacer una distinción válida
entre lo que es falso y lo que es igualmente falso. 4En esto no hay
grados ni ninguna creencia de que lo que no existe puede ser más cierto en
algunas de sus formas que en otras. 5Todas las ilusiones son falsas,
y se pueden sanar precisamente porque no son verdad.
10. Así
pues, dejamos a un lado nuestros amuletos, nuestros talismanes y
medicamentos, así como nuestras encantaciones y trucos mágicos de la clase que
sean. 2Sencillamente permaneceremos en perfecta quietud a la escucha
de la Voz de la curación, la cual curará todos los males como si de uno solo se
tratase y restaurará la cordura del Hijo de Dios. 3Ésta es la única
Voz que puede curar. 4Hoy escucharemos una sola Voz, la cual nos
habla de la verdad en la que toda ilusión acaba, y la paz retorna a la eterna y
serena morada de Dios.
11. Nos
despertamos oyéndolo a Él, y le permitimos que nos hable durante cinco minutos
al comenzar el día, el cual concluiremos escuchando de nuevo durante cinco
minutos antes de irnos a dormir. 2Nuestra única preparación
consistirá en dejar a un lado los pensamientos que constituyen una
interferencia, no por separado, sino todos de una vez. 3Pues
todos son lo mismo. 4No hace falta hacer distinciones entre ellos y
demorar así el momento en que podamos oír a nuestro Padre hablarnos. 5Lo oímos ahora. 6Hoy venimos a Él.
12. Sin
nada en nuestras manos a lo que aferrarnos, y con el corazón exaltado y la
mente atenta, oremos:
2La
salvación es lo único que cura.
3Háblanos, Padre,
para que nos podamos curar.
4Y sentiremos la salvación cubrirnos con
amorosa protección y con paz tan profunda que ninguna ilusión podría perturbar
nuestras mentes, ni ofrecernos pruebas de que es real. 5Esto es lo
que aprenderemos hoy. 6Repetiremos cada hora nuestra plegaria de
curación, y cuando el reloj marque la hora, dedicaremos un minuto a oír la
respuesta a nuestra plegaria, que se nos da según aguardamos felizmente en
silencio. 7Hoy es el día en que nos llega la curación. 8Hoy es el día en que a la separación le llega su fin y en el que
recordamos Quién somos en verdad.
20 DE
MAYO
VII. La
consecución del mundo real
1. Siéntate
sosegadamente, y según contemplas el mundo que ves, repite para tus adentros:
"El mundo real no es así. 2En él no hay edificios ni calles por donde
todo el mundo camina solo y separado. 3En él no hay tiendas
donde la gente compra una infinidad de cosas innecesarias. 4No está
iluminado por luces artificiales, ni la noche desciende sobre él. 5No
tiene días radiantes que luego se nublan. 6En el mundo real nadie
sufre pérdidas de ninguna clase. 7En él todo resplandece, y
resplandece eternamente.
2. Tienes que
negar el mundo que ves, pues verlo te impide tener otro tipo de visión. 2No puedes ver ambos mundos, pues cada uno de ellos
representa una manera de ver diferente, y depende de lo que tienes en gran
estima. 3La negación de uno de ellos hace posible la visión del
otro. 4Los dos no pueden ser verdad; no obstante, cualquiera de
ellos te parecerá tan real como el valor que le atribuyas. 5Su poder,
sin embargo, no es idéntico porque la verdadera atracción que ejercen sobre ti
no es igual.
3. Tú no
deseas realmente el mundo que ves, pues no ha hecho más que decepcionarte desde
los orígenes del tiempo. 2Las casas que erigiste jamás te dieron
cobijo. 3Los caminos que construiste no te llevaron a ninguna parte,
y ninguna de las ciudades que fundaste ha resistido el asalto demoledor del
tiempo. 4Todo lo que has hecho lleva impreso sobre sí el estigma de
la muerte. 5No lo tengas en tanta estima, pues es un mundo viejo y
decrépito, e incluso según lo construías estaba ya listo para retornar al polvo. 6Este mundo doliente no tiene el poder de influenciar al mundo
viviente en absoluto. 7Tú no puedes conferirle ese poder, y si bien
lo abandonas con tristeza, en él no puedes encontrar el camino que conduce más
allá de él hacia el otro mundo.
4. El mundo
real, por otra parte, tiene el poder de influenciarte incluso aquí porque lo
amas. 2Y lo que pides con amor vendrá a ti. 3El amor
siempre responde, pues es incapaz de negar una petición de ayuda, o de no oír
los gritos de dolor que se elevan hasta él desde todos los rincones de este
extraño mundo que construiste, pero que realmente no deseas. 4Lo
único que necesitas hacer para abandonarlo y reemplazarlo gustosamente por el
mundo que tú no creaste, es estar dispuesto a reconocer que el que tú fabricaste
es falso.
5. Has estado
equivocado con respecto al mundo porque te has juzgado erróneamente a ti mismo. 2 Qué podías haber visto desde un punto de vista tan distorsionado? 3Toda visión comienza con el que percibe, que es quien determina lo
que es verdad y lo que es falso. 4Y no podrá ver lo que juzgue como
falso. 5Tú que deseas juzgar la realidad no puedes verla, pues en
presencia de juicios la realidad desaparece. 6Lo que no está en la
mente no se puede ver porque lo que se niega se encuentra ahí aunque no se
reconozca. 7Cristo sigue estando ahí, aunque no lo reconozcas. 8Su Ser no depende de que lo reconozcas. 9Él vive dentro
de ti en el sereno presente, y está esperando a que abandones el pasado y entres
en el mundo que te ofrece con amor.
6. No hay nadie en este mundo
enloquecido que no haya vislumbrado en alguna ocasión algún atisbo del otro
mundo que le rodea. 2No obstante, mientras siga otorgando valor a su
propio mundo, negará la visión del otro, manteniendo que ama lo que no ama, y
negándose a seguir el camino que le señala el amor. 3¡Cuán
jubilosamente te muestra el camino el Amor! 4Y a medida que lo sigas,
te regocijarás de haber encontrado Su compañía, y de haber aprendido de Él cómo
regresar felizmente a tu hogar. 5Estás esperando únicamente por ti. 6Abandonar este triste mundo e intercambiar tus errores por la
paz de Dios no es sino tu voluntad. 7Y Cristo te ofrecerá siempre la
Voluntad de Dios, en reconocimiento de que la compartes con
Él.
7. La
Voluntad de Dios es que nada, excepto Él Mismo, ejerza influencia sobre Su Hijo,
y que nada más ni siquiera se aproxime a él. 2Su Hijo es tan inmune
al dolor como lo es Él, Quien lo protege en toda situación. 3El mundo que le
rodea refulge con amor porque Dios ubicó a Su Hijo en Sí Mismo donde no
existe el dolor y donde el amor le rodea eterna e ininterrumpidamente. 4Su paz no puede ser perturbada. 5El Hijo de Dios
contempla con perfecta cordura el amor que le rodea por todas partes y que se
encuentra asimismo dentro de él. 6Y negará forzosamente el mundo del
dolor en el instante en que se perciba rodeado por los brazos del amor. 7Y desde este enclave seguro mirará serenamente a su alrededor y
reconocerá que el mundo es uno con él.
8. La paz de
Dios supera tu razonar sólo en el pasado. 2Sin embargo, está aquí, y puedes entenderla ahora mismo. 3Dios ama a Su Hijo
eternamente, y Su Hijo le corresponde eternamente. 4El mundo real es
el camino que te lleva a recordar la única cosa que es completamente verdadera y
completamente tuya. 5Pues todo lo demás te lo has prestado a ti mismo
en el tiempo, y desaparecerá. 6Pero eso otro es eternamente tuyo, al
ser el don de Dios a Su Hijo. 7Tu única realidad te fue dada, y por
medio de ella Dios te creó uno con Él.
9. Primero
soñarás con la paz, y luego despertarás a ella. 2Tu primer
intercambio de lo que has hecho por lo que realmente deseas es el intercambio de
las pesadillas por los sueños felices de amor. 3En ellos se
encuentran tus verdaderas percepciones, pues el Espíritu Santo corrige el
mundo de los sueños, en el que reside toda percepción. 4El conocimiento no necesita corrección. 5Con
todo, los sueños de amor conducen al conocimiento. 6En ellos no ves
nada temible, y por esa razón constituyen la bienvenida que le ofreces al
conocimiento. 7El amor espera la bienvenida, pero no en el tiempo, y
el mundo real no es sino tu bienvenida a lo que siempre fue. 8Por lo tanto, la llamada al júbilo se encuentra en él, y tu gozosa
respuesta es tu despertar a lo que nunca perdiste.
CUARTO
REPASO
Introducción
1. Damos
comienzo ahora a un nuevo repaso, conscientes esta vez de que nos estamos
preparando para la segunda parte del aprendizaje en la que se nos enseña cómo
aplicar la verdad. 2Hoy empezaremos a prepararnos para lo que sigue
más adelante. 3Tal es nuestro propósito para este repaso y para las
lecciones que siguen. 4Así pues, repasaremos las lecciones más
recientes y sus pensamientos centrales de forma que faciliten el estado de
preparación que ahora queremos alcanzar.
2. Hay
un tema central que unifica cada paso del repaso que ahora emprendemos, el cual
puede enunciarse de manera muy simple
con estas palabras:
2Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
3Esto
es un hecho, y representa la verdad de lo que eres y de lo que tu Padre es. 4Éste fue el pensamiento mediante el cual el Padre creó a Su Hijo,
estableciéndolo así como co-creador con Él. 5Éste es el pensamiento
que garantiza plenamente la salvación del Hijo. 6Pues en su mente no
puede haber otros pensamientos, salvo los que su Padre comparte con él. 7La falta de perdón es lo que impide que este pensamiento
llegue a su conciencia. 8No obstante, es verdad
eternamente.
3. Comencemos
nuestra preparación tratando de entender las múltiples formas tras las que se
puede ocultar muy cuidadosamente la falta de verdadero perdón. 2Puesto que son ilusiones, no se perciben simplemente como lo que
son: defensas que te impiden ver y reconocer tus pensamientos rencorosos. 3Su propósito es mostrarte otra cosa y demorar la corrección mediante
autoengaños diseñados para que ocupen su lugar.
4. Tu
mente, sin embargo, alberga sólo lo que piensas con Dios. 2Tus auto-engaños
no pueden ocupar el lugar de la verdad, 3de la misma manera en que un
niño que arroja un palo al mar no puede cambiar el ir y venir de las olas,
evitar que el sol caliente las aguas o impedir que el plateado reflejo de luna
se vea por la noche en ellas. 4Así es como daremos comienzo a cada
período de práctica de este repaso, preparando nuestras mentes para que
comprendan las lecciones que nos corresponde leer y comprendan el significado
que tienen para nosotros.
5. Comienza cada día dedicando cierto tiempo a
preparar tu mente para que aprenda la libertad y la paz que cada idea que
repases ese día puede ofrecerte. 2Haz que tu mente tenga una
actitud receptiva, despéjala de todo pensamiento engañoso y deja que sólo
éste la ocupe completamente y elimine los demás:
3Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
4Cinco
minutos que le dediques a este pensamiento serán suficiente para encauzar
el día según las pautas que Dios ha fijado y para poner Su Mente a cargo de
todos los pensamientos que has de recibir ese día.
6. Éstos no procederán únicamente de ti, pues los
compartirás con Él. 2Y así, cada uno de ellos te traerá mensajes de Su
Amor, devolviéndole a Él mensajes del tuyo. 3De esta forma es como
estarás en comunión con el Señor de las Multitudes, tal como Él Mismo lo ha
dispuesto. 4Y así como Su compleción se une a Él, del mismo modo Él
se unirá a ti que te completas al unirte a Él y al Él unirse a
ti.
7. Después de haberte preparado, lee simplemente cada
una las dos ideas que se han asignado para el repaso de ese día. 2Luego cierra los ojos y repítelas lentamente para tus adentros. 3No hay prisa ahora, pues estás utilizando el tiempo para el
propósito que se le dio. 4Deja que cada palabra refulja con el
significado que Dios le ha dado, tal como se te ha dado a ti a través de Su Voz. 5Deja que cada idea que repases ese día te conceda el regalo que Él
ha depositado en ella para que tú lo recibas de parte de Él. 6Y no utilizaremos en
nuestra práctica otro formato que éste.
8. Cada vez que el reloj marque la hora, trae a la
mente el pensamiento con el que comenzó el día y pasa un momento de
recogimiento con él. 2Luego repite las dos ideas
correspondientes a ese día sin ninguna sensación de premura, con tiempo
suficiente para que puedas ver los regalos que encierran para ti, y deja que se
reciban allí donde se dispuso que fuesen recibidos.
9. No vamos a añadir otros pensamientos, sino que
dejamos que estos mensajes sean lo que realmente son. 2No necesitamos
otra cosa que esto para que se nos dé felicidad y descanso, eterna quietud,
perfecta certeza y todo lo que nuestro Padre dispone que recibamos como nuestra
herencia de parte de Él. 3Y concluiremos cada día de práctica a lo largo de
este repaso tal como lo comenzamos, repitiendo en primer lugar el
pensamiento que hizo de ese día una ocasión especial de bendición y felicidad
para nosotros, y que, mediante nuestra fe, sustituyó en el mundo la luz por la oscuridad, el gozo por los
pesares, la paz por el sufrimiento y la santidad por el
pecado.
10. Dios te da las gracias a ti que practicas de esta
manera el cumplimiento de Su Palabra. 2Y cuando expongas tu mente de nuevo a las ideas del
día antes de irte a dormir, Su gratitud te envolverá en la paz en la que Su
Voluntad dispone que estés para siempre, y que ahora estás aprendiendo a
reivindicar como tu herencia.
LECCIÓN
141
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(121) El
perdón es la llave de la felicidad.
(122) El
perdón me ofrece todo lo que deseo.
21 DE
MAYO
10. Alaba,
pues, al Padre por la perfecta cordura de Su santísimo Hijo. 2Tu
Padre sabe que no tienes necesidad de nada. 3Esto es así en el Cielo,
pues, qué podrías necesitar en la eternidad? 4En tu mundo
ciertamente tienes necesidad de cosas. 5El mundo en el que te
encuentras en un mundo de escasez porque estás necesitado. 6Sin
embargo, te podrías encontrar a ti mismo en un mundo así? 7Sin el
Espíritu Santo la respuesta sería no. 8Pero debido a Él, la respuesta
es un gozoso sí. 9Por ser el mediador entre los dos mundos, Él sabe
lo que necesitas y lo que no te hará daño. 10El concepto de posesión
es un concepto peligroso si se deja en tus manos. 11El ego quiere
poseer cosas para salvarse, pues poseer es su ley. 12Poseer por
poseer es el credo fundamental del ego y una de las piedras angulares de los
templos que se erige a sí mismo. 13El ego exige que deposites en su
altar todas las cosas que te ordena obtener, y no deja que halles gozo alguno en
ellas.
11. Todo lo
que el ego te dice que necesitas te hará daño. 2Pues si bien el ego
te exhorta una y otra vez a que obtengas todo cuanto puedas, te deja sin nada,
pues te exige que le des todo lo que obtienes. 3Y aun de las mismas
manos que lo obtuvieron, será arrebatado y arrojado al polvo. 4Pues
donde el ego ve salvación, ve también separación, y de esta forma pierdes todo
lo que has adquirido en su nombre. 5No te preguntes a ti mismo,
por-lo tanto, qué es lo que necesitas, pues no lo sabes, y lo que te
aconsejes a ti mismo te hará daño. 6Pues lo que crees necesitar
servirá simplemente para fortificar tu mundo contra la luz y para hacer que no
estés dispuesto a cuestionar el valor que este mundo tiene realmente para
ti.
12. Sólo el
Espíritu Santo sabe lo que necesitas. 2Pues Él te proveerá de
todas las cosas que no obstaculizan el camino hacia la luz. 3 Qué
otra cosa podrías necesitar? 4Mientras estés en el tiempo, Él te
proveerá de todo cuanto necesites, y lo renovará siempre que tengas necesidad de
ello. 5No te privará de nada mientras lo necesites. 6Mas
Él sabe que todo cuanto necesitas es temporal, y que sólo durará hasta que dejes
a un lado todas tus necesidades y te des cuenta de que todas ellas han sido
satisfechas. 7El Espíritu Santo no tiene, por lo tanto, ningún
interés en las cosas que te proporciona. aLo único que le interesa es
asegurarse de que no te valgas de ellas para prolongar tu estadía en el tiempo. 8Sabe que ahí no estás en casa, y no es Su Voluntad que demores tu
jubiloso regreso a tu hogar.
13. Deja, por
lo tanto, todas tus necesidades en Sus manos. 2Él las colmará sin
darles ninguna importancia. 3Lo que Él te provee no conlleva ningún
riesgo, pues Él se asegurará de que no pueda convertirse, en un punto tenebroso,
oculto en tu mente y que se conserva para hacerte daño. 4Bajo Su
dirección viajarás ligero de equipaje y sin contratiempos, pues Él siempre tiene
puestas Sus miras en el final de la jornada, que es Su objetivo. 5El
Hijo de Dios no es un viajero por mundos externos. 6No importa
cuán santa pueda volverse su percepción, ningún mundo externo a él
contiene su herencia. 7Dentro de sí mismo no tiene necesidades
de ninguna clase, pues la luz sólo necesita brillar en paz para dejar que desde
sí misma sus rayos se extiendan quedamente hasta el
infinito.
14. Siempre
que te sientas tentado de emprender un viaje inútil que no haría sino alejarte
de la luz, recuerda lo que realmente quieres, y di:
2El Espíritu.
Santo me conduce hasta Cristo, pues, a qué otro sitio querría ir?
3 Qué otra
necesidad tengo, salvo la de
despertar en Él?
15. Síguele
luego lleno de júbilo, confiando en que Él te conducirá a salvo a través de
todos los peligros que este mundo pueda presentar ante ti para alterar tu
paz mental. 2No te postres ante los altares del sacrificio, ni
busques lo que sin duda perderías. 3Conténtate con lo que, sin duda
también, has de conservar, y no pierdas la calma, pues el viaje que estás
emprendiendo hacia la paz de Dios, en cuya quietud Él quiere que estés, es un
viaje sereno.
16. En mí ya
has superado cualquier tentación que pudiera demorarte. 2Juntos
recorremos la senda que conduce a la quietud, que es el regalo de Dios. 3Tenme en gran estima, pues, qué otra cosa puedes necesitar, sino a
tus hermanos? 4Te devolveremos la paz mental que juntos tenemos que
encontrar. 5El Espíritu Santo te enseñará cómo despertar a lo que
nosotros somos y a lo que tú eres. 6Ésta es la única necesidad real
que hay que satisfacer en el tiempo. 7Salvarse del mundo consiste
sólo en eso. 8Mi paz te doy. 9Acéptala de mí en gozoso
intercambio por todo lo que el mundo te ha ofrecido para luego arrebatártelo. 10Y la extenderemos como un manto de luz sobre la triste faz del
mundo, en el que ocultaremos a nuestros hermanos del mundo, y a éste de
ellos.
17. Solos no
podemos cantar el himno redentor. 2Mi tarea no habrá concluido hasta
que haya elevado todas las voces junto con la mía. 3Sin embargo, no
es propiamente mía, pues así como ella es el regalo que yo te hago, fue asimismo
el regalo que el Padre me hizo a mí a través de Su Espíritu. 4Su
sonido desvanecerá toda aflicción de la mente del santísimo Hijo de Dios, donde
la aflicción no puede morar. 5En el tiempo, la curación es
necesaria, pues el júbilo no puede establecer su eterno reino allí donde mora la
aflicción. 6Tú no moras aquí, sino en la eternidad. 7Eres
un viajero únicamente en sueños, mientras permaneces a salvo en tu hogar. 8Dale las gracias a cada parte de ti a la que hayas enseñado a que te
recuerde. 9Así es como el Hijo de Dios le da las gracias a su Padre
por su pureza.
LECCIÓN
142
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(123) Gracias
Padre por los regalos que me has concedido.
(124) Que
no me olvide de que soy uno con Dios.
22 DE
MAYO
VIII. De la
percepción al conocimiento
1. Toda
curación es una liberación del pasado. 2Por eso es por lo que el
Espíritu Santo es el único Sanador. 3Él enseña que el pasado no
existe, hecho éste que pertenece a la esfera del conocimiento, y que,
por lo tanto, es imposible que nadie en el mundo sepa. 4Sería
ciertamente imposible permanecer en el mundo gozando de tal conocimiento. 5Pues la mente que sabe eso a ciencia cierta, sabe también que vive
en la eternidad, y no utiliza la percepción en absoluto. 6Por lo
tanto, no se detiene a pensar dónde está, ya que el concepto "dónde" no
significa nada para ella. 7Sabe que está en todas partes, de la misma
manera en que lo tiene todo, y para siempre.
2. La
diferencia palpable que existe entre la percepción y el conocimiento resulta muy
evidente si consideras esto: no hay nada parcial con respecto al conocimiento. 2Cada uno de sus aspectos es total, y, por lo tanto, ningún aspecto
está separado de otro. 3Tú eres un aspecto del conocimiento, al estar
en la Mente de Dios, Quien te conoce. 4Todo conocimiento te
pertenece, pues en ti reside todo conocimiento. 5La percepción, aun
en su expresión más elevada, nunca es completa. 6lncluso la
percepción del Espíritu Santo -la más perfecta que puede haber- no tiene
significado en el Cielo. 7La percepción puede extenderse a todas
partes bajo Su dirección, pues la visión de Cristo contempla todo en la luz. 8Pero no hay percepción; por muy santa que sea, que perdure
eternamente.
3. La
percepción perfecta pues, tiene muchos elementos en común con el conocimiento,
haciendo que sea posible su transferencia a él. 2El último paso,
no obstante, lo tiene que dar Dios porque el último paso de tu redención, que
parece estar en el futuro, Dios lo dio ya en tu creación. 3La
separación no ha interrumpido la creación. 4La creación no puede
ser interrumpida. 5La separación no es más que una formulación
equivocada de la realidad que no tiene consecuencia alguna. 6El
milagro, que no tiene ninguna
función en el Cielo, es necesario
aquí. 7Todavía pueden verse aspectos de la realidad, los cuales
reemplazarán a aspectos de la irrealidad. 8Los aspectos de la
realidad se pueden ver en todo y en todas partes. 9Mas sólo Dios
puede congregarlos a todos, al coronarlos cual uno solo con el don final de la
eternidad.
4. Sin el
Padre y sin el Hijo el Espíritu Santo no tiene ninguna función. 2No está
separado de ninguno de Ellos al estar en la Mente de Ambos y saber que dicha
Mente es una sola. 3El Espíritu Santo es un Pensamiento de Dios, y
Dios te lo dio porque Él no tiene ningún Pensamiento que no comparta. 4El mensaje del Espíritu Santo habla de lo intemporal en el tiempo, y
por eso es por lo que la visión de Cristo contempla todas las cosas con amor. 5Sin embargo, ni siquiera la visión de Cristo es Su realidad. 6Los áureos aspectos de realidad que brotan a la luz bajo Su amorosa
mirada son vislumbres parciales del Cielo que se encuentra más allá de
ellos.
5. Éste es el
milagro de la creación: que es una eternamente. 2Cada milagro
que le ofreces al Hijo de Dios no es otra cosa que la verdadera percepción
de un aspecto de la totalidad. 3Aunque cada aspecto es en sí
la totalidad, no podrás saber esto hasta que no te des cuenta de que todos ellos
son lo mismo, que se perciben en la misma luz, y que, por lo tanto, son uno. 4Cada hermano que ves libre de su pasado, pues, te aproxima más al
final del tiempo al introducir una manera de ver sana y sanadora en la
oscuridad, capacitando así al mundo para ver. 5Pues la luz tiene que
llegar hasta el mundo tenebroso para que la visión de Cristo sea posible incluso
ahí. 6Ayúdale a ofrecer Su don de luz a todos los que creen
vagar en la oscuridad, y deja que Él los reúna en Su serena visión que hace que
todos sean uno solo.
6. Todos ellos
son iguales: bellos e igualmente santos. 2Y Él se los ofrecerá a Su
Padre tal como le fueron ofrecidos a Él. 3Sólo hay un milagro, del
mismo modo en que sólo hay una realidad. 4Y cada milagro que llevas a
cabo contiene todos los demás, de la misma manera en que cada aspecto de
realidad que ves se funde serenamente en la única Realidad que es Dios. 5El único milagro que jamás existió es el santísimo Hijo de Dios
creado en la única Realidad que es su Padre. 6La visión de Cristo es
el don que Él te da a ti. 7Su Ser es el don que Su Padre le dio a
Él.
7. Alégrate de
que tu función sea curar, pues puedes otorgar el regalo de Cristo, y no puedes
perder el regalo que tu Padre te hizo a ti. 2Ofrece el regalo de
Cristo a todo el mundo y en todas partes, pues los milagros que le ofreces al
Hijo de Dios a través del Espíritu Santo te sintonizan con la realidad. 3El Espíritu Santo sabe el papel que te corresponde desempeñar en la
redención, y también quiénes te están buscando y dónde encontrarlos. 4El conocimiento está mucho más allá de lo que te incumbe a ti como
individuo. 5Tú que formas parte de él y que eres todo él, sólo
necesitas darte cuenta de que el conocimiento es del Padre, y no tuyo. 6Tu papel en la redención te conduce al conocimiento mediante el
re-establecimiento de su unicidad en tu mente.
8. Cuando te
hayas visto a ti mismo en tus hermanos te liberarás y gozarás de perfecto
conocimiento, pues habrás aprendido a liberarte a través de Aquel que sabe
lo que es la libertad. 2Únete a mí bajo el santo estandarte de Sus
enseñanzas; y conforme nos hagamos más fuertes, el poder del Hijo de Dios
cobrará vida en nosotros, y no excluiremos a nadie ni dejaremos a nadie
solo. 3Y de repente el tiempo cesará, y todos nos uniremos en la
eternidad de Dios el Padre. 4La santa luz que viste fuera de ti en
cada milagro que ofreciste a tus hermanos, se te devolverá. 5Y al
saber que la luz se encuentra en ti, tus creaciones estarán allí contigo, tal
como tú estás en tu Padre.
9. Así como
los milagros te unen a tus hermanos en este mundo, tus creaciones establecen tu
paternidad en el Cielo. 2Tú eres el testigo de la Paternidad de Dios,
y Él te ha dado el poder de crear en el Cielo los testigos de la tuya, la cual
es como la Suya. 3Niégale esto a tu hermano, y estarás negando
los testigos de tu paternidad en el Cielo. 4El milagro que Dios
creó es perfecto, al igual que los milagros que obraste en Su Nombre. 5Cuando los aceptas, tanto tú como ellos dejáis de necesitar
curación.
10. En este
mundo, no obstante, tu perfección no tiene testigos. 2Dios conoce tu
perfección, pero tú no, así que no compartes Su testimonio de ella. 3Tampoco das testimonio de Él, pues de la realidad se da
testimonio viéndola como una sola. 4Dios espera a que des testimonio
de Su Hijo y de Él. 5Los milagros que llevas a cabo en la tierra son
elevados hasta el Cielo y hasta Él. 6Dan testimonio de lo que no
sabes, y cuando llegan a las puertas del Cielo, Dios las abre, 7pues
Él nunca dejaría afuera y excluido de Sí Mismo a Su Hijo
bienamado.
LECCIÓN
143
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(125) En
la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.
(126) Todo
lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.
23 DE
MAYO
IX. La nube de
culpabilidad
1. La
culpabilidad sigue siendo lo único que oculta al Padre, pues la culpabilidad es
el ataque que se comete contra Su Hijo. 2Los que se sienten culpables
siempre condenan, y una vez que han condenado lo siguen haciendo,
vinculando el futuro al pasado tal como estipula la ley del ego. 3Guardarle fidelidad a esta ley impide el paso de la luz, pues exige
que se le guarde fidelidad a la oscuridad y prohíbe el despertar. 4Las leyes del ego son estrictas y cualquier violación se
castiga severamente. 5Por lo tanto, no obedezcas sus leyes, pues son
las leyes del castigo. 6Y aquellos que las acatan creen que son
culpables y, por lo tanto, no pueden sino condenar. 7Las leyes de
Dios tienen que intervenir entre el futuro y el pasado para que puedas
liberarte: 8La Expiación se alza entre ellos, como una lámpara que
resplandece con tal fulgor, que la cadena de oscuridad a la que te ataste a
ti mismo desaparece.
2. Librarse
uno de la culpabilidad es lo que deshace completamente al ego. 2No hagas de nadie un ser temible, pues su culpabilidad es la
tuya, .y al obedecer las severas órdenes del ego, atraerás su condena sobre ti
mismo y no podrás escapar del castigo que él inflige a los que las obedecen. 3El ego premia la fidelidad que se le guarda con dolor, pues tener fe
en él es dolor. 4Y la fe sólo se puede recompensar en función
de la creencia en la que se depositó. 5La fe le infunde poder a la
creencia, y dónde se deposita dicha fe es lo que determina la recompensa, 6pues la fe siempre se deposita en lo que se valora, y lo que valoras
se te devuelve.
3. El mundo te
puede dar únicamente lo que tú le diste, pues al no ser otra cosa que tu propia
proyección, no tiene ningún significado aparte del que tú viste en él, y en
el que depositaste tu fe. 2Sé fiel a la oscuridad y no podrás ver
porque tu fe será recompensada tal corno la diste. 3Aceptarás tu tesoro, y si depositas tu fe en el pasado, el futuro será igual. 4Cualquier cosa que tienes en gran estima la consideras tuya. 5El poder que le otorgas al atribuirle valor hace que sea
así.
4. La
Expiación conlleva una re-evaluación de todo lo que tienes en gran estima, pues
es el medio a través del cual el Espíritu Santo puede separar lo falso de lo
verdadero, lo cual has aceptado en tu mente sin hacer ninguna distinción
entre ambos. 2No puedes, por lo tanto, valorar lo uno sin lo otro, y
la culpabilidad se ha convertido en algo tan real para ti cómo la inocencia. 3Tú no crees que el Hijo de Dios es inocente porque ves el pasado,
pero no lo ves a él. 4Cuando condenas a un hermano estás diciendo:
"Yo que soy culpable elijo seguir siéndolo". 5Has negado su
libertad, y al hacer eso, has negado el testigo de la tuya. 6Con igual facilidad podías haberlo liberado del pasado y
haber eliminado de su mente la nube de culpabilidad que lo encadena a él. 7Y en su libertad habrías encontrado la tuya.
5. No lo
condenes por su culpabilidad, pues su culpabilidad reside en el pensamiento
secreto de que él te ha hecho lo mismo a ti. 2 Le enseñarías entonces
que su desvarío, es real? 3La idea de que el inocente Hijo de Dios
puede atacarse a sí mismo y declararse culpable es una locura. 4No creas esto de nadie, en ninguna forma, 5pues la
condenación y el pecado son lo mismo, y creer en uno es tener fe en el otro, lo
cual invita al castigo en lugar de al amor. 6Nada puede justificar la
demencia, y pedir que se te castigue no puede sino ser una
locura.
6. Por
consiguiente, no consideres a nadie culpable y te estarás afirmando a ti mismo
la verdad de tu inocencia. 2Cada vez que condenas al Hijo de Dios te
convences a ti mismo de tu propia culpabilidad. 3Si quieres que el
Espíritu Santo te libere de ella, acepta Su oferta de Expiación para todos tus
hermanos. 4Pues así es como aprendes que es verdad para ti. 5Nunca te olvides de que es imposible condenar al Hijo de Dios
parcialmente. 6Los que consideras culpables se convierten en los
testigos de tu culpabilidad, y es en ti donde la verás, pues estará ahí
hasta que sea des-hecha. 7La culpabilidad se encuentra siempre en tu
mente, la cual se ha condenado a sí misma. 8No sigas proyectando
culpabilidad, pues mientras lo hagas no podrá ser deshecha. 9Cada vez
que liberas a un hermano de su culpabilidad, grande es el júbilo en el Cielo,
donde los testigos de tu paternidad se regocijan.
7. La
culpabilidad te ciega, pues no podrás ver la luz mientras sigas viendo una sola
mancha de culpabilidad dentro de ti. 2Y al proyectarla, el mundo te
parecerá tenebroso y estar envuelto en ella. 3Arrojas un oscuro velo
sobre él, y así no lo puedes ver porque no puedes mirar en tu interior. 4Tienes miedo de lo que verías, pero lo que temes ver no está ahí. 5Aquello de lo que tienes miedo ha desaparecido. 6Si mirases en tu interior, verías solamente la Expiación,
resplandeciendo serenamente y en paz sobre el altar a tu
Padre.
8. No tengas
miedo de mirar en tu interior. 2El ego te dice que lo único que hay
dentro de ti es la negrura de la culpabilidad, y te exhorta a que no mires. 3En lugar de eso, te insta a que contemples a tus hermanos y veas la
culpabilidad en ellos. 4Mas no puedes hacer eso sin condenarte a
seguir estando ciego, 5pues aquellos que ven a sus hermanos en
las tinieblas, y los declaran culpables en las tinieblas en las que los
envuelven, tienen demasiado miedo de mirar a la luz interna. 6Dentro
de ti no se encuentra lo que crees que está ahí, y en lo que has depositado tu
fe. 7Dentro de ti está la santa señal de la perfecta fe que tu Padre
tiene en ti. 8Tu Padre no te evalúa como tú te evalúas a ti mismo. 9Él se conoce a Sí Mismo, y conoce la verdad que mora en ti. 10Sabe que no hay diferencia alguna entre Él y dicha verdad, pues Él
no sabe de diferencias.
Puedes acaso
ver culpabilidad allí donde Dios sabe que hay perfecta inocencia? 12Puedes negar Su conocimiento, pero no lo puedes alterar. 13Contempla, pues, la luz que Él puso dentro de ti, y date cuenta de
que lo que temías encontrar ahí, ha sido reemplazado por el
amor.
LECCIÓN
144
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(127) No
hay otro amor que el de Dios.
(128)
En el mundo que veo no hay nada que yo desee.
LECCIÓN
145
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(129) Más
allá de este mundo hay un mundo que deseo.
(130) Es
imposible ver dos mundos.
LECCIÓN
146
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(131) Nadie
que realmente se proponga alcanzar la verdad puede
fracasar.
(132) Libero
al mundo de todo lo que jamás pensé que era.
26 DE
MAYO
X. Tu
liberación de la culpabilidad
1. Estás
acostumbrado a la noción de que la mente puede ver la fuente del dolor donde
ésta no está. 2El dudoso
servicio de tal desplazamiento es ocultar la verdadera fuente de la culpabilidad
y mantener fuera de tu conciencia la percepción plena del que dicha noción es
demente. 3El desplazamiento siempre se perpetúa mediante la ilusión
de que la fuente de la culpabilidad, de la cual se desvía la atención,
tiene que ser verdad, y no puede sino ser temible, o, de lo contrario, no
habrías desplazado la culpabilidad hacia lo que creíste que era menos temible. 4Estás dispuesto, por consiguiente, a mirar a toda clase de
"fuentes", siempre y cuando no sea la fuente que yace más adentro con la que no
guardan relación alguna.
2. Las .ideas
dementes no guardan ninguna relación real, pues por eso es por lo que son
dementes. 2Ninguna relación real puede estar basada en la
culpabilidad ni contener una sola mancha de culpabilidad que mancille su pureza. 3Pues todas las relaciones en las que la culpabilidad ha dejado
impresa su huella se usan únicamente para evitar a la persona y evadir la culpabilidad. 4¡Qué relaciones tan extrañas has entablado para apoyar este extraño
propósito! 5Y te olvidaste de que las relaciones reales son santas, y
de que no te puedes valer de ellas en absoluto. 6Son para el uso
exclusivo del Espíritu Santo, y esto es lo que hace que sean puras. 7Si descargas tu culpabilidad sobre ellas, el Espíritu Santo no puede
entonces usarlas. 8Pues al apropiarte para tus propios fines de lo
que deberías haberle entregado a Él, Él no podrá valerse de ello para liberarte. 9Nadie que en cualquier forma que sea quiera unirse a otro para
salvarse él solo, hallará la salvación en esa extraña relación. 10No
es una relación que se comparta, y, por consiguiente, no es
real.
3. En cualquier unión con un hermano en la
que procures descargar tu culpabilidad sobre él, compartirla con él o
percibir su culpabilidad, te sentirás culpable. 2No hallarás
tampoco satisfacción ni paz con él porque tu unión con él no es real. 3Verás culpabilidad en esa relación porque tú mismo la sembraste en
ella. 4Es inevitable que quienes experimentan culpabilidad
traten de desplazarla, pues creen en ella. 5Sin embargo, aunque
sufren, no buscan la causa de su sufrimiento dentro de sí mismos para así poder
abandonarla. 6No pueden saber que aman, ni pueden entender lo
que es amar. 7Su mayor preocupación es percibir la fuente de la
culpabilidad fuera de sí mismos, más allá de su propio
control.
4. Cuando
mantienes que eres culpable, pero que la fuente de tu culpabilidad reside en el
pasado, no estás mirando en tu interior. 2El pasado no se encuentra en ti. 3Las extrañas ideas que asocias con él no tienen
sentido en el presente. 4Dejas, no obstante, que se interpongan entre
tú y tus hermanos, con quienes no entablas verdaderas relaciones en
absoluto. 5 Cómo puedes esperar valerte de tus hermanos como un medio
para solventar el pasado y al mismo tiempo verlos tal como realmente son?. 6Aquellos que se valen de sus hermanos para resolver problemas que no
existen no pueden encontrar la salvación. 7No la quisiste en el
pasado. 8 Cómo puedes esperar encontrarla ahora si impones tus
vanos deseos en el presente?
5. Resuélvete,
por consiguiente, a dejar de ser como has sido. 2No te valgas de
ninguna relación para aferrarte al pasado, sino que vuelve a nacer cada día con
cada una de ellas. 3Un minuto, o incluso menos, será suficiente para
que te liberes del pasado y le entregues tu mente a la Expiación en paz. 4Cuando les puedas dar la bienvenida a todos, tal como quisieras que
tu Padre te la diese a ti, dejarás de ver culpabilidad en ti mismo. 5Pues habrás aceptado la Expiación, la cual seguía refulgiendo en tu
interior mientras soñabas con la culpabilidad, si bien no la veías porque no
buscabas dentro de ti.
6. Mientras de
algún modo creas que está justificado considerar a otro culpable,
independientemente de lo que haya hecho, no buscarás dentro de ti, donde
siempre encontrarías la Expiación. 2A la culpabilidad no le llegará
su fin mientras creas que está justificada. 3Tienes que
aprender, por lo tanto, que la culpabilidad es siempre demente y que no tiene
razón de ser. 4El propósito del Espíritu Santo no es desvanecer la
realidad. 5Si la culpabilidad fuese real, la Expiación no existiría. 6El propósito de la Expiación es desvanecer las ilusiones, no
considerarlas reales y luego perdonarlas.
7. El Espíritu
Santo no conserva ilusiones en tu mente a fin de atemorizarte, ni te las enseña
con miedo para mostrarte de lo que te ha salvado. 2Eso de lo que te
ha salvado ha desaparecido. 3No le otorgues realidad a la
culpabilidad ni veas razón alguna que la justifique. 4El Espíritu
Santo hace lo que Dios quiere que haga, y eso es lo que siempre ha hecho. 5Ha visto la separación, pero sólo conoce la unión. 6Enseña a sanar, pero sabe también lo que es la creación. 7El Espíritu Santo quiere que veas y enseñes tal como Él lo hace, y a
través de Él. 8No obstante, lo que Él sabe tú lo desconoces
aunque es tuyo.
8. Ahora se te
concede poder sanar y enseñar, para dar lugar a lo que algún día será ahora, 2pero que de momento aún no lo es. 3El Hijo de Dios cree
estar perdido en la culpabilidad, solo en un mundo tenebroso donde el dolor le
acosa por todas partes desde el exterior. 4Cuando haya .mirado en su
interior y haya visto la radiante luz que allí se encuentra, recordará cuánto lo
ama su Padre. 5Y le parecerá increíble que jamás hubiese
podido pensar que su Padre no le amaba y que lo condenaba. 6En el
momento en que te des cuenta de que la culpabilidad es una locura totalmente
injustificada y sin ninguna razón de ser, no tendrás miedo de contemplar la
Expiación y de aceptarla totalmente.
9. Tú que has
sido despiadado contigo mismo, no recuerdas el Amor de tu Padre. 2Y
al contemplar a tus hermanos sin piedad, no recuerdas cuánto Lo amas. 3Tu amor por Él, no obstante, es por siempre verdadero. 4La perfecta pureza en la que fuiste creado se encuentra dentro de ti
en paz radiante. 5No temas mirar a la excelsa verdad que mora en ti. 6Mira a través de la nube de culpabilidad que empaña tu visión,
más allá de la oscuridad, hasta el santo lugar donde verás la luz. 7El altar de tu Padre es tan puro como Aquel que lo elevó hasta Sí
Mismo. 8 Nada puede impedir que veas lo que Cristo quiere que veas. 9Su Voluntad es como la de Su Padre, y Él es misericordioso con todas
las criaturas de Dios, tal como quisiera que tú lo fueses.
10. Libera a
otros de la culpabilidad tal como tú quisieras ser liberado. 2Ésa es la única manera de mirar en tu interior y ver la luz del amor
refulgiendo con la misma constancia y certeza con la que Dios Mismo ha amado
siempre a Su Hijo. 3Y con la que Su Hijo lo ama a Él. 4En
el amor no hay cabida para el miedo, pues el amor es inocente. 5No
hay razón alguna para que tú, que siempre has amado a tu Padre, tengas miedo de
mirar en tu interior y ver tu santidad. 6Tú no puedes ser como has
creído ser. 7Tu culpabilidad no tiene razón de ser porque no
está en la Mente de Dios, donde tú estás. 8Y ésta es la
sensatez que el Espíritu Santo quiere restituirte. 9Él sólo desea
desvanecer tus ilusiones. 10Pero quiere que veas todo lo demás. 11Y en la visión de Cristo te mostrará la perfecta pureza que se
encuentra por siempre dentro del Hijo de Dios.
11. No puedes
entablar ninguna relación real con ninguno de los Hijos de Dios a menos que los
ames a todos, y que los ames por igual. 2El amor no hace excepciones. 3Si otorgas tu amor a una sola parte de la Filiación exclusivamente,
estarás sembrando culpabilidad en todas tus relaciones y haciendo que sean
irreales. 4Sólo puedes amar tal como Dios ama. 5No
intentes amar de forma diferente de como Él lo hace, pues no hay amor aparte del
Suyo. 6Hasta que no reconozcas que esto es verdad, no tendrás idea de
lo que es el amor. 7Nadie que condena a un hermano puede considerarse
inocente o que mora en la paz de Dios. 8Si es inocente y está en paz,
pero no lo ve, se está engañando, y ello significa que no se ha contemplado a sí
mismo. 9A él le digo:
10Contempla al
Hijo de Dios, observa su pureza y permanece muy quedo. 11Contempla serenamente su santidad, y dale gracias a su Padre
por el hecho de que la culpabilidad jamás haya dejado huella alguna en
él.
12. Ni una
sola de las ilusiones que has albergado contra él ha mancillado en forma alguna
su inocencia: 2Su radiante pureza, que no se ve afectada en modo
alguno por la culpabilidad y es completamente amorosa, brilla dentro de ti. 3Contemplémosle juntos y amémosle, 4pues en tu amor por él
radica tu inocencia. 5Y sólo con que te contemples a ti mismo, la
alegría y el aprecio que sentirás por lo que veas erradicará la culpabilidad
para siempre. 6Gracias, Padre, por la pureza de Tu santísimo
Hijo, a quien creaste libre de toda culpa para siempre.
13. Al igual
que tú, yo deposito mi fe y mi creencia en lo que tengo en gran estima. 2La diferencia es que yo amo solamente lo que Dios ama
conmigo, y por esa razón el valor que te otorgo transciende el valor que tú te
has atribuido a ti mismo, y es incluso igual que el valor que Dios Mismo te
otorgó. 3Amo todo lo que Él creó y le ofrezco toda mi fe y todo el
poder de mi creencia. 4Mi fe en ti es tan inquebrantable como el amor
que le profeso a mi Padre. 5Mi confianza en ti es ilimitada, y está
desprovista del temor de que tú no me oigas. 6Doy gracias al Padre
por tu hermosura, y por los muchos dones que me permitirás ofrecerle al Reino en
honor de su plenitud, que es la de Dios.
14. Alabado
seas tú que haces que el Padre sea uno con Su Propio Hijo. 2Por
separado, no somos nada, pero unidos, brillamos con un fulgor tan intenso que
ninguno de nosotros por sí solo podría ni siquiera concebir. 3Ante el
glorioso esplendor del Reino la culpabilidad se desvanece, y habiéndose
transformado en bondad ya nunca volverá a ser lo que antes fue. 4Cada
reacción que experimentes estará tan purificada que será digna de ser
ofrecida como un himno de alabanza a tu Padre. 5Ve en lo que Él ha
creado únicamente una alabanza a Él, pues Él nunca cesará de alabarte a ti. 6Nos hallamos unidos en esta alabanza ante las puertas del Cielo
donde sin duda habremos de entrar debido a nuestra inocencia. 7Dios te ama. 8 Cómo iba a poder yo, entonces, no tener fe
en ti y amarlo a Él perfectamente?
LECCIÓN
147
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(133) No
le daré ningún valor a lo que no lo tiene.
(134) Permítaseme
poder percibir el perdón tal como es.
27 DE
MAYO
Xl. La paz del
Cielo
1. Las mejores
alternativas que el ego ofrece para contrarrestar lo que se percibe como la ruda
intromisión de la culpabilidad en la paz son: el olvido, el sueño y la muerte. 2Aun así, nadie piensa que está en conflicto y abatido por una guerra
cruel, a menos que crea que ambos contendientes son reales: 3Al creerlo, se ve obligado a escapar, pues una guerra así
pondría fin a su paz mental y, por lo tanto, lo destruiría. 4Mas sólo
con que se diese cuenta de que la guerra es entre un poder real y uno irreal,
podría mirar en su interior y ver su libertad. 5Nadie pensaría estar
abatido y atormentado por interminables batallas si él mismo percibiese que
no tienen absolutamente ningún significado.
2. No es la
Voluntad de Dios que Su Hijo viva en estado de guerra. 2Por lo tanto,
el imaginado "enemigo" que Su Hijo cree tener es totalmente irreal. 3No estás sino tratando de escapar de una guerra encarnizada de la
que ya te has escapado. 4La guerra ya terminó, pues has oído
el himno de la libertad elevarse hasta el Cielo. 5Grande es la dicha
y el regocijo de Dios por tu liberación porque tú no creaste la libertad. 6Mas de la misma manera en que no creaste la libertad, tampoco
creaste una guerra que pudiese poner en peligro dicha libertad. 7Nada
destructivo ha existido nunca ni existirá jamás. 8La guerra, la culpabilidad y el pasado desaparecieron al unísono en la irrealidad de
donde vinieron. .
3. Cuando
todos estemos unidos en el Cielo, no valorarás nada de lo que valoras aquí. 2Pues nada de lo que valoras aquí lo valoras completamente, y, por lo
tanto, no lo valoras en absoluto. 3Sólo aquello a lo que Dios otorgó
valor tiene valor, y el valor de lo que Dios aprecia no es susceptible de ser
juzgado, pues ya se fijó. 4Su valor es absoluto. 5Las
únicas alternativas que tienes ante ti son apreciarlo o no. 6Valorarlo parcialmente significa que se desconoce su valor. 7En el Cielo está todo lo que Dios valora. 8Allí nada es,
ambiguo. 9Todo es claro y luminoso, y suscita una sola
respuesta. 10En el Cielo no hay tinieblas ni contrastes. 11Nada varía 12ni sufre interrupción alguna. 13Lo único que se experimenta es una sensación de paz tan profunda
que ningún sueño de este mundo ha podido jamás proporcionarte ni siquiera el más
leve indicio de lo que dicha paz es.
4. No hay nada
en este mundo que pueda brindarte semejante paz porque no hay nada en
este mundo que se comparta totalmente. 2La percepción perfecta tan
sólo puede mostrarte lo que se puede compartir plenamente. 3Puede
mostrarte asimismo lo que resulta de ese compartir, mientras todavía tengas
presente los resultados de no compartir. 4El Espíritu Santo señala
calladamente el contraste sabiendo que, en última instancia, dejarás que Él
juzgue por ti la diferencia, permitiéndole que te muestre cuál de las dos
alternativas es cierta. 5Tiene perfecta fe en tu juicio final, porque
sabe que es Él Quien lo emitirá por ti. 6Dudar de eso sería dudar de
que Él vaya a llevar a cabo Su misión. 7Mas cómo iba a ser posible
eso cuando Su misión es de Dios?
5. Tú, cuya
mente está ensombrecida por las dudas y la culpabilidad, recuerda esto:
Dios te dio el Espíritu Santo a Quien le encomendó la misión de eliminar
toda duda y todo vestigio de culpabilidad que Su amado Hijo jamás se hubiese
echado encima. 2Su misión no puede fracasar, pues nada puede impedir
el logro de lo que Dios ha dispuesto que se logre. 3La Voluntad de
Dios se hace sean cuales fueren tus reacciones a la Voz del
Espíritu Santo, sea cual fuere la voz que elijas escuchar y 4sea cuales fueren los extraños pensamientos que te asalten. 5Encontrarás la paz en la que Dios te ha establecido porque Él no
cambia de parecer. 6Él es tan estable, como la paz en la que moras,
la cual el Espíritu Santo te recuerda.
6. En el Cielo
no recordarás cambios ni variaciones. 2Sólo aquí tienes necesidad de
contrastes. 3Los contrastes y las diferencias son recursos de
aprendizaje necesarios, pues gracias a ellos aprendes lo que debes evitar y
lo que debes procurar. 4Cuando hayas aprendido eso, encontrarás la
respuesta que elimina la necesidad de las diferencias. 5La verdad
viene por su cuenta a encontrarse consigo misma. 6Cuando hayas
aprendido que tú le perteneces a la verdad, ésta vendrá hasta ti quedamente sin
diferencias de ninguna clase, 7pues no necesitarás ningún
contraste que te ayude a comprender que eso, y sólo eso es lo que
quieres. 8No temas que el Espíritu Santo vaya a fracasar en la misión
que tu Padre le ha encomendado. 9La Voluntad de Dios no fracasa en
nada.
7. Ten fe
únicamente en lo que sigue a continuación, y ello será suficiente: la Voluntad
de Dios es que estés en el Cielo, y no hay nada que te pueda privar del Cielo o
que pueda privar al Cielo de tu presencia. 2Ni tus percepciones
falsas más absurdas, ni tus imaginaciones más extrañas ni tus pesadillas
más aterradoras significan nada. 3No prevalecerán contra la paz que
la Voluntad de Dios ha dispuesto para ti. 4El Espíritu Santo
restaurará tu cordura porque la demencia no es la Voluntad de Dios. 5Si eso es suficiente para el Espíritu Santo, también es suficiente
para ti. 6No conservarás lo que Dios desea que se elimine porque eso
interrumpe Su comunicación contigo, que es con quien Él quiere comunicarse. 7Su Voz se oirá.
8. El nexo de
comunicación que Dios Mismo colocó dentro de ti y que une tu mente con la Suya,
no puede ser destruido. 2Tal vez creas que ése es tu deseo, y esa
creencia ciertamente interfiere en la profunda paz en la que se conoce la dulce
y constante comunicación que Dios desea mantener contigo. 3Sus
canales de extensión, no obstante, no pueden cerrarse del todo o separarse de
Él. 4Gozarás de paz porque Su paz fluye todavía hacia ti desde Aquel
Cuya Voluntad es la paz. 5Dispones de ella en este mismo
instante. 6El Espíritu Santo te enseñará a usarla, y al
extenderla, sabrás que se encuentra en ti. 7Dios dispuso que el Cielo
fuese tuyo, y nunca dispondrá nada más para ti. 8Lo único que el
Espíritu Santo conoce es la Voluntad de Dios. 9Es imposible que
no alcances el Cielo, pues Dios es algo seguro, y lo que Su Voluntad dispone es
tan seguro como Él.
9. Aprenderás
lo que es la salvación porque aprenderás a salvar. 2Es imposible que
te puedas excluir de lo que el Espíritu Santo quiere enseñarte. 3La
salvación es algo tan seguro como Dios. 4La certeza de Dios es
suficiente. 5Date cuenta de que incluso la más tenebrosa pesadilla
que perturba la mente del Hijo durmiente de Dios no tiene poder alguno sobre él. 6Él aprenderá la lección del despertar. 7Dios vela por él
y la luz le rodea.
10. Cómo iba
a poder el Hijo de Dios perderse en sueños, cuando Dios ha puesto dentro de él
la jubilosa llamada a despertar y a ser feliz? 2Él no se puede
separar de lo que está en él. 3Su sueño no podrá resistir la llamada
a despertar. 4Es tan seguro que la misión de la redención se cumplirá
como que la creación permanecerá inmutable por toda la eternidad. 5No
tienes que saber que el Cielo es tuyo para que lo sea. 6Lo es. 7Mas para saberlo; tienes que aceptar que la Voluntad de Dios es tu
voluntad.
11. El
Espíritu Santo deshará por ti todo lo que has aprendido que enseña que lo que no
es verdad tiene que ser reconciliado con la verdad. 2Esta es la
reconciliación con la que el ego quisiera sustituir tu reconciliación con
la cordura y con la paz. 3El Espíritu Santo tiene pensado para ti un
tipo de reconciliación muy diferente, y lo pondrá en práctica tan
inexorablemente como que al ego le será imposible poner en práctica lo que él se
propone. 4El fracaso es cosa del ego, no de Dios: 5No
puedes alejarte de Él y es imposible que el plan que el Espíritu Santo le ofrece
a todo el mundo para la salvación de todos, no sea perfectamente
consumado. 6Serás liberado, y no recordarás nada de lo que
fabricaste, salvo lo que fue creado para ti, y a su vez por ti. 7Pues, cómo podrías recordar lo que nunca fue verdad, o no recordar
lo que siempre lo fue? 8En esta reconciliación con la verdad, y sólo con la verdad, radica la paz del Cielo.
LECCIÓN
148
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(135) Si
me defiendo he sido atacado.
(136) La
enfermedad es una defensa contra la verdad.
28 DE
MAYO
Capítulo
14
LAS ENSEÑANZAS
EN FAVOR DE LA VERDAD
Introducción
1. Sí, en
verdad eres bendito. 2Mas en este mundo no te das cuenta de ello. 3No obstante, tienes los medios para aprender que lo eres y verlo
claramente. 4El Espíritu Santo usa la lógica con tanta facilidad y
eficacia como lo hace el ego, salvo que Sus conclusiones no son dementes. 5Éstas toman una dirección diametralmente opuesta y apuntan tan
claramente hacia el Cielo como el ego apunta hacia las tinieblas y la muerte. 6Hemos examinado gran parte de la lógica del ego y hemos visto sus
conclusiones lógicas. 7Y habiéndolas visto, nos hemos dado cuenta de
que tales conclusiones no se pueden ver excepto en ilusiones, pues sólo ahí
parece verse claramente su aparente claridad. 8Démosles la espalda
ahora y sigamos la simple lógica que el Espíritu Santo utiliza para enseñar las
sencillas conclusiones que hablan en favor de la verdad y sólo de la
verdad.
I. Las
condiciones del aprendizaje
1. Si eres
bendito y no lo sabes, necesitas aprender que ciertamente lo eres. 2El conocimiento no es algo que se pueda enseñar, pero sus
condiciones se tienen que adquirir, pues eso fue lo que desechaste. 3Puedes aprender a bendecir; pero no puedes dar lo que no tienes. 4Por lo tanto, si ofreces una bendición, primero te tiene que haber
llegado a ti. 5Y tienes también que haberla aceptado como tuya, pues,
de lo contrario, cómo podrías darla? 6Por eso es por lo que los
milagros dan testimonio de que eres bendito. 7Si perdonas
completamente es porque has abandonado la culpabilidad, al haber aceptado
la Expiación y haberte dado cuenta de que eres inocente. 8 Cómo ibas
a percatarte de lo que se ha hecho por ti, sin tú saberlo, a menos que hicieses
lo que no podrías sino hacer si se hubiese hecho por
ti?
2. En un mundo
nacido de la negación y carente de dirección se necesitan pruebas indirectas de
la verdad. 2Percibirás la necesidad de esto si te das
cuenta de que la negación es la decisión de no querer saber. 3La
lógica del mundo, por lo tanto, no puede sino conducir a la nada, pues su meta
es la nada. 4Si decides ser tan sólo un sueño y no tener ni dar nada
más que eso, te verás obligado a dirigir tus pensamientos hacia el olvido total. 5Pero si lo eres todo y eso es lo que tienes y lo que das, y aun así
lo niegas, es porque tu sistema de pensamiento se ha desconectado
totalmente de la verdad y se ha separado de ella. 6Éste es un mundo demente y no debes subestimar la magnitud de su demencia. 7No hay ninguna área de tu percepción que no se haya visto afectada,
y tu sueño es sagrado para ti. 8Por eso es por lo que Dios
puso al Espíritu Santo en ti, allí donde tú pusiste el sueño.
3. La vista se
dirige siempre hacia el exterior. 2Si no tuvieses más pensamientos
que los tuyos propios, el sistema de pensamiento que engendraste sería
eternamente tenebroso. 3Los pensamientos que la mente del Hijo de
Dios proyecta o extiende disponen de todo el poder que él les
confiere. 4Los pensamientos que comparte con Dios están más allá de
sus creencias, pero los que concibió por su cuenta son sus propias
creencias. 5Y son éstas, y no la verdad, las que él ha elegido
defender y amar. 6Al Hijo de Dios no se le despojará de sus
creencias. 7Pero él puede renunciar a ellas, pues la Fuente
para desvanecerlas mora en él. 8No hay nada en el mundo que pueda
enseñarle que la lógica del mundo es totalmente demente y que no lleva a ninguna
parte. 9Pero en él, que "ideó" esa lógica demente, mora Uno que sabe
que dicha lógica no lleva a ninguna parte, pues Él lo sabe
todo.
4. Cualquier
dirección que conduzca a donde el Espíritu Santo no te conduce no lleva a
ninguna parte. 2Cualquier cosa que niegues que el Espíritu Santo
sepa que es verdad, te la estás negando a ti mismo, y Él tiene que enseñarte,
por lo tanto, a no negarla. 3El proceso de des-hacimiento es
indirecto, tal como lo es el de fabricar. 4Fuiste creado, sólo
para crear, no para ver ni para fabricar nada. 5Éstas no son sino
expresiones indirectas de la voluntad de vivir, que ha sido obstaculizada por el
caprichoso y profano deseo de morir y matar, el cual tu Padre no comparte
contigo. 6Te has .impuesto a ti mismo la tarea de compartir lo que no
se puede compartir. 7Y mientras sigas pensando que puedes aprender a
hacerlo, no creerás todo lo que sí se puede aprender a
hacer.
5. El Espíritu
Santo, por lo tanto, tiene que comenzar Sus enseñanzas mostrándote lo que
nunca podrás aprender. 2Su mensaje no es indirecto, pero
Él tiene que introducir la simple verdad en un sistema de pensamiento que
se ha vuelto tan distorsionado y tan complejo, que no puedes ni darte cuenta de
que no significa nada. 3Él simplemente contempla sus cimientos y los
descarta. 4Pero tú que no puedes deshacer lo que hiciste, ni
escaparte de la pesada carga de embotamiento que ocupa tu mente, no puedes ver
más allá de tu propio sistema de pensamiento. 5Éste te engaña porque
elegiste engañarte a ti mismo. 6Los que eligen dejarse engañar,
simplemente atacarán los enfoques directos porque éstos parecen poder adentrarse
en el engaño y socavarlo.
LECCIÓN
149
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(137) Cuando me curo no soy el único que se
cura.
(138) El Cielo es la alternativa por la que me tengo que
decidir.
29 DE
MAYO
II. El alumno
feliz
1. El Espíritu
Santo necesita un alumno feliz en quien Su misión pueda llevarse a cabo
felizmente. 2Tú que eres tan partidario de la aflicción, debes
reconocer en primer lugar que eres infeliz y desdichado. 3El
Espíritu Santo no puede enseñar sin este contraste, pues tú crees
que la aflicción es felicidad. 4Esto te ha confundido tanto, que te
has empeñado en aprender a hacer lo que nunca podrás hacer,
creyendo que si no aprendes a hacerlo no serás feliz. 5No te das
cuenta de que los cimientos sobre los que se basa este objetivo de
aprendizaje tan extraño no tienen ningún sentido. 6No obstante, puede
que aún tengan sentido para ti. 7Si tienes fe en lo que no es nada,
encontrarás el "tesoro" que buscas. 8Pero habrás agregado una carga
más a tu ya sobrecargada mente. 9Creerás que lo que no es nada es
valioso y lo apreciarás. 10Para ti, un trocito de vidrio, una mota de
polvo, un cuerpo o una guerra son todos una misma cosa. 11Pues si
valoras una sola cosa que esté hecha de lo que no es nada, habrás creído que lo
que no es nada puede ser valioso y que puedes aprender a hacer que
lo que no es verdad lo sea.
2. El Espíritu
Santo, que ve donde te encuentras, pero sabe que realmente te encuentras en otra
parte, comienza Su lección de simplicidad con la enseñanza
fundamental de que la verdad es verdad. 2Ésta es la lección
más difícil que jamás tendrás que aprender y, al fin y al cabo, la única. 3La simplicidad es algo muy difícil para las mentes retorcidas. 4Observa todas las distorsiones que has hecho de lo que no es nada;
todas las extrañas manifestaciones, sentimientos, acciones y reacciones que
has urdido de ello. 5Nada te es tan ajeno como la simple
verdad, ni hay nada que estés menos inclinado a escuchar. 6El
contraste entre lo que es verdad y lo que no lo es, es perfectamente evidente,
sin embargo, tú no lo ves. 7Lo que es simple y obvio no es evidente
para los que desean fabricar palacios y ropajes regios de la nada, creyendo que
éstos les convierten en reyes de áurea.
3. El Espíritu
Santo ve esto y enseña simplemente que nada de ello es verdad. 2A
esos infelices alumnos que quieren enseñarse a sí mismos lo que no es nada y que
se engañan creyendo que es algo, el Espíritu Santo les dice con perfecta
serenidad:
3La verdad es
verdad. 4Es lo único
que importa, lo único que es real y lo único que existe. 5Permíteme
hacer por ti la única distinción que tú no puedes hacer, pero que necesitas
aprender. 6La fe que
tienes en lo que no es nada te está engañando. 7Deposítala en mí, y
yo, a mi vez, la depositaré delicadamente en el santo lugar donde le corresponde
estar. 8Allí no encontrarás engaño, sino únicamente la simple
verdad. 9Y la amarás porque la
comprenderás.
4. Al igual
que tú, el Espíritu Santo no creó la verdad. 2Al igual que Dios, Él
sabe que la verdad es verdad. 3El Espíritu Santo lleva la luz de la
verdad a las tinieblas y deja que resplandezca sobre ti. 4Y a medida
que resplandece en ti, tus hermanos la ven, y al darse cuenta de que esta luz no
es obra tuya, ven en ti mucho más de lo que tú mismo ves. 5Ellos
serán los felices alumnos de la lección que esa luz les muestra porque les
enseña a liberarse de lo que no es nada y de todas las obras de lo que no es
nada. 6No podrán ver que las pesadas cadenas que parecen atarlos a la
desesperación no son nada hasta que tú les lleves la luz. 7Se
darán cuenta entonces de que las cadenas han desaparecido y de que, por lo
tanto, no podían haber sido nada. 8Y tú te darás cuenta de
esto junto con ellos. 9Y puesto que les enseñaste lo que es la
felicidad y la liberación, ellos se convertirán en tus maestros de
liberación y felicidad.
5. Cuando le
enseñas a alguien que la verdad es verdad, lo aprendes con él. 2Y así aprendes que lo que parecía ser lo más difícil de entender es
lo más fácil. 3Aprende a ser un alumno feliz, 4pues jamás
aprenderás cómo hacer que lo que no es nada sea todo. 5Pero date
cuenta de que ésa ha sido tu meta, y reconoce cuán descabellada ha sido 6Alégrate de que haya sido des-hecha, pues cuando la examinas
honestamente, queda des-hecha. 7Dije anteriormente: "No
te conformes con lo que no es nada", pues has creído que lo que no es nada podía
hacerte feliz. 8Mas eso no es verdad.
6. Si quieres
ser un alumno feliz tienes que entregarle al Espíritu Santo todo lo que has
aprendido para así desaprenderlo. 2Y luego empezar a aprender las
gozosas lecciones que se suceden rápidamente sobre los sólidos cimientos de
que la verdad, es verdad. 3Pues lo que se construye sobre ellos es
verdad, y está basado en la verdad. 4Todo un universo de aprendizaje
se revelará ante ti en toda su maravillosa simplicidad. 5Y puesto que
tendrás la verdad ante ti, no desearás volver la vista
atrás.
7. El alumno
feliz satisface las condiciones del aprendizaje en este mundo, de la misma forma
en que satisface las condiciones del conocimiento en el Reino. 2Todo
ello se basa en el plan del Espíritu Santo para liberarte del pasado y revelarte
el camino hacia la libertad. 3Pues la verdad es verdad. 4 Qué otra cosa podía o pudo jamás serlo? 5En esta simple
lección se encuentra la llave de la lóbrega puerta que crees está cerrada para
siempre. 6Construiste esa puerta de la nada, y detrás de ella no hay
nada. 7La llave no es más que la luz que con su resplandor desvanece
las siluetas, formas y temores de lo que no es nada. 8Acepta de
las manos de Cristo esta llave que abre la puerta de la libertad para que puedas
unirte a Él en la santa misión de difundir la luz. 9Pues, al igual
que tus hermanos, no te das cuenta de que la luz ha llegado y de que te ha
liberado del sueño de las tinieblas.
8. Ve a tus
hermanos libres, y aprende de ellos cómo liberarte de las tinieblas. 2La luz que refulge en ti los despertará, y ellos no dejarán que
sigas durmiendo. 3La visión de Cristo se otorga en el mismo instante
en que se percibe. 4Allí donde todo es claro, todo es santidad. 5La quietud de su simplicidad es tan irresistible que te darás cuenta
de que es imposible negar la simple verdad, pues no hay nada más. 6Dios está en todas partes y Su Hijo mora en Él junto con todo lo
demás. 7 Cómo puede entonar cantos fúnebres cuando esto es
cierto?
LECCIÓN
150
Mi
mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(139) Aceptaré la Expiación para mí
mismo.
(140) La salvación es lo único que
cura.
30 DE
MAYO
III. La
decisión en favor de la inocencia
1. El alumno
feliz no puede sentirse culpable por el hecho, de tener que aprender. 2Esto es tan fundamental para el aprendizaje que jamás debiera
olvidarse. 3El alumno que está libre de culpa aprende con facilidad
porque sus pensamientos son libres. 4Esto conlleva, no obstante, el
reconocimiento de que la culpabilidad no es la salvación, sino una interferencia
que no tiene ningún propósito.
2. Tal vez
estés acostumbrado a utilizar la inocencia simplemente para contrarrestar el
dolor de la culpabilidad, y no la ves como algo con valor propio. 2Crees que la culpabilidad y la inocencia son valiosas, y que cada
una representa un escape de lo que la otra no te ofrece. 3No quieres
tener solamente una de ellas, pues sin ambas te consideras a ti mismo
incompleto, y, por lo tanto, infeliz. 4Sin embargo, sólo puedes estar
completo en tu inocencia, y sólo en tu inocencia puedes ser feliz. 5En esto no hay conflicto. 6Desear de algún modo la
culpabilidad, en cualquier forma que sea, hará que dejes de apreciar el valor de
tu inocencia y que no la puedas ver.
3. No puedes
establecer ningún acuerdo con la culpabilidad, y al mismo tiempo escaparte del
dolor que sólo la inocencia mitiga. 2Vivir aquí significa aprender,
de la misma manera en que crear es estar en el Cielo. 3Cada vez que
el dolor de la culpabilidad parezca atraerte, recuerda que si sucumbes a él
estarás eligiendo en contra de tu felicidad, y no podrás aprender a ser feliz. 4Con dulzura, por lo tanto, aunque con la convicción que nace del
Amor del Padre y de Su Hijo, repite para tus adentros lo
siguiente:
5Pondré de
manifiesto lo que
experimente.
6Si Soy inocente no tengo nada que temer.
7Elijo dar
testimonio de mi aceptación de la Expiación, no de su
rechazo.
8Quiero aceptar
mi inocencia poniéndola de manifiesto y compartiéndola.
9Quiero
llevarle paz al Hijo
de Dios de parte de su Padre.
4. Cada día,
cada hora y cada minuto, e incluso cada segundo, estás decidiendo entre la
crucifixión y la resurrección, entre el ego y el Espíritu Santo. 2El
ego es la elección en favor de la culpabilidad; el Espíritu Santo, la
elección en favor de la inocencia. 3De lo único que dispones es del
poder de decisión. 4Aquello entre lo que puedes elegir ya se ha
fijado porque aparte de la verdad y de la ilusión no hay ninguna otra
alternativa. 5Ni la verdad ni la ilusión traspasan los límites de la
otra, ya que son alternativas irreconciliables entre sí y ambas no pueden ser
verdad. 6Eres culpable o inocente, prisionero o libre, infeliz o
feliz.
5. El milagro
te enseña que has optado por la inocencia, la libertad y la dicha. 2El milagro no es causa sino efecto. 3Es el resultado
natural de haber elegido acertadamente, y da testimonio de tu felicidad, la cual
procede de haber elegido estar libre de toda culpa. 4Todo aquel a
quien ofreces curación, te la devuelve. 5Todo aquel a quien ofreces
ataque lo conserva y lo atesora guardándote rencor por ello. 6El
que te guarde rencor o no es irrelevante: tú creerás que lo hace. 7Es
imposible ofrecerle a otro lo que no deseas sin recibir esta sanción. 8El costo de dar es recibir. 9Recibirás o bien
una sanción que te hará sufrir, o bien la feliz adquisición de un preciado
tesoro.
6. Nadie le
impone sanción alguna al Hijo de Dios, salvo la que él se impone a sí mismo. 2Cada oportunidad que se le da para sanar es otra oportunidad más de
reemplazar las tinieblas por la luz y el miedo por el amor. 3Si la
rechaza, se condena a sí mismo a las tinieblas, puesto que no eligió liberar a
su hermano y entrar con él en la luz. 4Al otorgarle poder a lo que no
es nada, desperdicia la gozosa oportunidad de aprender que lo que no es nada no
tiene ningún poder. 5Y al no disipar las tinieblas, se vuelve
temeroso de ellas y de la luz. 6 El gozo que resulta de aprender
que las tinieblas no tienen poder alguno sobre el Hijo de Dios es la feliz
lección que el Espíritu Santo enseña, y que desea que tú enseñes con Él. 7Enseñarla es Su gozo, tal como será el tuyo.
7. Así es como
se enseña esa simple lección: la ausencia de culpa es invulnerabilidad. 2Por lo tanto, pon de manifiesto tu invulnerabilidad ante todo
el mundo. 3Enséñales que no importa lo que traten de hacerte, tu
perfecta libertad de la creencia de que algo puede hacerte daño demuestra que
ellos son inocentes. 4 Ellos no pueden hacer nada que te haga daño, y
al no dejarles pensar que pueden, les enseñas que la Expiación, que has aceptado
para ti mismo, es también suya. 5No hay nada que perdonar. 6Nadie puede hacerle daño al Hijo de Dios. 7Su
culpabilidad es totalmente infundada, y al no tener causa, no puede
existir.
8. Dios es la
única Causa, y la culpabilidad es algo ajeno a Él. 2No le enseñes a
nadie que te ha hecho daño, pues si lo haces, te estarás enseñando a ti
mismo que lo que es ajeno a Dios tiene poder sobre ti. 3Lo que no
tiene causa no puede existir. 4No des testimonio de ello, ni
fomentes el que ninguna mente lo crea. 5Recuerda siempre que la
mente es una, y que la causa es una. 6No aprenderás a comunicarte con
esta unicidad* hasta que no
aprendas a negar lo que no tiene causa y a aceptar como tuya la Causa que es
Dios. 7El poder que Dios le ha dado a Su Hijo es de él, y no
hay nada más que Su Hijo pueda ver o elija contemplar sin imponerse a sí mismo
la pena de la culpabilidad, en lugar de la feliz enseñanza que gustosamente le
ofrecería el Espíritu Santo.
LECCIÓN
151
Todas
las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios.
1. Nadie puede juzgar basándose en pruebas parciales. 2Eso no es juzgar. 3Es simplemente una opinión basada en
la ignorancia y en la duda. 4Su aparente certeza no es sino una capa
con la que pretende ocultar la incertidumbre. 5Necesita una
defensa irracional porque es irracional. 6Y la defensa que presenta parece ser muy sólida y
convincente, y estar libre de toda duda debido a todas las dudas
subyacentes.
2. No pareces poner en tela de juicio el mundo que
ves. 2No cuestionas realmente lo que te muestran los ojos del
cuerpo. 3Tampoco te preguntas por qué crees en ello, a pesar de que
hace mucho tiempo que te diste cuenta de que los sentidos engañan. 4El que creas lo que te
muestran hasta el último detalle es todavía más extraño si te detienes a pensar
con cuánta frecuencia su testimonio ha sido erróneo. 5 Por qué
confías en ellos tan ciegamente? 6 No será por la duda subyacente que
deseas ocultar tras un alarde de certeza?
3. Cómo ibas a poder juzgar? 2Tus juicios se basan en el testimonio que
te ofrecen los sentidos. 3No obstante, jamás hubo testimonio más
falso que ése. 4Mas de qué otra manera excepto ésa, juzgas al mundo
que ves? 5Tienes una fe ciega en lo que tus ojos y tus oídos te
informan. 6Crees que lo que tus dedos tocan es real y que lo que
encierran en su puño es la verdad. 7Esto es lo que entiendes, y lo
que consideras más real que aquello de lo que da testimonio la eterna Voz que
habla por Dios Mismo.
4. A eso es a lo que llamas juzgar? 2Se
te ha exhortado en muchas ocasiones a que te abstengas de juzgar, mas no porque
sea un derecho que se te quiera negar. 3No puedes juzgar. 4Lo único que puedes hacer es creer en los juicios del ego, los
cuales son todos falsos. 5El ego dirige tus sentidos celosamente,
para probarte cuán débil eres, cuán indefenso y temeroso, cuán aprehensivo del
justo castigo, cuán ennegrecido por el pecado y cuán miserable por razón de tu
culpabilidad.
5. El ego te dice que esa cosa de la que él te habla,
y que defendería a toda costa, es lo que tú eres. 2Y tú te lo
crees sin ninguna sombra de duda. 3Mas debajo de todo ello yace
oculta la duda de que él mismo no cree en lo que con tanta convicción te
presenta como la realidad. 4Es únicamente a sí mismo a quien condena. 5Es en sí mismo donde ve culpabilidad. 6Es su propia
desesperación lo que ve en ti.
6. No
prestes oídos a su voz. 2Los testigos que te envía para probarte
que su propia maldad es la tuya, y que hablan con certeza de lo que no saben,
son falsos. 3Confías en ellos ciegamente porque no quieres
compartir las dudas que su amo y señor no puede eliminar por completo. 4Crees que dudar de sus vasallos es dudar de ti
mismo.
7. Sin
embargo, tienes que aprender a dudar de que las pruebas que ellos te presentan
puedan despejar el camino que te lleva a reconocerte a ti mismo, y dejar que la
Voz que habla por Dios sea el único juez de lo que es digno que tú creas. 2Él no te dirá que debes juzgar a tu hermano basándote en lo que tus
ojos ven en él, ni
en lo que la boca de su cuerpo le dice a tus oídos o en lo que el tacto de tus
dedos te informa acerca de él. 3Él ignora todos esos testigos, los
cuales no hacen sino dar falso testimonio del Hijo de Dios. 4Él
reconoce sólo lo que Dios ama, y en la santa luz de lo que Él ve todos los
sueños del ego con respecto a lo que tú eres se desvanecen ante el esplendor que
Él contempla.
8. Deja
que Él sea el Juez de lo que eres, pues en Su certeza la duda no tiene cabida,
ya que descansa en una Certeza tan grande que ante Su faz dudar no tiene
sentido. 2Cristo no puede dudar de Sí Mismo. 3La Voz que
habla por Dios puede tan sólo honrarle y deleitarse en Su perfecta y eterna
impecabilidad. 4Aquel a quien Él ha juzgado no puede sino reírse de
la culpabilidad, al no estar dispuesto ya a seguir jugando con los juguetes del
pecado, ni a hacerle caso a los testigos del cuerpo al encontrarse extático ante
la santa faz de Cristo.
9. Así
es como Él te juzga. 2Acepta Su Palabra con respecto a lo que eres,
pues Él da testimonio de la belleza de tu creación y de la Mente Cuyo
Pensamiento creó tu realidad. 3 Qué importancia
puede tener el cuerpo para Aquel que conoce la gloria del Padre y la del Hijo? 4 Podrían acaso los murmullos del ego llegar hasta Él? 5 Qué podría
convencerle de que tus pecados son reales? 6Deja asimismo que Él sea
el Juez de todo lo que parece acontecerte en este mundo. 7Sus
lecciones te permitirán cerrar la brecha entre las ilusiones y la
verdad.
10. Él
eliminará todo vestigio de fe que hayas depositado en el dolor, los desastres,
el sufrimiento y la pérdida. 2Él te concede una visión que puede ver
más allá de estas sombrías apariencias y contemplar la dulce faz de Cristo en
todas ellas. 3Ya no volverás a dudar de que lo único que te puede
acontecer a ti a quien Dios ama, son cosas buenas, pues Él juzgará todos los
acontecimientos y te enseñará la única lección que todos ellos
encierran.
11. Él
seleccionará los elementos en ellos que representan la verdad, e ignorará
aquellos aspectos que sólo reflejan sueños fútiles. 2Y
re-interpretará desde el único marco de referencia que tiene, el cual es
absolutamente íntegro y seguro, todo lo que veas, todos los acontecimientos,
circunstancias y sucesos que de una manera u otra parezcan afectarte. 3Y verás el amor que se encuentra más allá del odio, la inmutabilidad
en medio del cambio, lo puro en el pecado y, sobre el mundo, únicamente la
bendición del Cielo.
12. Tal
es tu resurrección, pues tu vida no forma parte de nada de lo que ves. 2Tu vida tiene lugar más allá del cuerpo y del mundo, más allá de
todos los testigos de lo profano, dentro de lo Santo, y es tan santa como Ello
Mismo. 3En todo el mundo y en todas las cosas Su Voz no te hablará
más que de tu Creador y de tu Ser, el Cual es uno con Él. 4Así es
como verás la santa faz de Cristo en todo, y como oirás en ello el eco de la Voz
de Dios.
13. Hoy
practicaremos sin palabras, excepto al principio del período que pasamos
con Dios. 2Introduciremos estos momentos con una repetición lenta del
pensamiento con el que comienza el día. 3Después observaremos
nuestros pensamientos, apelando silenciosamente a Aquel que ve los
elementos que son verdad en ellos. 4Deja que Él evalúe todos los
pensamientos que te vengan a la mente, que elimine de ellos los elementos de
sueño y que te los devuelva en forma de ideas puras que no contradicen la
Voluntad de Dios.
14.
Ofrécele tus pensamientos, y Él te los devolverá en forma de milagros que
proclaman jubilosamente la plenitud y la felicidad que como prueba de Su Amor
eterno Dios dispone para Su Hijo. 2Y a medida que cada pensamiento
sea así transformado, asumirá el poder curativo de la Mente que vio la
verdad en él y no se dejó engañar por lo que había sido añadido falsamente. 3Todo vestigio de fantasía ha desaparecido. 4Y lo que
queda se unifica en un Pensamiento perfecto que ofrece su perfección por
doquier.
15. Pasa
así quince minutos al despertar, y dedica gustosamente quince más antes de irte
a dormir. 2Tu ministerio dará comienzo cuando todos tus pensamientos
hayan sido purificados. 3Así es como se te enseña a enseñarle al Hijo
de Dios la santa lección de su santidad. 4Nadie puede dejar de
escuchar cuando tú oyes la Voz que habla por Dios rendirle honor al Hijo de
Dios. 5Y todos compartirán contigo los pensamientos que Él ha
re-interpretado en tu mente.
16.
Tal es tu Pascua. 2Y de esa manera depositas sobre el mundo la
ofrenda de azucenas blancas como la nieve que reemplaza a los testigos del
pecado y de la muerte. 3Mediante tu transfiguración el mundo se
redime y se le libera jubilosamente de la culpabilidad. 4Ahora
elevamos nuestras mentes resurrectas llenos de gozo y agradecimiento hacia Aquel
que nos restituyó la cordura.
17.
Y recordaremos cada hora a Aquel que es la salvación y la liberación. 2Y según damos las gracias, el mundo se une a nosotros y acepta
felizmente nuestros santos pensamientos, que el Cielo ha corregido y purificado. 3Ahora por fin ha comenzado nuestro ministerio, para llevar alrededor
del mundo las buenas nuevas de que en la verdad no hay ilusiones, y de que, por
mediación nuestra, la paz de Dios les pertenece a todos.
LECCIÓN
152
Tengo
el poder de decidir.
1.
Nadie puede sufrir pérdida alguna a menos que ésa haya sido su propia decisión. 2Nadie sufre dolor salvo cuando él mismo así lo decide. 3Nadie puede estar afligido, sentir temor o creer que está enfermo a
menos que eso sea lo que desea. 4Y nadie muere sin su propio
consentimiento. 5Jamás ocurre nada que no sea una representación de
tus deseos, ni se te niega nada de lo que eliges. 6He aquí tu mundo,
completo hasta el más ínfimo detalle. 7He aquí toda la realidad que
tiene para ti. 8Mas es sólo ahí donde se encuentra la
salvación.
2.
Tal vez creas que ésta es una postura extrema o demasiado abarcadora para poder
ser verdad. 2Mas podría la verdad hacer excepciones? 3Si
se te ha dado todo, cómo podría ser real perder? 4 Puede acaso el
dolor ser parte de la paz, o el pesar de la dicha? 5 Cómo podrían el
miedo y la enfermedad adentrarse en una mente en la que moran el amor y la
santidad perfecta? 6La verdad tiene que abarcarlo todo, si es que es
la verdad. 7No aceptes opuestos ni excepciones, pues hacer eso es
contradecir la verdad.
3.
La salvación es el reconocimiento de que la verdad es verdad, y de que nada más
lo es. 2Has oído esto antes, pero puede que todavía no hayas aceptado
ambas partes de la aseveración. 3Sin la primera, la segunda no tiene
sentido. 4Pero sin la segunda, la primera deja de ser verdad. 5La verdad no puede tener opuestos. 6No se puede hacer
suficiente hincapié en esto o pensar en ello con demasiada frecuencia. 7Pues si lo que no es verdad fuese tan cierto como lo que es verdad,
entonces parte de la verdad sería falsa 8y la verdad dejaría de tener significado. 9Sólo la verdad es verdad, y lo que es falso, falso
es.
4.
Ésta es la más simple de las distinciones, si bien, la más ambigua. 2Mas no porque sea una distinción difícil de percibir, 3sino porque se halla oculta tras una amplia gama de opciones que no
parecen proceder enteramente de ti. 4Y así, la verdad parece tener
algunos aspectos que ponen en entredicho su consistencia, si bien no parecen ser
contradicciones que tú mismo hayas introducido.
5.
Tal como Dios te creó, tú no puedes sino seguir siendo inmutable; y los
estados transitorios son, por definición, falsos. 2Eso incluye
cualquier cambio en tus sentimientos, cualquier alteración de las condiciones de
tu cuerpo o de tu mente; así como cualquier cambio de conciencia o de tus
reacciones. 3Esta condición de abarcamiento total es lo que
distingue a la verdad de la mentira, y lo que mantiene a lo falso separado de la
verdad, y como lo que es.
6. No
es acaso extraño que consideres arrogante pensar que fuiste tú quien fabricó el
mundo que ves? 2Dios no lo creó. 3De eso puedes estar
seguro. 4 Qué puede saber Él de lo efímero, del pecado o de la
culpabilidad? a Qué puede saber de los temerosos, de los que
sufren y de los solitarios; o de la mente que vive dentro de un cuerpo condenado
a morir? 5Pensar que Él ha creado un mundo en el que tales cosas
parecen ser reales es acusarlo de demente. 6Él no está loco. 7Sin embargo, sólo la locura da lugar a semejante
mundo.
7. Pensar
que Dios creó el caos, que contradice Su Propia Voluntad, que inventó
opuestos a la verdad y que le permite a la muerte triunfar sobre la vida es
arrogancia. 2La humildad se daría cuenta de inmediato de que estas
cosas no proceden de Él. 3 Y sería posible acaso ver lo que Dios
no creó? 4Pensar que puedes, es creer que puedes percibir lo que la
Voluntad de Dios no dispuso que existiera. 5 Y qué podría ser más
arrogante que eso?
8. Seamos
hoy verdaderamente humildes y aceptemos lo que hemos hecho tal como es. 2Tenemos el poder de decidir. 3Decide únicamente aceptar
el papel que te corresponde como co-creador del universo, y todo eso que crees
haber fabricado desaparecerá. 4Lo que entonces emergerá en tu
conciencia será todo lo que siempre ha estado ahí, lo cual ha sido
eternamente como es ahora. 5Y entonces pasará a ocupar el lugar de
los auto-engaños que inventaste a fin de usurpar el altar del Padre y del
Hijo.
9. Hoy
vamos a practicar la verdadera humildad, abandonando la falsa pretensión con la
que el ego intenta probar que la humildad es arrogancia. 2Sólo el ego
puede ser arrogante. 3Pero la verdad es humilde, puesto que reconoce
su propio poder, su inmutabilidad y su eterna plenitud, totalmente abarcadora,
la cual es el regalo perfecto que Dios le hace a Su Hijo amado. 4Dejaremos a un lado la arrogancia, que afirma que somos pecadores,
culpables, temerosos y que estamos avergonzados de lo que somos; y en lugar
de ello, elevaremos nuestros corazones con verdadera humildad hasta Aquel que
nos creó inmaculados y semejantes a Él en poder y en amor.
10. Tenemos
el poder de decidir. 2Y aceptamos de Él aquello que somos, y
reconocemos humildemente al Hijo de Dios. 3Reconocer al Hijo de Dios
implica asimismo que hemos dejado a un lado todos los conceptos acerca de
nosotros mismos y que hemos reconocido su falsedad. 4También
hemos percibido su arrogancia. 5Y con humildad aceptamos jubilosamente como
nuestros el esplendor del Hijo de Dios, su mansedumbre, su perfecta pureza,
el Amor de su Padre, así como su derecho al Cielo y a liberarse del
infierno.
11. Ahora
nos unimos en gozoso reconocimiento de que las mentiras son falsas y de que
sólo la verdad es verdad. 2Al levantarnos
pensaremos únicamente en la verdad, y pasaremos cinco minutos practicando sus
caminos, alentando a nuestras temerosas mentes con lo
siguiente:
3Tengo el poder
de decidir.
4Hoy
me aceptaré a mí mismo tal como la
Voluntad de mi Padre dispuso que yo fuese.
5Luego
aguardaremos en silencio, abandonando todo auto-engaño, según le pedimos
humildemente a nuestro Ser que se revele ante nosotros. 6Y Aquel que nunca nos abandonó volverá de
nuevo a nuestra conciencia, agradecido de poder devolverle a Dios Su morada, tal
como siempre debió ser.
12. Espéralo
pacientemente hoy, e invítalo cada hora con las palabras con las que diste
comienzo al día, el cual se debe concluir con esa misma invitación a tu Ser. 2La Voz de Dios te contestará, pues Él habla en tu nombre y en el de
tu Padre. 3Él sustituirá todos tus frenéticos pensamientos por la paz
de Dios, los auto-engaños por la verdad de Dios y tus ilusiones acerca de ti
mismo por el Hijo de Dios.
LECCIÓN
153
En
mi indefensión radica mi seguridad.
1. Tú
que te sientes amenazado por este mundo cambiante, por sus cambios de fortuna y
amargas ironías, por sus fugaces relaciones y por todos los "regalos" que
únicamente te presta para más tarde arrebatártelos, presta mucha atención a lo
que aquí decimos. 2El mundo no ofrece ninguna seguridad. 3Está arraigado en el ataque. aY todos los "regalos"
que aparentemente ofrecen seguridad no son más que engaños. 4El mundo
no hace sino atacar una y otra vez. 5Es imposible gozar de paz mental
allí donde el peligro acecha de ese modo.
2. El
mundo no puede sino ponerte a la defensiva. 2Pues la amenaza
produce ira, y la ira hace que el ataque parezca razonable, que ha sido
honestamente provocado y que está justificado por haber sido en defensa propia. 3Una actitud defensiva, no obstante, supone una doble amenaza. 4Pues da testimonio de la debilidad, y establece un sistema de
defensas que simplemente no es viable. 5Ahora los débiles se
debilitan aún más, pues hay traición afuera y una traición todavía mayor
adentro. 6La mente se halla ahora confusa, y no sabe adónde dirigirse
para poder escapar de sus propias imaginaciones.
3. Es
como si estuviera encerrada dentro de un círculo, dentro del cual otro círculo
la atenaza, y dentro de ése, otro más, hasta que finalmente pierde toda
esperanza de poder escapar. 2Los ciclos de ataque y defensa, y de
defensa y ataque, convierten las horas y los días en los círculos que atenazan a
la mente como gruesos anillos de acero reforzado, los cuales retornan, mas sólo
para iniciar todo el proceso de nuevo. 3No parece haber respiro ni
final para este aprisionamiento que atenaza cada vez más a la
mente.
4. El
precio de las defensas es el más alto de los que exige el ego. 2La
locura que reina en ellas es tan aguda que la esperanza de recobrar la cordura
parece ser sólo un sueño fútil y encontrarse más allá de lo que es posible. 3La sensación de amenaza que el mundo fomenta es mucho más profunda,
y sobrepasa en tal manera cualquier intensidad o frenesí que jamás te hayas
podido imaginar, que no tienes idea de toda la devastación que ello ha
ocasionado.
5. Tú
eres su esclavo. 2No sabes lo que haces del miedo que le tienes. 3Tú que sientes su mano de hierro atenazándote el corazón, no
entiendes lo mucho que has tenido que sacrificar. 4No te das cuenta
de cómo has saboteado la santa paz de Dios con tu actitud defensiva. 5Pues ves al Hijo de Dios como víctima del ataque de las fantasías y
de los sueños e ilusiones que él mismo forjó, indefenso ante su presencia y
necesitado de defensas en forma de más fantasías y más sueños en los que las
ilusiones de que está a salvo lo consuelen.
6. La
indefensión es fortaleza. 2Da testimonio de que has reconocido
al Cristo en ti. 3Tal vez recuerdes que el texto afirma que siempre
eliges entre la fortaleza de Cristo y tu propia debilidad, la cual se ve como
algo aparte de Él. 4La indefensión jamás puede ser atacada porque
reconoce una fuerza tan inmensa, que ante ella el ataque es absurdo, o un juego
tonto que un niño cansado jugaría cuando tiene tanto sueño que ya ni se acuerda
de lo que quiere.
7. Cualquier
actitud defensiva implica debilidad. 2Proclama que has negado al
Cristo y que ahora temes la ira de Su Padre. 3 Qué puede salvarte
ahora del delirio de un dios iracundo, cuya aterrante imagen crees ver tras
todos los males del mundo? 4 Qué otra cosa sino las ilusiones podrían
defenderte ahora, cuando son las ilusiones contra lo que estás
luchando?
8. Hoy
no vamos a jugar tales juegos infantiles. 2Pues nuestro verdadero
propósito es salvar al mundo, y no estamos dispuestos a intercambiar el gozo
infinito que nos brinda llevar a cabo nuestra función por insensateces. 3No vamos a dejar que la felicidad se nos escape debido a que un
fragmento de un sueño absurdo haya cruzado nuestras mentes y hayamos confundido
las figuras que en él aparecen con el Hijo de Dios y al fugaz instante que dicho
sueño duró con la eternidad.
9. Hoy
miraremos más allá de los sueños, y reconoceremos que no necesitamos defensas
porque fuimos creados inexpugnables, sin ningún pensamiento, deseo o sueño en el
que el ataque pudiera tener sentido alguno. 2Ahora nos es imposible
temer, pues hemos dejado atrás todos los pensamientos temerosos. 3Y
en la indefensión nos erguimos protegidos, con la tranquila certeza de que ahora
estamos a salvo, seguros de la salvación; seguros de que llevaremos a cabo el
propósito que hemos elegido, a medida que nuestro ministerio vaya impartiendo su
santa bendición por todo el mundo.
10. Permanece
muy quedo por un instante y piensa en silencio cuán santo es tu propósito, cuán
seguro descansas y cuán invulnerable eres en su luz. 2Los
ministros de Dios han elegido dejar que la verdad more con ellos. 3 Quién es más santo que ellos? 4 Quién podría estar más
seguro de que su felicidad está plenamente garantizada? 5 Y
quién podría estar más fuertemente protegido? 6 Qué defensa
podrían necesitar los que se cuentan entre los elegidos de Dios, al haber sido
ésa Su elección, así como la de ellos?
11. La
función de los ministros de Dios es ayudar a sus hermanos a elegir lo mismo que
ellos eligieron. 2Dios los ha elegido a todos, pero muy pocos se han
dado cuenta de que Su Voluntad es la de ellos. 3Y mientras
no enseñes lo que has aprendido, la salvación seguirá esperando y las tinieblas
mantendrán al mundo inexorablemente aprisionado. 4Y no
reconocerás que la luz ha venido a ti y que ya te has escapado. 5Pues
no verás la luz hasta que se la ofrezcas a todos tus hermanos. 6Y al
ellos tomarla de tus manos, reconocerás que es tu luz.
12. Podría
decirse que la salvación es un juego que juegan niños felices. 2Fue
diseñada por Uno que ama a Sus Hijos y que desea sustituir sus temibles juguetes
por juegos felices que les enseñan que el juego del miedo ya se acabó. 3El juego que Dios les
ofrece les enseña lo que es la felicidad porque en él nadie pierde. 4Todo aquel que participa no puede sino ganar, y con su victoria
queda asegurada la victoria de todos los demás. 5Los niños abandonan
gustosamente el juego del miedo cuando reconocen los beneficios que brinda
la salvación.
13. Tú
que has jugado a haber perdido toda esperanza, a haber sido abandonado por tu
Padre y a haberte quedado solo y aterrorizado en un mundo temible, enloquecido
por el pecado y la culpabilidad, sé feliz ahora. 2Ese juego ha
acabado. 3Ahora ha llegado un tiempo sereno en el que guardamos los
juegos de la culpabilidad, y ponemos bajo llave para siempre nuestros extraños e
infantiles pensamientos de pecado, apartándolos de las puras y santas
mentes de las criaturas del Cielo y del Hijo de Dios.
14. Nos
detenemos sólo por un instante más para jugar nuestro último juego feliz en esta
tierra. 2Y luego pasamos a ocupar el lugar que nos corresponde allí
donde mora la verdad y donde los juegos no tienen sentido. 3Y así
acaba la historia. 4Permite que este día haga que su último capítulo
se acerque más al mundo, para que cada cual comprenda que el cuento que lee en
el que se habla de un destino aterrador, de esperanzas truncadas, de
irrisorias defensas contra una venganza de la que no hay escapatoria, no es
sino su propia fantasía delirante. 5Los ministros de Dios han venido
a despertarlo de los sueños tenebrosos que esa historia ha evocado en la
confusa y desconcertada memoria que él tiene de ese cuento distorsionado. 6El Hijo de Dios puede por fin sonreír al darse cuenta de que no es
verdad.
15. Hoy
practicamos siguiendo un formato que vamos a utilizar por algún tiempo. 2Comenzaremos cada día concentrando nuestra atención en el
pensamiento diario el mayor tiempo posible. 3Cinco minutos es lo
mínimo que dedicaremos a prepararnos para un día en el que la salvación es
nuestro único objetivo. 4Diez sería mejor; quince, todavía mejor. 5Y a
medida que las distracciones que nos desvían de nuestro propósito vayan
disminuyendo, nos daremos cuenta de que media hora aún es muy poco tiempo para
pasar con Dios. 6Y no estaremos dispuestos a concederle por la noche,
felizmente y llenos de gratitud, menos tiempo de eso.
16. A
medida que recordemos ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios,
nuestra creciente paz aumentará con el transcurrir de cada hora. 2Habrá ocasiones en las que tal vez un minuto o incluso menos será lo
máximo que podamos dedicarle cuando el reloj marque las horas. 3A
veces se nos olvidará por completo. 4Y en otras ocasiones asuntos
mundanos acapararán nuestra atención y nos resultará imposible
distanciarnos de ellos por un momento para centrar nuestros pensamientos en
Dios.
17. Sin
embargo, cuando podamos hacerlo, seremos fieles a nuestro cometido como
ministros de Dios, recordando nuestra misión y Su Amor cada hora. 2Y nos
sentaremos en silencio a esperarlo y a escuchar Su Voz que nos dirá lo que Él
desea que hagamos durante la hora siguiente, mientras le damos las gracias por
todos los regalos que nos concedió en la que acaba de
transcurrir.
18. Con
el tiempo y la práctica nunca más dejarás de pensar en Él o de oír Su amorosa
Voz guiando tus pasos por serenos rumbos por los que caminarás en un estado de
absoluta indefensión. 2Pues sabrás que el Cielo va contigo. 3No permitirás que tu mente se aparte de Él un solo instante, aun
cuando tu tiempo transcurra ofreciéndole la salvación al mundo. 4 Dudas acaso de que Él no vaya a hacer que esto sea posible para ti
que has elegido llevar a cabo Su plan para la salvación del mundo, así como para
la tuya?
19. Nuestro
tema de hoy es nuestra indefensión. 2Nos revestimos de ella mientras
nos preparamos para afrontar el día. 3Nos alzamos fuertes en
Cristo, y dejamos que nuestra debilidad desaparezca, al recordar que Su
fortaleza mora en nosotros. 4A lo largo del día nos recordaremos a
nosotros mismos que Él permanece a nuestro lado y que nuestra debilidad nunca
carece del apoyo de Su fortaleza. 5Invocaremos Su fortaleza cada vez
que sintamos que la amenaza de nuestras defensas socava nuestra certeza de
propósito. 6Nos detendremos por un momento, al oírle decir: "Aquí
estoy".
20. Tu
práctica empezará a adquirir ahora la vehemencia del amor, para ayudarte a
evitar que tu mente se desvíe de su propósito. 2No tengas miedo ni
timidez. 3No hay duda de que alcanzarás tu objetivo final. 4Los ministros de Dios jamás pueden fracasar, pues el amor, la
fortaleza y la paz que irradia desde ellos a todos sus hermanos proceden de Él. 5Ésos son los dones que Él te ha dado. 6Estar libre de
toda defensa es todo lo que necesitas darle a cambio. 7Dejas a
un lado únicamente lo que nunca fue real, a fin de contemplar a Cristo y ver Su
impecabilidad.